Lena Hjelm-Wallén
A los 25 años, Hjelm-Wallén fue electa miembro del Parlamento sueco. Cinco años más tarde, cuando fue designada para integrar el gabinete, se convirtió en la parlamentaria más joven en llegar a ser Ministra. Durante sus 20 años en el gabinete sueco se desempeñó como Ministra de Educación y Asuntos Culturales, Viceprimera Ministra, Ministra de Relaciones Exteriores y Ministra con Responsabilidades Especiales en el Área de Cooperación para el Desarrollo Internacional. Hoy, entre otras responsabilidades, preside la Junta Directiva del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional).
iKNOW Politics: Señora Hjelm-Wallén, ¿podría compartir con nuestras y nuestros lectores experiencias de su trayectoria política?
Crecí en un pequeño pueblo en Suecia y fui la primera de mi familia en terminar la escuela secundaria. Tras estudiar en la Universidad de Uppsala, trabajé como maestra durante tres años. Participé en la delegación local del partido Social Demócrata durante tres años y en la juventud del partido, pero no de manera muy activa por entonces. En 1968, a los 25 años, la delegación de mi condado me pidió que me postulara para las elecciones parlamentarias, lo que realmente me sorprendió. Me nominaron tercera en la lista de candidatos(as), y como el partido obtuvo seis bancas para el condado, accedí al Parlamento
iKNOW Politics: ¿Piensa que hubiera postulado en las elecciones parlamentarias aunque no se lo hubieran pedido?
No, no lo creo, no en ese momento. Quizá si hubiera continuado en política en el ámbito regional me habría propuesto llegar más lejos. Después de cinco años en el Parlamento, el ya fallecido Primer Ministro Olof Palme me pidió que formara parte del gabinete como Ministra de Educación. A su primer pedido, le dije que no. En ese momento sentía que todavía era demasiado joven, y tenía una hija pequeña de cinco años. Palme insistió con la misma pregunta una y otra vez durante tres meses, y finalmente acepté. Antes de aceptar el cargo tuve largas charlas con mi familia. Es importante entender que se trata de un puesto que exige trabajar arduamente, por lo que el apoyo de la familia es vital para desempeñarse en él.
iKNOW Politics: Hoy en Suecia, tenemos 47% de mujeres en el Parlamento, sin embargo la realidad era otra en 1969 cuando usted ingresó. Entonces la proporción de mujeres era de sólo 16%. ¿El hecho de que fuera mujer influyó en su modo de actuar?
Si, ciertamente la composición del Parlamento actual no se parece en nada a la de mis comienzos, pero sobresalía más el hecho de que fuera tan joven. En ese momento el partido necesitaba experiencia y renovación. Ser mujer era tan sólo un adicional. En el partido acordamos que de las seis bancas que obtuvimos para mi condado, por lo menos una debía ocuparla una mujer. Ese tipo de pensamiento se originaba en gran medida en la dirigencia del partido. El Primer Ministro Olof Palme y su sucesor Ingvar Carlsson trabajaban en pos de lograr una composición más equitativa del partido. Sé que la esposa de Palme, Lisbeth Palme, presionó particularmente por la igualdad, y en 1974 creció el número de mujeres en el gabinete; en un gabinete de 20 miembros, cinco éramos mujeres. A fines de la década de 1970 se decía en la dirigencia del partido que la igualdad de género debía ser una regla y se recomendaba a los distritos partidarios nombrar mujeres y lograr una paridad de género de entre 40 y 60%. Pero no existía ley al respecto.
iKNOW Politics: ¿Qué cambios concretos hizo usted durante su mandato para beneficiar a las mujeres, y cuál considera que fue el mayor logro en su paso por el gobierno?
