Hermila Galindo, Esther Chapa, María Ríos Cárdenas, Margarita Robles y Elvia Carrillo Puerto. Estos nombres, hoy poco recordados, representan los cimientos de los derechos políticos de las mujeres en México. Sin ellas, el sistema jurídico no habría reconocido estos derechos, ni estaríamos viendo hoy a una mujer al frente del país. Fue gracias a su valentía que, tras años de lucha y sacrificio, las mexicanas ganaron el derecho al voto y a ser votadas el 17 de octubre de 1953.
Ellas abrieron las puertas para que hoy las mujeres tengan una representación casi paritaria en el Congreso, en el Poder Judicial y en la mayoría de los cargos de elección popular. Su labor permitió que hoy, 71 años después, se celebre un hecho histórico: la elección de la primera mujer presidenta de México.
El camino hacia la paridad de género: Logros y resistencia
A pesar de los avances, el camino hacia la igualdad ha sido arduo. El Tribunal Electoral ha sido clave para garantizar la participación de las mujeres en contiendas electorales, impulsando el concepto de paridad de género. Esta medida es hoy una realidad en los puestos de elección popular. Sin embargo, el reconocimiento constitucional de la paridad no ha eliminado las barreras. Las mujeres en política siguen enfrentando desafíos adicionales, desde cuestionamientos sobre su capacidad hasta resistencias dentro de sus propios partidos.
En ocasiones, a las mujeres se les pide “probar” sus méritos y capacidades, mientras sus compañeros varones son aceptados sin cuestionamientos. Esta situación refleja una realidad de género persistente: las mujeres en política deben constantemente justificar su lugar, mostrando más experiencia o logros para “demostrar” que son aptas para liderar.
Lea aquí el artículo completo publicado por La Verdad Noticias el 12 de noviembre de 2024.
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