Orsinia Polanco
“Ser mujer no es sinónimo de inferioridad, y ese es un mensaje directo para las mujeres indígenas. Conozco muchas mujeres indígenas que se consideran inferiores a los hombres y es lamentable tener esa mentalidad. Hay que quitarse de la mente el miedo a los hombres. Yo pienso que debe haber mucho carácter en la mujer para salir adelante. Es como decir “yo soy la que puedo, yo soy más que usted” pero sin decirlo, demostrándolo con hechos”. – Orsinia Polanco
iKNOW Politics: Muchas gracias por su tiempo Orsinia, quisiera comenzar pidiéndole que nos cuente algo acerca de su trayectoria. ¿Cómo se inicia su interés en la política, qué le inspira? Y en particular ¿de qué manera le ha afectado el hecho de ser mujer, y mujer indígena?
Antes que nada un saludo cordial, muchas gracias por esta entrevista. Para mi es un honor y un orgullo representar a todas las mujeres colombianas en el Congreso de mi país. Pero no es fácil -le cuento que no es fácil-, es muy difícil, porque soy la primera mujer indígena que llega al Congreso en la historia de Colombia. La política la llevo en la sangre, mi padre fue un hombre político, un “palabrero”, un indígena que dentro de las comunidades indígenas resolvía los conflictos. Yo estoy desde los 13 años en movimientos políticos gracias a él, porque él era quien me vinculaba. A mí siempre me ha gustado la política. Fui candidata al consejo de mi municipio a los 18 años, en Guajira. Mi mamá no estuvo de acuerdo en que yo continuara en la política, porque le parecía muy cansado. Mi papá traía mucha gente a casa, y ella atendiendo a todos. Fue mi visión, mi interés, lo que me llevó a la política. Vi mucha necesidad en mi comunidad indígena.
Vi que no había una voz propia, autónoma, de nosotras las mujeres, y muchos indígenas me propusieron que participara, que me postulara. Entonces me postulé a nivel nacional. Yo he trabajado en la corporación autónoma regional de la Guajira como secretaria bilingüe de asuntos indígenas del departamento de la Guajira; como profesora en la Universidad Nacional; y en la Universidad Católica como administrativa. En la Universidad Javeriana he sido profesora de lenguas indígenas y de pensamiento indígena. Siempre he resaltado mi cultura y lengua Wayúu, en el país y a nivel internacional. Tengo una maestría en Lingüística en la Universidad Nacional. Me llena de orgullo y de satisfacción, porque soy una persona joven y además mujer, y me ha tocado luchar muy duro. A la mujer se le han cerrado los espacios en los escenarios de la política, porque sigue predominando el machismo. La mujer es la que está en la casa, y cuando es activista es la que le busca los votos al hombre, la que vende las empanadas para financiarle la campaña. En el mejor de los casos la mujer es valorada como activista, pero no por su capacidad intelectual o política. A la mujer la tienen escondida, no la dejan salir.
iKNOW Politics: ¿Cómo fue el proceso de su candidatura? ¿Con qué partido o movimiento participa? ¿Hubo problemas para que la incluyeran en la lista?
Yo soy parte del Polo Democrático Alternativo, el único partido aquí en Colombia que da participación a las comunidades étnicas. En su estatuto se reconoce como un partido pluriétnico y pluricultural. Como yo era estudiante de la Maestría en la Universidad Nacional y también profesora, me di cuenta de la mayoría de mis profesores(as) y compañeros(as) eran del Polo Democrático. Me llamó mucho la atención de que el actual presidente del partido fue miembro de la Corte Constitucional y defendió de manera férrea a los indígenas, las sentencias que sacaba eran a favor de los indígenas, preservando sus valores, usos y costumbres, y respetando su jurisdicción. Es raro encontrar a personas de esa categoría que nos respeten a nosotros, los(as) indígenas. Por eso me uní al Polo Democrático. Y cuando llegué, no tuve rechazo, al menos de manera explícita, pero sí tuve que competir porque hubo quienes propusieron a un indígena hombre, porque pensaron que como mujer no era digna de llegar a una curul.