Durante mi período de actuación en el Parlamento, el tema más importante que se trató fue el proceso de reforma del sistema impositivo y de seguridad social. Logramos que marido y mujer fueran considerados individuos con los mismos derechos y responsabilidades económicas dentro de la familia. Ese fue un paso hacia la igualdad. De mi período de Ministra de Educación, la reforma más práctica para la mujer fue la del trabajo interno en la escuela. Antes de la reforma, los niños(as) solían tener un bloque libre en la mitad del día, y entonces, ¿cómo hacía la madre o el padre para cuidar de los más pequeños? Tenían que quedarse en casa para ir al colegio a cuidar a los niños durante el bloque libre. Considerar la jornada escolar como día laborable permitió que ambos padres trabajaran la jornada completa. En ese sentido, otra decisión importante fue servir el almuerzo en el colegio, pero ese cambio se logró antes de mi mandato. Como Ministra de Educación, influí también en el plan de estudios para que incluyera cuestiones de género. No necesité innovar demasiado, pero me aseguré de mejorar la implementación concreta de lo que decía el plan de estudios. Durante mi mandato como Ministra de Cooperación para el Desarrollo Internacional en la década de 1980, capitalicé mi experiencia según la cual apoyar a las mujeres implica invertir en el futuro, porque muchas veces ese apoyo significa que toda la familia se beneficie. Un buen ejemplo de ello son los micro créditos del banco Grameen. Por supuesto que un hombre también podría haber concretado reformas políticas como las mencionadas, pero creo que fue más natural para mí siendo mujer. Y lo que es aún más importante, ser Ministra implica ser un ejemplo, un modelo para otros. Creo que fue muy bueno que la gente viera que una mujer común podía serlo y también tener una familia.
iKNOW Politics: ¿Cómo trabaja hoy y qué hace para influir en la sociedad y continuar beneficiando a las mujeres más allá de lo realizado en su anterior actividad oficial?
Luego de mi trabajo político, o mejor dicho, ministerial, ingresé en el mundo de las ONGs. Como presidenta del Comité Sueco Afgano (Swedish Afghanistan Committee) y del Centro Internacional Olof Palme (Olof Palme International Center), trabajo a favor de los derechos humanos de las mujeres a través de muchos proyectos pequeños. El Comité Afgano siempre se ocupó de temas relacionados con la salud y con la educación de las mujeres en especial. En Suecia ya no es necesario probar que las mujeres son iguales a los hombres, pero en muchos otros países del mundo, sí. Es algo por lo que todas las mujeres debemos atravesar. La igualdad de género no puede lograrse de manera inmediata, debe hacerse paso a paso. La experiencia me indica que no es imposible influir en la dirigencia de los partidos políticos. Pero para lograr una igualdad de género más fluida, hay que asegurarse de que esos cambios alcancen el nivel local donde la comprensión de la corrección política no está generalizada. Mi país, donde la brecha de género no es tan grande, está muy avanzado en comparación con otros. Llegar a la igualdad en países en desarrollo llevará más tiempo, ya que la pobreza en sí misma genera desigualdad.
iKNOW Politics: ¿Se considera alguien que conscientemente aspira a la igualdad de la mujer, o esa aspiración es un aspecto de su trabajo?
A través de los años se convirtió en un aspecto del trabajo. Sin embargo, cada vez tomo más conciencia de la importancia de trabajar con acciones directas para promover la igualdad de género. Cuando empecé trataba de integrar la igualdad en el sentido de igualdad para todos de un modo natural. Pero debe existir un enfoque directo centrado en las mujeres para que puedan alcanzar la igualdad de género.
iKNOW Politics: Pasando a un hecho bastante actual, usted encabezó la comisión electoral responsable de la elección del nuevo dirigente del partido más grande de Suecia, el Social Demócrata, y la persona elegida fue Mona Sahlin, la primera mujer en ocupar ese cargo. ¿Elegir a una mujer fue una decisión consciente?
El proceso de selección de candidatos para la elección del presidente del partido es algo de lo que estoy muy orgullosa. Cuando comenzamos con los procedimientos electorales decidimos que por primera vez consultaríamos directamente a los miembros del partido acerca de las características que querían que tuviera el nuevo presidente del partido. Los miembros conversaron en sus correspondientes delegaciones, y el debate que se originó fue muy interesante: querían a alguien capaz de escucharlos y de comunicarse con ellos. Lo que también estaba claro es que querían un cambio; después de 117 años de sólo hombres en ese cargo de liderazgo, querían una mujer. El sistema partidario sueco maduró muchísimo en los últimos años, y hoy podemos ver muchas mujeres en la dirigencia del partido. Teníamos cinco mujeres muy calificadas y todas podían ser buenas candidatas, por lo que habría sido una pena que no se hubiese elegido a alguna. Pero claro que no podíamos excluir a los hombres de la lista definitiva. Finalmente, fue el partido el que eligió a una mujer.
iKNOW Politics: ¿Qué les aconsejaría a otras mujeres líderes y candidatas que tratan de progresar en sus carreras políticas? Y como usted dijo previamente, hoy hay más mujeres que también compiten entre sí. ¿Qué opina al respecto?
