Es fácil entender por qué el calificativo de valiente por lo general acompaña al nombre de Malalai Joya. El pasado y presente de esta joven activista afgana, de baja estatura y actitud serena, resume el sufrimiento de sus compatriotas.
Después de pasar la mayor parte de su vida en campamentos para refugiados en Irán y Pakistán, Joya regresó a Afganistán en 1998 como voluntaria clandestina para educar a mujeres adolescentes, una misión muy peligrosa cuando el movimiento islamista Talibán controlaba casi todo el país. Para leer el artículo completo, por favor visita el sitio web de IPS Noticias
Es fácil entender por qué el calificativo de valiente por lo general acompaña al nombre de Malalai Joya. El pasado y presente de esta joven activista afgana, de baja estatura y actitud serena, resume el sufrimiento de sus compatriotas.
Después de pasar la mayor parte de su vida en campamentos para refugiados en Irán y Pakistán, Joya regresó a Afganistán en 1998 como voluntaria clandestina para educar a mujeres adolescentes, una misión muy peligrosa cuando el movimiento islamista Talibán controlaba casi todo el país. Para leer el artículo completo, por favor visita el sitio web de IPS Noticias