Entonces competí con el indígena hombre, que había sacado 17,000 votos cuatro años atrás, y le gané porque nos pidieron que exponga cada uno su propuesta. El hombre ni siquiera tenía propaganda, no tenía sede, yo tenía sede y propaganda, mi propuesta política era muy clara, defendiendo a la mujer, a la niñez, y a los pueblos indígenas. La votación fue mayoritaria a mi favor. Gané por la capacidad que tengo, por ser responsable, por estar al día en todo, y ser organizada. En organización la mujer le gana al hombre, ellos pensaron que yo no estaba preparada, pero me volví fuerte, fortísima, y mi discurso fue muy fundamentado y argumentado.
iKNOW Politics: Ha hablado mucho sobre el apoyo que le dio su padre, quien era una persona política, ¿de qué manera su cultura originaria ha facilitado u obstaculizado su participación política?
En el caso de la cultura Wayúu, la mujer es la que representa al hombre en casi todos los escenarios políticos, sociales y económicos. Esto es historia, mi papá me decía que la mujer debía salir a las calles, porque la mujer es sagrada y no puede ser sacrificada. Nosotras, las mujeres Wayúu, cuando cumplimos doce años, que es la etapa de la pubertad, estamos preparadas para ser mujer, para presentarnos en sociedad, y ser esposa, así como para representar a toda la comunidad en los diferentes escenarios políticos, sociales y económicos. Por eso, la mujer es la que representa a la comunidad en general, porque se le da ese rol, esa función; en otras culturas indígenas de Colombia, no existe eso. Yo soy afortunada porque nací en la cultura Wayúu, en donde tenemos un sistema matrilineal, en donde la mujer es la que da las órdenes, la que organiza, la que representa.
Afortunadamente no tuve problemas en mi propia comunidad para participar, por el contrario los hombres indígenas de mi comunidad estaban felices conmigo y muy orgullosos, me dicen “usted tiene que volver a salir, porque usted nos ha representado muy bien”, en ningún momento se han opuesto. Las otras culturas indígenas del país hacen lo posible y lo imposible para obstaculizar mi trabajo. Ellos dicen que un hombre debe estar acá, porque el machismo en Colombia es muy fuerte, tanto entre los arijunas –los no indígenas-, como entre los propios indígenas de otras culturas.
iKNOW Politics: ¿Podría señalarnos cuáles han sido las principales estrategias que ha utilizado para poder mantenerse en el cargo y realizar sus metas?
Bueno, uno es la tolerancia, la comprensión, que se debe tener con las y los demás colegas. En la Cámara de Representantes, las mujeres somos muy pocas: de 166 integrantes, 13 mujeres, casi nada. A veces llega el momento de la plenaria y somos dos mujeres, y mujer indígena sólo yo. Entonces para avanzar hay que ser tolerantes e ir ganando poco a poco aliados(as). Por otro lado hay que preparase mucho y siempre, usar la habilidad intelectual para desarrollar proyectos de ley y luego argumentarlos. Pero quizás lo más importante es saber sortear las situaciones coyunturales, propias de la política. Aquí no solamente tratamos los proyectos de ley, tenemos que velar por la situación integral del país. Es el caso de los indígenas, hemos llevado adelante algunos paros, reclamando nuestros derechos.
Por lo que el gobierno nacional nos ha tratado de terroristas, entonces tengo que enfrentar esta situación porque todos(as) me piden explicaciones al mismo tiempo, como avispas. Cuando recién llegué no sabía el manejo político, protocolar, diplomático. Yo presentaba mis argumentos, porque estaba en contra de un proyecto de ley, y todos(as) me atacaban porque querían que la votación fuera por consenso. Yo decía que no, alzaba un poco la voz, perdía el control cuando hablaba, me sulfuraba mucho. Ahora les aclaro, con mucho respeto y diplomacia, soy más estratégica, he aprendido mucho. Les digo que el presidente es de todos y todas las colombianos, y que yo soy colombiana, y que los y las indígenas también somos colombianos, que tienen que entender por qué estoy en contra. Les doy mis argumentos y me ven como más preparada. Nunca hablo cuando no estoy preparada, así conozca el tema, prefiero quedarme callada. Y así han aprendido a respetarme.