Las mujeres no deben tener miedo a competir entre sí, ni con los hombres, especialmente. Al comienzo de mi carrera había muy poca relación entre las mujeres. Éramos cinco mujeres en el gabinete pero nunca nos reuníamos sin los hombres. Hoy es muy distinto, y es bastante común que las mujeres se junten incluso más allá de la actividad del partido. Cuando era Ministra de Relaciones Exteriores agradecí mucho la invitación de Madeleine Albright a formar un grupo de mujeres ministras de relaciones exteriores. Creo que es importante fortalecerse con otros(as). Cuando uno está en política, es muy importante rodearse de personas en quienes confiar y que lo ayuden a centrarse en lo importante cuando los medios comienzan a atacar aspectos o entrometerse en asuntos personales. Creo que la situación anterior puede presentar más dificultades a las mujeres que a los hombres. A otras mujeres líderes y candidatas les diría: 1) Trabajar interrelacionadas con otras mujeres es muy importante 2) Rodéense de personas buenas y calificadas que las apoyen y las ayuden a mantenerse centradas en lo importante. 3) Reparen en la importancia de los conocimientos. La visión y la ambición no son suficientes. Se esperará de ustedes que sepan todas las respuestas, aún en relación con detalles básicos. Es como en el colegio; ¡hay que hacer los deberes! Deben tener ambos, visión y conocimientos.
Esta entrevista fue realizada por Camilla Hansson, Asistente de Investigación, IDEA Internacional y Rita Taphorn, Oficial de Programa, IDEA Internacional.
A los 25 años, Hjelm-Wallén fue electa miembro del Parlamento sueco. Cinco años más tarde, cuando fue designada para integrar el gabinete, se convirtió en la parlamentaria más joven en llegar a ser Ministra. Durante sus 20 años en el gabinete sueco se desempeñó como Ministra de Educación y Asuntos Culturales, Viceprimera Ministra, Ministra de Relaciones Exteriores y Ministra con Responsabilidades Especiales en el Área de Cooperación para el Desarrollo Internacional. Hoy, entre otras responsabilidades, preside la Junta Directiva del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional).
iKNOW Politics: Señora Hjelm-Wallén, ¿podría compartir con nuestras y nuestros lectores experiencias de su trayectoria política?
Crecí en un pequeño pueblo en Suecia y fui la primera de mi familia en terminar la escuela secundaria. Tras estudiar en la Universidad de Uppsala, trabajé como maestra durante tres años. Participé en la delegación local del partido Social Demócrata durante tres años y en la juventud del partido, pero no de manera muy activa por entonces. En 1968, a los 25 años, la delegación de mi condado me pidió que me postulara para las elecciones parlamentarias, lo que realmente me sorprendió. Me nominaron tercera en la lista de candidatos(as), y como el partido obtuvo seis bancas para el condado, accedí al Parlamento
iKNOW Politics: ¿Piensa que hubiera postulado en las elecciones parlamentarias aunque no se lo hubieran pedido?
No, no lo creo, no en ese momento. Quizá si hubiera continuado en política en el ámbito regional me habría propuesto llegar más lejos. Después de cinco años en el Parlamento, el ya fallecido Primer Ministro Olof Palme me pidió que formara parte del gabinete como Ministra de Educación. A su primer pedido, le dije que no. En ese momento sentía que todavía era demasiado joven, y tenía una hija pequeña de cinco años. Palme insistió con la misma pregunta una y otra vez durante tres meses, y finalmente acepté. Antes de aceptar el cargo tuve largas charlas con mi familia. Es importante entender que se trata de un puesto que exige trabajar arduamente, por lo que el apoyo de la familia es vital para desempeñarse en él.
iKNOW Politics: Hoy en Suecia, tenemos 47% de mujeres en el Parlamento, sin embargo la realidad era otra en 1969 cuando usted ingresó. Entonces la proporción de mujeres era de sólo 16%. ¿El hecho de que fuera mujer influyó en su modo de actuar?
