Mujeres, Paz y Seguridad

La Constitución Política de la República señala que las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y consagra los principios de igualdad ante la ley entre hombres y mujeres y de no discriminación.

En 2008, la resolución 1820 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se convirtió en la primera resolución en la que se reconocía la violencia sexual como táctica de guerra, ya sea cuando se utiliza de forma sistemática para lograr fines militares o políticos o cuando se recurre a ella de

Los enfoques regulares al conflicto y la reconstrucción no reconocen cómo los conflictos armados exacerban la desigualdad de género.

Esta publicación resalta el impacto particular que el conflicto produce en las mujeres y su rol en la construcción de la paz.

Esta guía brinda recomendaciones concretas con las siguientes metas: apoyar la participación de las mujeres en todas las etapas de un proceso de paz, promover negociaciones y acuerdos de paz sensibles al género y alentar la inserción de la perspectiva de género a lo largo de la implementación de

Las iniciativas de mujeres por la paz no nacen en un vacío. Existe una tradición histórica, un feminismo internacionalista opuesto a la guerra y la violencia. No es que ellas por nacer en un cuerpo de mujer sean mejores que los hombres.

En octubre de 2000, por primera vez en sus cincuenta años de historia, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas discutió y aprobó una Resolución, la 1325, en relación con las mujeres y los conflictos bélicos.

Esta colección de recursos sobre género y conflictos armados ilustra cómo la desigualdad de género se entrecruza con el conflicto armado y sus secuelas, resultando en una desventaja específica de género que a menudo pasa desapercibida.

Las interpretaciones convencionales de la guerra y sus secuelas pasan por alto el impacto que éstas tienen en las relaciones de género. La desigualdad de género data de antes del conflicto y con frecuencia es exacerbada por éste.