Marianela Paco Durán
iKNOW Politics: ¿Cuáles son, en su opinión, las tres estrategias principales que tienen que aplicarse para que la Ley contra el acoso y la violencia política hacia las mujeres (aprobada en mayo de 2012) sea efectivamente implementada en Bolivia?
Una acción o estrategia que pensamos poner en práctica es trabajar a nivel mediático: tenemos planificado desarrollar una serie de campañas en los medios de comunicación (que por cierto tienen obligación de difundir la ley) para lograr que hasta el último rincón del país esté informado de en qué consiste este marco normativo de protección de los derechos políticos de las mujeres.
De otro lado está el diálogo permanente en varios niveles con los cuatro órganos de poder que tenemos: establecer alianzas al nivel de entidades territoriales autónomas, otra de legisladoras a nivel nacional, a nivel departamental, a nivel municipal y así sucesivamente, que nos permitan hacer una reflexión y balances internos de forma permanente entre nuestro accionar, nuestra incidencia política y nuestro trabajo.
En paralelo, hay una tercera estrategia que consistirá en difundir la ley entre las mismas autoridades, en todos sus estamentos. Por ejemplo, hemos venido recibiendo denuncias de que el órgano judicial (quizá por su estructura machista o patriarcal) no entiende su aplicación y le cuesta aplicar la ley, pese a existir denuncias. En este sentido, el poder judicial está identificado como grupo específico sobre el que hay que trabajar.
iKNOW Politics: Todo el proceso que culminó con la dación de esta ley ha sido muy complejo y en él han intervenido muchos actores. Desde su posición como miembro de la Asamblea Legislativa Plurinacional ¿podría explicarnos qué rol tuvieron las y los diputados y senadores para que esta ley pudiera llegar aprobarse?
Para empezar hemos cambiado el nombre al proyecto de ley inicial. Se llamaba “Ley contra el acoso y la violencia política en razón de género”, y lo hemos denominado “Ley contra el acoso y la violencia política hacia las mujeres”. Hemos desarrollado en paralelo una estrategia con las organizaciones sociales, con una cumbre nacional de las 17 organizaciones de mujeres en el mes de julio del 2011, en la que expusimos este nuevo enfoque que tenía el proyecto de ley “solo para mujeres”.
El nuevo enfoque ha generado resistencias entre una gran parte de los colegas al interior de la Asamblea. Para vencerlas, el propio presidente Evo Morales ha asumido como prioritaria esa agenda, ha dado la línea de que esta normativa era importante, porque más allá de que él pueda tener la voluntad política de incluir y trabajar con mujeres, en otros espacios esto no se reflejaba así. Consciente de ello, su participación y su línea política ha sido muy importante para allanarnos este camino.
El aporte de datos estadísticos y de testimonios concretos de mujeres también ha ayudado; y desgraciadamente, también la realidad, ya que ahora hace un año una concejala fue asesinada, y ese hecho sirvió para que los parlamentarios también puedan entender y dimensionar la problemática en la que nos encontramos las mujeres en todos los espacios en los que el amedrentamiento, la persecución y todo tipo de presiones estaban materializándose con un alto riesgo.
Por último, también ha habido una alianza estratégica con la sociedad civil: primero hablamos con las organizaciones de mujeres, luego con ONGs privadas que nos han ayudado en el empuje para la aprobación de esta ley y su seguimiento. Merece mencionarse en particular el compromiso dela Asociaciónde Concejalas y Alcaldesas de Bolivia (ACOBOL), que ha sido determinante porque desde el momento de su constitución como organización de mujeres municipalistas, lo que han hecho es redactar registros de las distintas formas en que ellas sufren al ejercer su función político-pública en los diferentes espacios que se han logrado ocupar, y estos registros nos han sido muy útiles.
Pocos legisladores varones se han apropiado de esta lucha, de hecho son contados, pero hay que reconocer la organicidad y la disciplina interna de la bancada mayoritaria, pues nos ha facilitado tener esta normativa. Para entender la actitud de la bancada hay que recordar la actitud del presidente Evo Morales, que ha jugado un rol muy importante, tanto que los diputados que se oponían a la ley no votaron contra ella, sino que se limitaron a ausentarse de la cámara en el momento de la votación para que no constara su oposición.
iKNOW Politics: Como presidenta de la Unión de Mujeres Parlamentarias de Bolivia (Umpabol) ¿cuáles son los objetivos que se ha trazado para fortalecer este espacio?
Somos 266 mujeres entre titulares y suplentes juntando ambas cámaras (Cámara de Diputados y Senadores), las que pertenecemos a este grupo. Lo conformamos todas las legisladoras sin excepción.