iKNOW Politics: ¿Ha tenido alguna experiencia particularmente desagradable durante su ejercicio, alguna situación en la que se haya sentido discriminada por ser mujer indígena? ¿Cuáles son las principales lecciones que sacó de esas experiencias?
Una de las que más recuerdo, y además muy dolorosa, fue cuando me pisaron la manta, mi ropa indígena. Mi vestimenta indígena es bastante larga, y un día llegué, y necesitaba utilizar el baño. Cuando salí del baño y corría a votar en contra de un proyecto, varios hombres, se pusieron de acuerdo y me pisaron la vestimenta y me atranqué. Yo me dije ¿qué es esto? Estuve a punto de denunciar el hecho, me puse muy mal, me pareció terrible que me hicieran eso. Pensaba: estoy en un país democrático, en una cámara legislativa, con personas pensantes… Llegó el momento en que la sesión se levantó y yo quedé muy sola. Había otra mujer en el recinto pero desapareció y no dijo nada. Y yo me preguntaba ¿será por ser mujer? ¿será para que yo no vote? ¿será que no tengo personas aliadas acá?
¡Tengo que buscar aliados! Entonces empecé a buscarlos y soy aliada de muchos ahora. Los he aprendido a conocer. La principal lección es que después de un debate muy fuerte, muy argumentado, en el que una ha sido muy crítica, hay que volverse una mujer súper amable, súper querida, sonreírles. Entonces no hay que demostrarles ni susceptibilidad, ni sensibilidad, nada. Hay un amigo mío que dice, que la mejor arma que puede tener con su enemigo es la amabilidad. Usted puede destruir la indiferencia de un enemigo con un gran abrazo, demostrándole amabilidad, así una esté ofendida.
iKNOW Politics: Las bancadas femeninas parlamentarias han tenido mucha acogida a nivel regional, y han resultado ser un mecanismo importante para la promoción de la mujer en política. ¿Cuál es tu opinión sobre la Comisión Accidental de Mujeres del Congreso Colombiano?
Es excelente que todas las mujeres nos unamos en la Comisión Accidental de Mujeres. Hemos estado en foros, formamos parte del Grupo Parlamentario Interamericano (GPI) y hemos compartido con mujeres de Costa Rica, del Perú, de Ecuador y otros países. Me parece un escenario excelente para nosotras las mujeres, porque eso hace que podamos discutir temas políticos y no políticos. Yo creo que la Comisión Accidental de Mujeres no debe desaparecer en ningún caso, porque es ahí donde nosotros nos olvidamos del color político, de la influencia de los hombres y empezamos a crear estrategias muy importantes y a mirar propuestas de políticas públicas que beneficien a la mujer.
iKNOW Politics: ¿Cómo ha afectado, en su opinión, el conflicto interno colombiano la participación política de la mujer, en particular de la mujer indígena?
El conflicto interno es muy lamentable, se ha derramado mucha sangre, muchos y muchas indígenas han sido víctimas del desplazamiento forzado interno. A muchas mujeres les ha tocado irse a las ciudades con sus niños y niñas en brazos, y se han ido a la indigencia, a la mendicidad. El apoyo por parte del estado ha sido nulo para los y las indígenas. Hemos perdido muchas tierras, por eso actualmente estamos haciendo marchas por todo el país, frente al incumplimiento por parte del gobierno nacional de devolver a los indígenas las tierras que les arrebataron. Tenemos que pararnos, organizarnos y decirle al gobierno que si existimos, y que necesitamos las tierras para poder subsistir. Con el desplazamiento forzoso, las mujeres sufren mucho, más cuando son de una comunidad que tiene valores, usos y costumbres propios. Comienzan a perderlos, porque empiezan a crecer en la ciudad, y eso puede llegar a la extinción de la propia cultura.
iKNOW Politics: ¿Qué piensa del trabajo en redes, de las alianzas? ¿Han sido importantes en su experiencia política?