Si, ciertamente la composición del Parlamento actual no se parece en nada a la de mis comienzos, pero sobresalía más el hecho de que fuera tan joven. En ese momento el partido necesitaba experiencia y renovación. Ser mujer era tan sólo un adicional. En el partido acordamos que de las seis bancas que obtuvimos para mi condado, por lo menos una debía ocuparla una mujer. Ese tipo de pensamiento se originaba en gran medida en la dirigencia del partido. El Primer Ministro Olof Palme y su sucesor Ingvar Carlsson trabajaban en pos de lograr una composición más equitativa del partido. Sé que la esposa de Palme, Lisbeth Palme, presionó particularmente por la igualdad, y en 1974 creció el número de mujeres en el gabinete; en un gabinete de 20 miembros, cinco éramos mujeres. A fines de la década de 1970 se decía en la dirigencia del partido que la igualdad de género debía ser una regla y se recomendaba a los distritos partidarios nombrar mujeres y lograr una paridad de género de entre 40 y 60%. Pero no existía ley al respecto.
iKNOW Politics: ¿Qué cambios concretos hizo usted durante su mandato para beneficiar a las mujeres, y cuál considera que fue el mayor logro en su paso por el gobierno?
Durante mi período de actuación en el Parlamento, el tema más importante que se trató fue el proceso de reforma del sistema impositivo y de seguridad social. Logramos que marido y mujer fueran considerados individuos con los mismos derechos y responsabilidades económicas dentro de la familia. Ese fue un paso hacia la igualdad. De mi período de Ministra de Educación, la reforma más práctica para la mujer fue la del trabajo interno en la escuela. Antes de la reforma, los niños(as) solían tener un bloque libre en la mitad del día, y entonces, ¿cómo hacía la madre o el padre para cuidar de los más pequeños? Tenían que quedarse en casa para ir al colegio a cuidar a los niños durante el bloque libre. Considerar la jornada escolar como día laborable permitió que ambos padres trabajaran la jornada completa. En ese sentido, otra decisión importante fue servir el almuerzo en el colegio, pero ese cambio se logró antes de mi mandato. Como Ministra de Educación, influí también en el plan de estudios para que incluyera cuestiones de género. No necesité innovar demasiado, pero me aseguré de mejorar la implementación concreta de lo que decía el plan de estudios. Durante mi mandato como Ministra de Cooperación para el Desarrollo Internacional en la década de 1980, capitalicé mi experiencia según la cual apoyar a las mujeres implica invertir en el futuro, porque muchas veces ese apoyo significa que toda la familia se beneficie. Un buen ejemplo de ello son los micro créditos del banco Grameen. Por supuesto que un hombre también podría haber concretado reformas políticas como las mencionadas, pero creo que fue más natural para mí siendo mujer. Y lo que es aún más importante, ser Ministra implica ser un ejemplo, un modelo para otros. Creo que fue muy bueno que la gente viera que una mujer común podía serlo y también tener una familia.
iKNOW Politics: ¿Cómo trabaja hoy y qué hace para influir en la sociedad y continuar beneficiando a las mujeres más allá de lo realizado en su anterior actividad oficial?
Luego de mi trabajo político, o mejor dicho, ministerial, ingresé en el mundo de las ONGs. Como presidenta del Comité Sueco Afgano (Swedish Afghanistan Committee) y del Centro Internacional Olof Palme (Olof Palme International Center), trabajo a favor de los derechos humanos de las mujeres a través de muchos proyectos pequeños. El Comité Afgano siempre se ocupó de temas relacionados con la salud y con la educación de las mujeres en especial. En Suecia ya no es necesario probar que las mujeres son iguales a los hombres, pero en muchos otros países del mundo, sí. Es algo por lo que todas las mujeres debemos atravesar. La igualdad de género no puede lograrse de manera inmediata, debe hacerse paso a paso. La experiencia me indica que no es imposible influir en la dirigencia de los partidos políticos. Pero para lograr una igualdad de género más fluida, hay que asegurarse de que esos cambios alcancen el nivel local donde la comprensión de la corrección política no está generalizada. Mi país, donde la brecha de género no es tan grande, está muy avanzado en comparación con otros. Llegar a la igualdad en países en desarrollo llevará más tiempo, ya que la pobreza en sí misma genera desigualdad.