Nos toca ahora planificar conversatorios internos de las mujeres con diferentes enfoques y especialidades que puedan fortalecer nuestra experiencia. Posteriormente trataremos de que repercutan en otros espacios. Concretamente, tenemos el desafío de consolidar una alianza entre autoridades de diferentes niveles, designadas y electas.
Las mujeres electas pueden ser asambleístas plurinacionales del legislativo, asambleístas departamentales o concejalas de municipios. En todos estos “entes deliberantes” hay mujeres, y necesitamos una alianza entre ellas para poder ir generando nuevos liderazgos, si del municipal pueden “saltar” al departamental, o del departamental al nacional, esa es una de las estrategias. Segundo, desarrollar un fortalecimiento interno a nivel de asambleístas nacionales para poder identificar y consolidar su gestión, dejando estas semillas para que luego puedan crecer a nivel público.
iKNOW Politics: ¿Qué métodos de financiamiento político ha encontrado como más efectivos para su carrera política?
Mi carrera política ha empezado con un financiamiento propio para mi campaña: hemos hecho un esfuerzo grande y un trabajo de puerta a puerta que se ha reducido, o más bien se ha ampliado a no “prebendalizar” la política. En cuanto a mi gestión ya como legisladora electa, el financiamiento lo veo de forma muy diferente, tiene que ver con generar alianzas interinstitucionales, como la lograda con los organismos internacionales, específicamente las agencias de cooperación que han prestado mucha financiación directa (con ONU-Mujeres es complicado porque todavía tiene su gestión de recursos concentrado en una organización no gubernamental). Concretamente, la campaña de sensibilización que hemos arrancado y que tendrá una duración de cinco meses se ha conseguido gracias a una alianza con al menos ocho instituciones internacionales.
iKNOW Politics: De acuerdo a su experiencia, ¿qué recomendaciones podría dar para que haya un mayor equilibrio entre hombres y mujeres en la cuestión del financiamiento político para las campañas?
En algunos partidos, como el que yo represento, la financiación es propia, los aportes de las y los militantes son distribuidos igualitaria y equitativamente; por eso creo que los partidos políticos u organizaciones políticas deben proveerse de recursos propios y desarrollar sus campañas en esa dimensión, como lo hacemos nosotras. Nuestro sistema Electoral prevé campaña electoral con recursos administrados directamente por el Ente estatal.
iKNOW Politics: ¿Cuáles son, en su opinión, las tres estrategias principales que tienen que aplicarse para que la Ley contra el acoso y la violencia política hacia las mujeres (aprobada en mayo de 2012) sea efectivamente implementada en Bolivia?
Una acción o estrategia que pensamos poner en práctica es trabajar a nivel mediático: tenemos planificado desarrollar una serie de campañas en los medios de comunicación (que por cierto tienen obligación de difundir la ley) para lograr que hasta el último rincón del país esté informado de en qué consiste este marco normativo de protección de los derechos políticos de las mujeres.
De otro lado está el diálogo permanente en varios niveles con los cuatro órganos de poder que tenemos: establecer alianzas al nivel de entidades territoriales autónomas, otra de legisladoras a nivel nacional, a nivel departamental, a nivel municipal y así sucesivamente, que nos permitan hacer una reflexión y balances internos de forma permanente entre nuestro accionar, nuestra incidencia política y nuestro trabajo.
En paralelo, hay una tercera estrategia que consistirá en difundir la ley entre las mismas autoridades, en todos sus estamentos. Por ejemplo, hemos venido recibiendo denuncias de que el órgano judicial (quizá por su estructura machista o patriarcal) no entiende su aplicación y le cuesta aplicar la ley, pese a existir denuncias. En este sentido, el poder judicial está identificado como grupo específico sobre el que hay que trabajar.
iKNOW Politics: Todo el proceso que culminó con la dación de esta ley ha sido muy complejo y en él han intervenido muchos actores. Desde su posición como miembro de la Asamblea Legislativa Plurinacional ¿podría explicarnos qué rol tuvieron las y los diputados y senadores para que esta ley pudiera llegar aprobarse?
Para empezar hemos cambiado el nombre al proyecto de ley inicial. Se llamaba “Ley contra el acoso y la violencia política en razón de género”, y lo hemos denominado “Ley contra el acoso y la violencia política hacia las mujeres”. Hemos desarrollado en paralelo una estrategia con las organizaciones sociales, con una cumbre nacional de las 17 organizaciones de mujeres en el mes de julio del 2011, en la que expusimos este nuevo enfoque que tenía el proyecto de ley “solo para mujeres”.