Me parece que son muy importantes. Ayudan a la difusión de la existencia de la mujer en la política, si muchas personas no saben que existo en Colombia -y más como primera mujer indígena-, pues yo creo que con esta entrevista me van a conocer. Y esto pondrá más fuerza del lado de las mujeres indígenas y no indígenas, y fortalecerá nuestra participación en la política. El desconocimiento hace que se cometan errores, pero si nos conocemos, a través de las redes, entonces empiezan las conexiones y se puede aprender mucho. El conocimiento que se puede lograr sobre políticas públicas a nivel internacional es de gran ayuda. Y eso es el resultado de trabajar en red. Así podemos dar a conocer lo que estamos haciendo, y al mismo tiempo nos podemos preparar más para participar de manera eficiente en el Congreso de la República.
iKNOW Politics: ¿Qué consejos, que sugerencias le daría a mujeres jóvenes, especialmente mujeres indígenas, que están interesadas en participar en política?
En primer lugar, ser muy fuertes. Y en segundo lugar, prepararse muy bien, para demostrar que somos capaces y que nada es imposible en esta vida. Ser mujer no es sinónimo de inferioridad, y ese es un mensaje directo para las mujeres indígenas. Conozco muchas mujeres indígenas que se consideran inferiores a los hombres y es lamentable tener esa mentalidad. Hay que quitarse de la mente el miedo a los hombres. Yo pienso que debe haber mucho carácter en la mujer para salir adelante. Es como decir “yo soy la que puedo, yo soy más que usted” pero sin decirlo, demostrándolo con hechos. Eso es lo que hace que uno llegue a la política. Yo no llegué a la política con plata, yo llegué haciendo campañas, a pie, dando conocer mis propuestas políticas, y saqué 29,599 votos.
iKNOW Politics: ¿Cuáles son sus planes para promover la participación de la mujer en política, y sobre todo de la mujer indígena? ¿Cómo le gustaría ser recordada? ¿Qué legado le gustaría dejar?
El primer lugar en mi agenda como mujer indígena lo ocupa el defender arduamente los derechos de los pueblos indígenas, sea sus derechos humanos, o su derecho a la tierra, para que puedan cultivar y así subsistir. Tengo que preocuparme por la educación, la salud; mirar todas esas esferas, en donde los indígenas necesitamos ser tomados en cuenta. Dentro de mi agenda también está el seguir dándome a conocer, ser un ejemplo para la mujer, no sólo colombiana, que mis anécdotas, mis experiencias lleguen al último rincón del planeta. Como legado, más que ser reelegida, quisiera lograr que en mi territorio indígena Wayúu haya agua. Esas son tierras desérticas, donde la gente no tiene agua ni siquiera para tomar, los animales se están muriendo de sed.
Nosotros vivimos en un territorio de frontera y es en Venezuela en donde hay agua, en el lago Maracaibo y el Río Limón, ¿por qué no buscamos la manera de traer el agua por un tubo, así como se lleva el gas de Colombia para Venezuela? Me gustaría ser recordada como una mujer radical, defensora de la mujer, de los indígenas. Seguir avanzando en la política, quien sabe si llegar a ser presidente. Para eso debo prepárame mejor, hacer un doctorado, salir al exterior y regresar para seguir luchando por los derechos de las mujeres en Colombia. Este país nunca ha tenido una presidenta, ¿por qué no serlo yo? Quisiera no sólo resolver la problemática de la mujer, sino también resolver la problemática del país. Aquí no solamente sufren los indígenas, sino los campesinos que son desplazados, aquí hay personas que viven en la ciudad, pero son personas pobres. En Colombia hay mucha inequidad y yo quisiera que haya una verdadera democracia.
