A simple vista parece que en estas elecciones van más mujeres candidatas al parlamento: 8 apuestan por un escaño en el Senado y 74 quieren un asiento en la Cámara de Diputados. Pero no esboce una sonrisa aún. No se engañe.
No es que los partidos que cuentan con mecanismos internos de acción positiva, como el Partido Socialista y el PPD, hayan logrado alcanzar sus propias cuotas. No. Tampoco que los partidos al fin hayan decidido incluir en sus plantillas parlamentarias a mujeres con carreras políticas reconocidas, donde es habitual escuchar como argumento para no incluirlas –justamente-, la ausencia de candidatas capacitadas. Los números inducen a error. Para leer el artículo completo, por favor visita el sitio web del Observatorio Género y Equidad
A simple vista parece que en estas elecciones van más mujeres candidatas al parlamento: 8 apuestan por un escaño en el Senado y 74 quieren un asiento en la Cámara de Diputados. Pero no esboce una sonrisa aún. No se engañe.
No es que los partidos que cuentan con mecanismos internos de acción positiva, como el Partido Socialista y el PPD, hayan logrado alcanzar sus propias cuotas. No. Tampoco que los partidos al fin hayan decidido incluir en sus plantillas parlamentarias a mujeres con carreras políticas reconocidas, donde es habitual escuchar como argumento para no incluirlas –justamente-, la ausencia de candidatas capacitadas. Los números inducen a error. Para leer el artículo completo, por favor visita el sitio web del Observatorio Género y Equidad