Hechos del Callejón: Las mujeres y la construcción de la paz
Las mujeres colombianas se han comprometido con la paz de Colombia y lo han hecho con convicción y vigor. En las comunidades son eje fundamental para la prevención y resolución de conflictos; son ellas quienes toman la iniciativa de dar atención a las víctimas y, en muchos casos, han sido quienes han evitado el atropello de un familiar o un miembro de su comunidad.
En los procesos regionales y nacionales lideran las exigencias de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación. Y ante los desplazamientos masivos, donde sus hijos y ellas son los principales afectados, se han convertido en protagonistas de la reconstrucción y
de procesos de reconciliación. Sin embargo, la discriminación hacia la mujer que se ha practicado a lo largo de la historia aún se manifiesta en aspectos políticos, económicos y culturales. Esto dificulta escuchar sus clamores de protección para ejercer sus derechos, para acceder de manera equitativa a la justicia, para eliminar toda forma de violencia y reconocer sus esfuerzos constantes para construir sociedades más justas.
A través de su empoderamiento y el fortalecimiento de su ejercicio como ciudadanas, y de su participación activa y su liderazgo, las mujeres se han organizado de múltiples formas con el fin de incidir en espacios de toma de decisión y exigir que se reconozcan sus derechos, haya mayor equidad y se contrarresten los efectos diferenciados de los conflictos.
También se han organizado para que haya una atención a las necesidades específicas de mujeres y niñas, y para que en el enfoque de derechos humanos se dé énfasis en la igualdad al acceso, el trato, la protección y su participación en la toma de decisiones. Pero sus logros y contribuciones por la paz en las regiones y en los escenarios nacionales aún necesitan ser reconocidos e impulsados.
Este especial de Hechos del Callejón sobre las mujeres y la construcción de la paz quiere resaltar la labor que ellas están desempeñando en los distintos escenarios de la paz e impulsar el compromiso de las organizaciones, las entidades del Estado y la comunidad internacional para promover sus derechos, su liderazgo y su inclusión en las oportunidades de desarrollo. Esta publicación también quiere celebrar los 10 años de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (que se cumplirán el próximo año) por ser esta un hito en el reconocimiento del rol de las mujeres en los espacios de negociación, de toma de decisión y en la construcción de la paz y, además, porque reconoce la importancia de visibilizar el impacto diferenciado de los conflictos sobre sus vidas.
Las mujeres colombianas se han comprometido con la paz de Colombia y lo han hecho con convicción y vigor. En las comunidades son eje fundamental para la prevención y resolución de conflictos; son ellas quienes toman la iniciativa de dar atención a las víctimas y, en muchos casos, han sido quienes han evitado el atropello de un familiar o un miembro de su comunidad.
En los procesos regionales y nacionales lideran las exigencias de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación. Y ante los desplazamientos masivos, donde sus hijos y ellas son los principales afectados, se han convertido en protagonistas de la reconstrucción y
de procesos de reconciliación. Sin embargo, la discriminación hacia la mujer que se ha practicado a lo largo de la historia aún se manifiesta en aspectos políticos, económicos y culturales. Esto dificulta escuchar sus clamores de protección para ejercer sus derechos, para acceder de manera equitativa a la justicia, para eliminar toda forma de violencia y reconocer sus esfuerzos constantes para construir sociedades más justas.
A través de su empoderamiento y el fortalecimiento de su ejercicio como ciudadanas, y de su participación activa y su liderazgo, las mujeres se han organizado de múltiples formas con el fin de incidir en espacios de toma de decisión y exigir que se reconozcan sus derechos, haya mayor equidad y se contrarresten los efectos diferenciados de los conflictos.
También se han organizado para que haya una atención a las necesidades específicas de mujeres y niñas, y para que en el enfoque de derechos humanos se dé énfasis en la igualdad al acceso, el trato, la protección y su participación en la toma de decisiones. Pero sus logros y contribuciones por la paz en las regiones y en los escenarios nacionales aún necesitan ser reconocidos e impulsados.
Este especial de Hechos del Callejón sobre las mujeres y la construcción de la paz quiere resaltar la labor que ellas están desempeñando en los distintos escenarios de la paz e impulsar el compromiso de las organizaciones, las entidades del Estado y la comunidad internacional para promover sus derechos, su liderazgo y su inclusión en las oportunidades de desarrollo. Esta publicación también quiere celebrar los 10 años de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (que se cumplirán el próximo año) por ser esta un hito en el reconocimiento del rol de las mujeres en los espacios de negociación, de toma de decisión y en la construcción de la paz y, además, porque reconoce la importancia de visibilizar el impacto diferenciado de los conflictos sobre sus vidas.