“Ser mujer no es sinónimo de inferioridad, y ese es un mensaje directo para las mujeres indígenas. Conozco muchas mujeres indígenas que se consideran inferiores a los hombres y es lamentable tener esa mentalidad. Hay que quitarse de la mente el miedo a los hombres. Yo pienso que debe haber mucho carácter en la mujer para salir adelante. Es como decir “yo soy la que puedo, yo soy más que usted” pero sin decirlo, demostrándolo con hechos”. – Orsinia Polanco
iKNOW Politics: Muchas gracias por su tiempo Orsinia, quisiera comenzar pidiéndole que nos cuente algo acerca de su trayectoria. ¿Cómo se inicia su interés en la política, qué le inspira? Y en particular ¿de qué manera le ha afectado el hecho de ser mujer, y mujer indígena?
Antes que nada un saludo cordial, muchas gracias por esta entrevista. Para mi es un honor y un orgullo representar a todas las mujeres colombianas en el Congreso de mi país. Pero no es fácil -le cuento que no es fácil-, es muy difícil, porque soy la primera mujer indígena que llega al Congreso en la historia de Colombia. La política la llevo en la sangre, mi padre fue un hombre político, un “palabrero”, un indígena que dentro de las comunidades indígenas resolvía los conflictos. Yo estoy desde los 13 años en movimientos políticos gracias a él, porque él era quien me vinculaba. A mí siempre me ha gustado la política. Fui candidata al consejo de mi municipio a los 18 años, en Guajira. Mi mamá no estuvo de acuerdo en que yo continuara en la política, porque le parecía muy cansado. Mi papá traía mucha gente a casa, y ella atendiendo a todos. Fue mi visión, mi interés, lo que me llevó a la política. Vi mucha necesidad en mi comunidad indígena.
Vi que no había una voz propia, autónoma, de nosotras las mujeres, y muchos indígenas me propusieron que participara, que me postulara. Entonces me postulé a nivel nacional. Yo he trabajado en la corporación autónoma regional de la Guajira como secretaria bilingüe de asuntos indígenas del departamento de la Guajira; como profesora en la Universidad Nacional; y en la Universidad Católica como administrativa. En la Universidad Javeriana he sido profesora de lenguas indígenas y de pensamiento indígena. Siempre he resaltado mi cultura y lengua Wayúu, en el país y a nivel internacional. Tengo una maestría en Lingüística en la Universidad Nacional. Me llena de orgullo y de satisfacción, porque soy una persona joven y además mujer, y me ha tocado luchar muy duro. A la mujer se le han cerrado los espacios en los escenarios de la política, porque sigue predominando el machismo. La mujer es la que está en la casa, y cuando es activista es la que le busca los votos al hombre, la que vende las empanadas para financiarle la campaña. En el mejor de los casos la mujer es valorada como activista, pero no por su capacidad intelectual o política. A la mujer la tienen escondida, no la dejan salir.
iKNOW Politics: ¿Cómo fue el proceso de su candidatura? ¿Con qué partido o movimiento participa? ¿Hubo problemas para que la incluyeran en la lista?
Yo soy parte del Polo Democrático Alternativo, el único partido aquí en Colombia que da participación a las comunidades étnicas. En su estatuto se reconoce como un partido pluriétnico y pluricultural. Como yo era estudiante de la Maestría en la Universidad Nacional y también profesora, me di cuenta de la mayoría de mis profesores(as) y compañeros(as) eran del Polo Democrático. Me llamó mucho la atención de que el actual presidente del partido fue miembro de la Corte Constitucional y defendió de manera férrea a los indígenas, las sentencias que sacaba eran a favor de los indígenas, preservando sus valores, usos y costumbres, y respetando su jurisdicción. Es raro encontrar a personas de esa categoría que nos respeten a nosotros, los(as) indígenas. Por eso me uní al Polo Democrático. Y cuando llegué, no tuve rechazo, al menos de manera explícita, pero sí tuve que competir porque hubo quienes propusieron a un indígena hombre, porque pensaron que como mujer no era digna de llegar a una curul.