El nuevo enfoque ha generado resistencias entre una gran parte de los colegas al interior de la Asamblea. Para vencerlas, el propio presidente Evo Morales ha asumido como prioritaria esa agenda, ha dado la línea de que esta normativa era importante, porque más allá de que él pueda tener la voluntad política de incluir y trabajar con mujeres, en otros espacios esto no se reflejaba así. Consciente de ello, su participación y su línea política ha sido muy importante para allanarnos este camino.
El aporte de datos estadísticos y de testimonios concretos de mujeres también ha ayudado; y desgraciadamente, también la realidad, ya que ahora hace un año una concejala fue asesinada, y ese hecho sirvió para que los parlamentarios también puedan entender y dimensionar la problemática en la que nos encontramos las mujeres en todos los espacios en los que el amedrentamiento, la persecución y todo tipo de presiones estaban materializándose con un alto riesgo.
Por último, también ha habido una alianza estratégica con la sociedad civil: primero hablamos con las organizaciones de mujeres, luego con ONGs privadas que nos han ayudado en el empuje para la aprobación de esta ley y su seguimiento. Merece mencionarse en particular el compromiso dela Asociaciónde Concejalas y Alcaldesas de Bolivia (ACOBOL), que ha sido determinante porque desde el momento de su constitución como organización de mujeres municipalistas, lo que han hecho es redactar registros de las distintas formas en que ellas sufren al ejercer su función político-pública en los diferentes espacios que se han logrado ocupar, y estos registros nos han sido muy útiles.
Pocos legisladores varones se han apropiado de esta lucha, de hecho son contados, pero hay que reconocer la organicidad y la disciplina interna de la bancada mayoritaria, pues nos ha facilitado tener esta normativa. Para entender la actitud de la bancada hay que recordar la actitud del presidente Evo Morales, que ha jugado un rol muy importante, tanto que los diputados que se oponían a la ley no votaron contra ella, sino que se limitaron a ausentarse de la cámara en el momento de la votación para que no constara su oposición.
iKNOW Politics: Como presidenta de la Unión de Mujeres Parlamentarias de Bolivia (Umpabol) ¿cuáles son los objetivos que se ha trazado para fortalecer este espacio?
Somos 266 mujeres entre titulares y suplentes juntando ambas cámaras (Cámara de Diputados y Senadores), las que pertenecemos a este grupo. Lo conformamos todas las legisladoras sin excepción.
Nos toca ahora planificar conversatorios internos de las mujeres con diferentes enfoques y especialidades que puedan fortalecer nuestra experiencia. Posteriormente trataremos de que repercutan en otros espacios. Concretamente, tenemos el desafío de consolidar una alianza entre autoridades de diferentes niveles, designadas y electas.
Las mujeres electas pueden ser asambleístas plurinacionales del legislativo, asambleístas departamentales o concejalas de municipios. En todos estos “entes deliberantes” hay mujeres, y necesitamos una alianza entre ellas para poder ir generando nuevos liderazgos, si del municipal pueden “saltar” al departamental, o del departamental al nacional, esa es una de las estrategias. Segundo, desarrollar un fortalecimiento interno a nivel de asambleístas nacionales para poder identificar y consolidar su gestión, dejando estas semillas para que luego puedan crecer a nivel público.
iKNOW Politics: ¿Qué métodos de financiamiento político ha encontrado como más efectivos para su carrera política?
Mi carrera política ha empezado con un financiamiento propio para mi campaña: hemos hecho un esfuerzo grande y un trabajo de puerta a puerta que se ha reducido, o más bien se ha ampliado a no “prebendalizar” la política. En cuanto a mi gestión ya como legisladora electa, el financiamiento lo veo de forma muy diferente, tiene que ver con generar alianzas interinstitucionales, como la lograda con los organismos internacionales, específicamente las agencias de cooperación que han prestado mucha financiación directa (con ONU-Mujeres es complicado porque todavía tiene su gestión de recursos concentrado en una organización no gubernamental). Concretamente, la campaña de sensibilización que hemos arrancado y que tendrá una duración de cinco meses se ha conseguido gracias a una alianza con al menos ocho instituciones internacionales.
iKNOW Politics: De acuerdo a su experiencia, ¿qué recomendaciones podría dar para que haya un mayor equilibrio entre hombres y mujeres en la cuestión del financiamiento político para las campañas?
En algunos partidos, como el que yo represento, la financiación es propia, los aportes de las y los militantes son distribuidos igualitaria y equitativamente; por eso creo que los partidos políticos u organizaciones políticas deben proveerse de recursos propios y desarrollar sus campañas en esa dimensión, como lo hacemos nosotras. Nuestro sistema Electoral prevé campaña electoral con recursos administrados directamente por el Ente estatal.