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La mujer en la política brasileña

Enviado por iKNOW Politics el
Dilma, Marina and Genro

por Dayeri Zapata

    Recientemente durante las elecciones en Brasil, la disputa para el cargo de presidente contó con la participación de tres candidatas mujeres: Dilma Rousseff (PT), Marina Silva (PSB) y Luciana Genro (PSOL), lo que haría pensar que la presencia de las mismas en la política se ha ampliado. En cambio el panorama es completamente distinto si se observan  con detenimiento los resultados electorales.

A pesar que las mujeres constituyen el 51.7% del electorado brasileño, la representación de las mismas en el gobierno no ha variado mucho desde las pasadas elecciones, un caso específico es la nueva composición en el Congreso donde la Bancada estará conformada por 1 mujer por cada 10 diputados hombres electos siendo en su totalidad 51 diputadas que corresponde al 9.9% del total de 513 diputados.

Igual podría decirse del Senado, donde fueron electas 5 senadoras de los 27 cargos disponibles, que sumado a las 6 senadoras que terminarán su mandato en 2019; el número de representantes aumenta a 11 constituyendo el 13.6%. Sin embargo, el caso más dramático lo encontramos en la elección a Gobernador ya que en solo uno de los Estados (Roraima) fue electa una mujer.

Después de ver las cifras de la representación de las mujeres en las recientes elecciones, podríamos preguntarnos donde radica el bajo perfil de las mujeres en la política aún cuando todo indica que deberían contar con mayores espacios dado que cuentan con un 30% de cuota establecido por la Ley N° 9.504/1997; pero esto no refleja resultados proporcionales en las urnas. Un punto a tener en consideración es la prioridad que los partidos políticos dan a sus candidatas, ya que aún cuando el Tribunal Superior Electoral (TSE) inició una campaña para incentivar la participación política de las mujeres en las pasadas elecciones, no se observó verdaderamente un compromiso por parte de las autoridades de los partidos para apoyar a sus candidatas; más bien se ha venido haciendo uso de "candidatas naranjas" que son incluidas en las listas para cumplir con los requisitos legales, pero cuentan con una candidatura inviable y baja densidad electoral, sumado al problema de financiamiento contando con poco apoyo y recursos para hacer campaña por parte de los donadores y las propias autoridades partidarias dada la existente exclusión de las mujeres como parte del espectro político.

La solución al problema de la inclusión de las mujeres en la política brasileña aparentemente no consiste solo en promover leyes e implementar mecanismos para cumplirlas, sino un cambio en las estructuras partidarias para impulsar una apertura hacia la mujer, integrarla como actor político capaz de desempeñar funciones sin anteponer el género como medida de evaluación. 

Para más recursos sobre la participación política de la mujer en Brasil, puede leer la respuesta consolidada “Mujer Presidenta, impacto y movimiento feminista-Elecciones en América Latina” (por nuestra experta Maira Kubik Mano).