Entonces competí con el indígena hombre, que había sacado 17,000 votos cuatro años atrás, y le gané porque nos pidieron que exponga cada uno su propuesta. El hombre ni siquiera tenía propaganda, no tenía sede, yo tenía sede y propaganda, mi propuesta política era muy clara, defendiendo a la mujer, a la niñez, y a los pueblos indígenas. La votación fue mayoritaria a mi favor. Gané por la capacidad que tengo, por ser responsable, por estar al día en todo, y ser organizada. En organización la mujer le gana al hombre, ellos pensaron que yo no estaba preparada, pero me volví fuerte, fortísima, y mi discurso fue muy fundamentado y argumentado.
iKNOW Politics: Ha hablado mucho sobre el apoyo que le dio su padre, quien era una persona política, ¿de qué manera su cultura originaria ha facilitado u obstaculizado su participación política?
En el caso de la cultura Wayúu, la mujer es la que representa al hombre en casi todos los escenarios políticos, sociales y económicos. Esto es historia, mi papá me decía que la mujer debía salir a las calles, porque la mujer es sagrada y no puede ser sacrificada. Nosotras, las mujeres Wayúu, cuando cumplimos doce años, que es la etapa de la pubertad, estamos preparadas para ser mujer, para presentarnos en sociedad, y ser esposa, así como para representar a toda la comunidad en los diferentes escenarios políticos, sociales y económicos. Por eso, la mujer es la que representa a la comunidad en general, porque se le da ese rol, esa función; en otras culturas indígenas de Colombia, no existe eso. Yo soy afortunada porque nací en la cultura Wayúu, en donde tenemos un sistema matrilineal, en donde la mujer es la que da las órdenes, la que organiza, la que representa.
Afortunadamente no tuve problemas en mi propia comunidad para participar, por el contrario los hombres indígenas de mi comunidad estaban felices conmigo y muy orgullosos, me dicen “usted tiene que volver a salir, porque usted nos ha representado muy bien”, en ningún momento se han opuesto. Las otras culturas indígenas del país hacen lo posible y lo imposible para obstaculizar mi trabajo. Ellos dicen que un hombre debe estar acá, porque el machismo en Colombia es muy fuerte, tanto entre los arijunas –los no indígenas-, como entre los propios indígenas de otras culturas.
iKNOW Politics: ¿Podría señalarnos cuáles han sido las principales estrategias que ha utilizado para poder mantenerse en el cargo y realizar sus metas?
Bueno, uno es la tolerancia, la comprensión, que se debe tener con las y los demás colegas. En la Cámara de Representantes, las mujeres somos muy pocas: de 166 integrantes, 13 mujeres, casi nada. A veces llega el momento de la plenaria y somos dos mujeres, y mujer indígena sólo yo. Entonces para avanzar hay que ser tolerantes e ir ganando poco a poco aliados(as). Por otro lado hay que preparase mucho y siempre, usar la habilidad intelectual para desarrollar proyectos de ley y luego argumentarlos. Pero quizás lo más importante es saber sortear las situaciones coyunturales, propias de la política. Aquí no solamente tratamos los proyectos de ley, tenemos que velar por la situación integral del país. Es el caso de los indígenas, hemos llevado adelante algunos paros, reclamando nuestros derechos.
Por lo que el gobierno nacional nos ha tratado de terroristas, entonces tengo que enfrentar esta situación porque todos(as) me piden explicaciones al mismo tiempo, como avispas. Cuando recién llegué no sabía el manejo político, protocolar, diplomático. Yo presentaba mis argumentos, porque estaba en contra de un proyecto de ley, y todos(as) me atacaban porque querían que la votación fuera por consenso. Yo decía que no, alzaba un poco la voz, perdía el control cuando hablaba, me sulfuraba mucho. Ahora les aclaro, con mucho respeto y diplomacia, soy más estratégica, he aprendido mucho. Les digo que el presidente es de todos y todas las colombianos, y que yo soy colombiana, y que los y las indígenas también somos colombianos, que tienen que entender por qué estoy en contra. Les doy mis argumentos y me ven como más preparada. Nunca hablo cuando no estoy preparada, así conozca el tema, prefiero quedarme callada. Y así han aprendido a respetarme.
