Siguiendo con el debate sobre municipios donde hay pobreza y violencia
Maria Jose,
Por supuesto que sus comentarios, los cuales agradezco grandemente, me sirven. Es cierto, cuanto usted afirma y he escuchado de los problemas de las “maras” en El Salvador y países Centroamericanos/Latinos.
Soy colombiana, ya lo dije, y vivo en Canadá, por eso mi falta de tildes ya que mi computadora es gringa y yo gringa sobre ella. Trabajé para el gobierno colombiano investigando crímenes ya que soy abogada y pues me tocó salir para salvar mi vida y también la de mi esposo e hijos. Me refiero a esto porque deseo regresar por la necesidad que tengo de ayudar a construir algo mejor para mi municipio.
Es cierto, a veces somos tan impotentes ante problemas de nunca acabar. Ese municipio en el que quiero trabajar y donde casi toda su población es negra tiene demasiados problemas y me referí a las y los jóvenes a manera de ejemplo. Debido a una guerra perdida, la de las drogas, ese municipio está en manos de criminales y como dije nadie confía ni en la Policía y/o fuerzas del Estado porque muchas veces ni sabemos si existe una diferencia entre unos y otros. La cosa es complicada que hasta mi madre se opone a que deje la tranquilidad que ahora tengo en un país donde aún me siento extraña por volver a ese que ella llama infierno…empezando que hasta me tocará andar escoltada mientras y después de la campana, y para completar mis recursos económicos son mínimos casi nulos, lo cual es grave en un ambiente donde la gente vende el voto…
De otra parte, ese municipio se encuentra en el Pacífico, y se piensa que el turismo puede ser el motor económico, pero de nuevo, la violencia es sin duda un factor negativo para un sector tan delicado. De ahí que cualquier gobernante tiene que preocuparse por el aspecto seguridad y, desde mi perspectiva, por empleo (desarrollo económico del municipio, al que usted acertadamente se refiere), tiene que ser una prioridad mientras se va trabajando con programas a jóvenes, etc. He pensado, por ejemplo, que necesitamos incubadora de empresas que promueva la creación de planes de negocios y que financie estos planes a través de semilla capital NO REEMBOLSABLE. Habría que conseguir dinero de la cooperación internacional para este tipo de cosas.
De todas maneras, como bien usted dice, todos debemos ser parte de ese cambio que deseamos. Si usted(es) tiene idea de cómo puedo conseguir recursos económicos para este mi objetivo, valoro ampliamente la información. No me quiero extender más, pero mentar mi primer libro: “Revelaciones de una Fiscal Amenazada: De Telembi a Canadá” editorial Intermedio Editores, Colombia, por si le(s) interesa leerlo… es de anotar que el libro esta con mi seudónimo GABY MARQUEZ. El prólogo y también algunas de las cositas que escribo se pueden encontrar en la página electrónica de una ONG (sección documentos tanto en inglés como en español) de la cual soy fundadora, y está ubicada en mi pueblo (www.ongdespertar.com)
De nuevo, muchas, pero muchas gracias por tomarse el tiempo de escribir respondiendo mis inquietudes.
Con aprecio,
Elsi Angulo
Maria Jose,
Por supuesto que sus comentarios, los cuales agradezco grandemente, me sirven. Es cierto, cuanto usted afirma y he escuchado de los problemas de las “maras” en El Salvador y países Centroamericanos/Latinos.
Soy colombiana, ya lo dije, y vivo en Canadá, por eso mi falta de tildes ya que mi computadora es gringa y yo gringa sobre ella. Trabajé para el gobierno colombiano investigando crímenes ya que soy abogada y pues me tocó salir para salvar mi vida y también la de mi esposo e hijos. Me refiero a esto porque deseo regresar por la necesidad que tengo de ayudar a construir algo mejor para mi municipio.
Es cierto, a veces somos tan impotentes ante problemas de nunca acabar. Ese municipio en el que quiero trabajar y donde casi toda su población es negra tiene demasiados problemas y me referí a las y los jóvenes a manera de ejemplo. Debido a una guerra perdida, la de las drogas, ese municipio está en manos de criminales y como dije nadie confía ni en la Policía y/o fuerzas del Estado porque muchas veces ni sabemos si existe una diferencia entre unos y otros. La cosa es complicada que hasta mi madre se opone a que deje la tranquilidad que ahora tengo en un país donde aún me siento extraña por volver a ese que ella llama infierno…empezando que hasta me tocará andar escoltada mientras y después de la campana, y para completar mis recursos económicos son mínimos casi nulos, lo cual es grave en un ambiente donde la gente vende el voto…
De otra parte, ese municipio se encuentra en el Pacífico, y se piensa que el turismo puede ser el motor económico, pero de nuevo, la violencia es sin duda un factor negativo para un sector tan delicado. De ahí que cualquier gobernante tiene que preocuparse por el aspecto seguridad y, desde mi perspectiva, por empleo (desarrollo económico del municipio, al que usted acertadamente se refiere), tiene que ser una prioridad mientras se va trabajando con programas a jóvenes, etc. He pensado, por ejemplo, que necesitamos incubadora de empresas que promueva la creación de planes de negocios y que financie estos planes a través de semilla capital NO REEMBOLSABLE. Habría que conseguir dinero de la cooperación internacional para este tipo de cosas.
De todas maneras, como bien usted dice, todos debemos ser parte de ese cambio que deseamos. Si usted(es) tiene idea de cómo puedo conseguir recursos económicos para este mi objetivo, valoro ampliamente la información. No me quiero extender más, pero mentar mi primer libro: “Revelaciones de una Fiscal Amenazada: De Telembi a Canadá” editorial Intermedio Editores, Colombia, por si le(s) interesa leerlo… es de anotar que el libro esta con mi seudónimo GABY MARQUEZ. El prólogo y también algunas de las cositas que escribo se pueden encontrar en la página electrónica de una ONG (sección documentos tanto en inglés como en español) de la cual soy fundadora, y está ubicada en mi pueblo (www.ongdespertar.com)
De nuevo, muchas, pero muchas gracias por tomarse el tiempo de escribir respondiendo mis inquietudes.
Con aprecio,
Elsi Angulo