iKNOW Politics: ¿Se considera alguien que conscientemente aspira a la igualdad de la mujer, o esa aspiración es un aspecto de su trabajo?
A través de los años se convirtió en un aspecto del trabajo. Sin embargo, cada vez tomo más conciencia de la importancia de trabajar con acciones directas para promover la igualdad de género. Cuando empecé trataba de integrar la igualdad en el sentido de igualdad para todos de un modo natural. Pero debe existir un enfoque directo centrado en las mujeres para que puedan alcanzar la igualdad de género.
iKNOW Politics: Pasando a un hecho bastante actual, usted encabezó la comisión electoral responsable de la elección del nuevo dirigente del partido más grande de Suecia, el Social Demócrata, y la persona elegida fue Mona Sahlin, la primera mujer en ocupar ese cargo. ¿Elegir a una mujer fue una decisión consciente?
El proceso de selección de candidatos para la elección del presidente del partido es algo de lo que estoy muy orgullosa. Cuando comenzamos con los procedimientos electorales decidimos que por primera vez consultaríamos directamente a los miembros del partido acerca de las características que querían que tuviera el nuevo presidente del partido. Los miembros conversaron en sus correspondientes delegaciones, y el debate que se originó fue muy interesante: querían a alguien capaz de escucharlos y de comunicarse con ellos. Lo que también estaba claro es que querían un cambio; después de 117 años de sólo hombres en ese cargo de liderazgo, querían una mujer. El sistema partidario sueco maduró muchísimo en los últimos años, y hoy podemos ver muchas mujeres en la dirigencia del partido. Teníamos cinco mujeres muy calificadas y todas podían ser buenas candidatas, por lo que habría sido una pena que no se hubiese elegido a alguna. Pero claro que no podíamos excluir a los hombres de la lista definitiva. Finalmente, fue el partido el que eligió a una mujer.
iKNOW Politics: ¿Qué les aconsejaría a otras mujeres líderes y candidatas que tratan de progresar en sus carreras políticas? Y como usted dijo previamente, hoy hay más mujeres que también compiten entre sí. ¿Qué opina al respecto?
Las mujeres no deben tener miedo a competir entre sí, ni con los hombres, especialmente. Al comienzo de mi carrera había muy poca relación entre las mujeres. Éramos cinco mujeres en el gabinete pero nunca nos reuníamos sin los hombres. Hoy es muy distinto, y es bastante común que las mujeres se junten incluso más allá de la actividad del partido. Cuando era Ministra de Relaciones Exteriores agradecí mucho la invitación de Madeleine Albright a formar un grupo de mujeres ministras de relaciones exteriores. Creo que es importante fortalecerse con otros(as). Cuando uno está en política, es muy importante rodearse de personas en quienes confiar y que lo ayuden a centrarse en lo importante cuando los medios comienzan a atacar aspectos o entrometerse en asuntos personales. Creo que la situación anterior puede presentar más dificultades a las mujeres que a los hombres. A otras mujeres líderes y candidatas les diría: 1) Trabajar interrelacionadas con otras mujeres es muy importante 2) Rodéense de personas buenas y calificadas que las apoyen y las ayuden a mantenerse centradas en lo importante. 3) Reparen en la importancia de los conocimientos. La visión y la ambición no son suficientes. Se esperará de ustedes que sepan todas las respuestas, aún en relación con detalles básicos. Es como en el colegio; ¡hay que hacer los deberes! Deben tener ambos, visión y conocimientos.
Esta entrevista fue realizada por Camilla Hansson, Asistente de Investigación, IDEA Internacional y Rita Taphorn, Oficial de Programa, IDEA Internacional.