iKNOW Politics: ¿Ha tenido alguna experiencia particularmente desagradable durante su ejercicio, alguna situación en la que se haya sentido discriminada por ser mujer indígena? ¿Cuáles son las principales lecciones que sacó de esas experiencias?
Una de las que más recuerdo, y además muy dolorosa, fue cuando me pisaron la manta, mi ropa indígena. Mi vestimenta indígena es bastante larga, y un día llegué, y necesitaba utilizar el baño. Cuando salí del baño y corría a votar en contra de un proyecto, varios hombres, se pusieron de acuerdo y me pisaron la vestimenta y me atranqué. Yo me dije ¿qué es esto? Estuve a punto de denunciar el hecho, me puse muy mal, me pareció terrible que me hicieran eso. Pensaba: estoy en un país democrático, en una cámara legislativa, con personas pensantes… Llegó el momento en que la sesión se levantó y yo quedé muy sola. Había otra mujer en el recinto pero desapareció y no dijo nada. Y yo me preguntaba ¿será por ser mujer? ¿será para que yo no vote? ¿será que no tengo personas aliadas acá?
¡Tengo que buscar aliados! Entonces empecé a buscarlos y soy aliada de muchos ahora. Los he aprendido a conocer. La principal lección es que después de un debate muy fuerte, muy argumentado, en el que una ha sido muy crítica, hay que volverse una mujer súper amable, súper querida, sonreírles. Entonces no hay que demostrarles ni susceptibilidad, ni sensibilidad, nada. Hay un amigo mío que dice, que la mejor arma que puede tener con su enemigo es la amabilidad. Usted puede destruir la indiferencia de un enemigo con un gran abrazo, demostrándole amabilidad, así una esté ofendida.
iKNOW Politics: Las bancadas femeninas parlamentarias han tenido mucha acogida a nivel regional, y han resultado ser un mecanismo importante para la promoción de la mujer en política. ¿Cuál es tu opinión sobre la Comisión Accidental de Mujeres del Congreso Colombiano?
Es excelente que todas las mujeres nos unamos en la Comisión Accidental de Mujeres. Hemos estado en foros, formamos parte del Grupo Parlamentario Interamericano (GPI) y hemos compartido con mujeres de Costa Rica, del Perú, de Ecuador y otros países. Me parece un escenario excelente para nosotras las mujeres, porque eso hace que podamos discutir temas políticos y no políticos. Yo creo que la Comisión Accidental de Mujeres no debe desaparecer en ningún caso, porque es ahí donde nosotros nos olvidamos del color político, de la influencia de los hombres y empezamos a crear estrategias muy importantes y a mirar propuestas de políticas públicas que beneficien a la mujer.
iKNOW Politics: ¿Cómo ha afectado, en su opinión, el conflicto interno colombiano la participación política de la mujer, en particular de la mujer indígena?
El conflicto interno es muy lamentable, se ha derramado mucha sangre, muchos y muchas indígenas han sido víctimas del desplazamiento forzado interno. A muchas mujeres les ha tocado irse a las ciudades con sus niños y niñas en brazos, y se han ido a la indigencia, a la mendicidad. El apoyo por parte del estado ha sido nulo para los y las indígenas. Hemos perdido muchas tierras, por eso actualmente estamos haciendo marchas por todo el país, frente al incumplimiento por parte del gobierno nacional de devolver a los indígenas las tierras que les arrebataron. Tenemos que pararnos, organizarnos y decirle al gobierno que si existimos, y que necesitamos las tierras para poder subsistir. Con el desplazamiento forzoso, las mujeres sufren mucho, más cuando son de una comunidad que tiene valores, usos y costumbres propios. Comienzan a perderlos, porque empiezan a crecer en la ciudad, y eso puede llegar a la extinción de la propia cultura.
iKNOW Politics: ¿Qué piensa del trabajo en redes, de las alianzas? ¿Han sido importantes en su experiencia política?
Me parece que son muy importantes. Ayudan a la difusión de la existencia de la mujer en la política, si muchas personas no saben que existo en Colombia -y más como primera mujer indígena-, pues yo creo que con esta entrevista me van a conocer. Y esto pondrá más fuerza del lado de las mujeres indígenas y no indígenas, y fortalecerá nuestra participación en la política. El desconocimiento hace que se cometan errores, pero si nos conocemos, a través de las redes, entonces empiezan las conexiones y se puede aprender mucho. El conocimiento que se puede lograr sobre políticas públicas a nivel internacional es de gran ayuda. Y eso es el resultado de trabajar en red. Así podemos dar a conocer lo que estamos haciendo, y al mismo tiempo nos podemos preparar más para participar de manera eficiente en el Congreso de la República.
iKNOW Politics: ¿Qué consejos, que sugerencias le daría a mujeres jóvenes, especialmente mujeres indígenas, que están interesadas en participar en política?
En primer lugar, ser muy fuertes. Y en segundo lugar, prepararse muy bien, para demostrar que somos capaces y que nada es imposible en esta vida. Ser mujer no es sinónimo de inferioridad, y ese es un mensaje directo para las mujeres indígenas. Conozco muchas mujeres indígenas que se consideran inferiores a los hombres y es lamentable tener esa mentalidad. Hay que quitarse de la mente el miedo a los hombres. Yo pienso que debe haber mucho carácter en la mujer para salir adelante. Es como decir “yo soy la que puedo, yo soy más que usted” pero sin decirlo, demostrándolo con hechos. Eso es lo que hace que uno llegue a la política. Yo no llegué a la política con plata, yo llegué haciendo campañas, a pie, dando conocer mis propuestas políticas, y saqué 29,599 votos.
iKNOW Politics: ¿Cuáles son sus planes para promover la participación de la mujer en política, y sobre todo de la mujer indígena? ¿Cómo le gustaría ser recordada? ¿Qué legado le gustaría dejar?
El primer lugar en mi agenda como mujer indígena lo ocupa el defender arduamente los derechos de los pueblos indígenas, sea sus derechos humanos, o su derecho a la tierra, para que puedan cultivar y así subsistir. Tengo que preocuparme por la educación, la salud; mirar todas esas esferas, en donde los indígenas necesitamos ser tomados en cuenta. Dentro de mi agenda también está el seguir dándome a conocer, ser un ejemplo para la mujer, no sólo colombiana, que mis anécdotas, mis experiencias lleguen al último rincón del planeta. Como legado, más que ser reelegida, quisiera lograr que en mi territorio indígena Wayúu haya agua. Esas son tierras desérticas, donde la gente no tiene agua ni siquiera para tomar, los animales se están muriendo de sed.
Nosotros vivimos en un territorio de frontera y es en Venezuela en donde hay agua, en el lago Maracaibo y el Río Limón, ¿por qué no buscamos la manera de traer el agua por un tubo, así como se lleva el gas de Colombia para Venezuela? Me gustaría ser recordada como una mujer radical, defensora de la mujer, de los indígenas. Seguir avanzando en la política, quien sabe si llegar a ser presidente. Para eso debo prepárame mejor, hacer un doctorado, salir al exterior y regresar para seguir luchando por los derechos de las mujeres en Colombia. Este país nunca ha tenido una presidenta, ¿por qué no serlo yo? Quisiera no sólo resolver la problemática de la mujer, sino también resolver la problemática del país. Aquí no solamente sufren los indígenas, sino los campesinos que son desplazados, aquí hay personas que viven en la ciudad, pero son personas pobres. En Colombia hay mucha inequidad y yo quisiera que haya una verdadera democracia.