Martha Roldós
“Estoy en política porque quiero que pasen ciertas cosas y que no pasen otras. En función de eso veré con quién me junto, con quién hablo; y también con quién no me junto, y con quién no hablo. Si me pongo a pensar a quién le tomaron la foto o quién habla ante las cámaras y me peleo por eso, entonces rompo las causas y estoy perdida, peor aun: las causas están perdidas”. - Martha Roldós
iKNOW Politics: Usted viene de una familia de políticos, ¿cómo influencian esos antecedentes en su participación en política?
Mi padre, Jaime Roldós Aguilera, siendo presidente del Ecuador (1979-1981), murió junto con mi madre en 1981. Su avión se estrelló en circunstancias que nunca fueron esclarecidas. Un hermano de mi madre también fue presidente de la república, Abdalá Bucarám (1996-1997). A éste yo le hice oposición. Mi ex esposo, es sobrino de Omar Torrijos, ex presidente de Panamá. Si bien estuve al margen de la política activa, ésta siempre me interesó. Estudié economía, política internacional y sociología. He estado todo el tiempo leyendo, siguiendo la política del país. El hermano de mi padre, León Roldós, fue socialista y llegó a ser vicepresidente de la república (1981-1984). Él fundó un movimiento que es justamente la Red Ética y Democracia en el que yo milito. Si bien yo hice política universitaria en su momento, recién con las elecciones del 2006 ingresé a la política nacional.
En ese año fui electa como diputada del Congreso Nacional, junto con el gobierno del presidente Rafael Correa Delgado (el gobierno entró en funciones en enero de 2007). Estuve seis meses como diputada y luego renuncié para lanzar mi candidatura a la Asamblea Nacional Constituyente. Se trataba de un proyecto que impulsamos desde la Red Ética y Democracia. La Asamblea Constituyente era una aspiración de los movimientos sociales, de los movimientos políticos progresistas, de muchas y muchos ciudadanos. Fui electa como miembro de la Asamblea que funcionó entre noviembre del 2007 y julio del 2008. Después de aprobada la nueva constitución (2008) entró en funciones un régimen de transición que incluía una Comisión Legislativa de Fiscalización (octubre 2008 - febrero 2009) en la que algunas(os) de las(os) asambleístas continuamos cumpliendo funciones de legislar y fiscalizar. Siempre he estado en una línea de centro izquierda, creo que cada vez más hacia la izquierda, con un profundo interés por los temas ambientales, por los temas de género. Para mí los temas ambientales son vitales, la defensa del ambiente es la defensa de la vida. Se trata de una de las causas más importantes de los movimientos sociales, de los movimientos indígenas. Es una vertiente de la política con la que yo me identifico enormemente.
iKNOW Politics: En estos años Ecuador ha vivido acelerados cambios, ¿cómo ve usted el proceso de la agenda de las mujeres, en particular en relación con su participación política?
Creo que en Ecuador, en los últimos años, hemos avanzado. Hemos estado buscando la paridad a través de la ley, pero lo más importante es que hemos avanzado en la práctica: el momento en que más participación femenina hemos tenido ha sido justamente la Asamblea Constituyente. Se presentaron muchas listas lideradas por mujeres. Eso significó un cambio cualitativo. Allí logramos no sólo la paridad, sino también la alternabilidad en las listas. Porque antes en una lista, digamos de dieciocho, ponían a las nueve mujeres al final. Ahora hay que alternar. De hecho en la Asamblea Constituyente llegamos a cerca del 40%. Cuando se eligió la Comisión Legislativa de Fiscalización, algunas(os) nos opusimos a que se recortara el número de asambleístas, porque considerábamos que era muy difícil mantener a la vez la proporcionalidad de provincias, la proporcionalidad por fuerza política y la proporcionalidad por género.
Para variar fue sacrificada la proporcionalidad por género. Ahora bien, no necesariamente la presencia de mujeres implica que la agenda de mujeres avance. Quienes más presionaron contra la agenda de las mujeres, en términos de salud sexual y reproductiva, fueron otras mujeres, las mujeres de los partidos de la derecha. Tenían un programa, yo diría un menú, igual al que vemos en otros países de América Latina, inspirado en las posiciones de El Vaticano, de ciertas iglesias protestantes y del gobierno de George Bush (ex presidente de Estados Unidos, 2001-2009). Sus posiciones eran contrarias a las de agencias internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que fue una de las fuentes de inspiración para muchas asambleístas en materia de mujer y género.
iKNOW Politics: Las cuotas no bastan, dicen un gran número de especialistas y los estudios lo demuestran; otras leyes afirmativas en favor de las mujeres que tampoco bastan, tendrían que estar acompañadas de toda una estructura socio normativa. En base a su experiencia ¿qué estrategias cree que deberían implementarse para avanzar en cambios estructurales en este terreno?
Efectivamente no basta con las cuotas en las candidaturas, aquí el logro más grande que tuvimos fue el obtener la alternabilidad en las listas. Hay que buscar que se designen más mujeres y que éstas lleguen al parlamento. Creo que debería haber una normativa interna dentro de los propios partidos políticos para que tomen con seriedad las candidaturas de las mujeres. En muchos casos las candidaturas son ofrecidas a las reinas de belleza, como una forma de atraer votos. Para que la cuota sea efectiva los partidos deben tener canales de participación de las mujeres que están en sus filas, así se evitaría que las candidaturas femeninas vayan a manos de mujeres ajenas a los partidos pero que tienen notoriedad o un espacio en los medios de comunicación.
Por otro lado, y esto es muy interesante, la participación política de las mujeres no se reduce a los partidos y las elecciones. Hay otras formas de participación como la que yo realizo, por ejemplo, al vincularme con los grupos que están contra la ley minera. Gran parte de quienes lideran la defensa de las comunidades contra la minería son mujeres, y son mujeres a las que hay que darles un mayor espacio. Creo que eso es interesante. Cuando una va a las luchas comunitarias, por soberanía alimentaria, por el agua, en contra de la minería, ahí es cuando una encuentra más mujeres con un nivel de compromiso y decisión muy alto. Tenemos muchas compañeras que han sido criminalizadas como Lina Solano, por su lucha contra la minería, o Esther Landeta, amenazada de muerte por sicarios. Es interesante ver como en esos otros espacios de la política, las mujeres han cobrado mucha relevancia y son usualmente las más perseguidas.
iKNOW Politics: Y en relación con la sociedad ¿qué estrategias le parecen las más efectivas para contrarrestar las visiones machistas, patriarcales, que deslegitiman el reclamo de equidad por parte de las mujeres?
Creo debería haber una estrategia comunicacional que contrarreste los contenidos machistas que están generalizados en la sociedad. Pero también las mujeres que estamos en política tenemos que empoderarnos en nuestro rol y no dejarnos intimidar. La forma más común de intimidar a una mujer es amenazarla con que van a revelarse aspectos de su vida personal, asuntos que en la vida de un hombre no tendrían ninguna relevancia. Es momento de que las mujeres en política empecemos a decir: sí, ¿y qué? Yo supe de una mujer de la derecha que dejó de hacer oposición en el momento que el presidente de Ecuador (Rafael Correa Delgado) dijo en una cadena radial que era una mujer de dudosa reputación. No estoy de acuerdo con ninguna de las posiciones de esa mujer, pero nadie tiene derecho a atacarla de esa manera.
Nosotras no estamos cuestionando la reputación de nadie, ni aludiendo a los compañeros o compañeras sexuales que tengan los hombres que están en política. Una de las primeras cosas que habría que hacer es tomar medidas de fuerte sanción frente a estas campañas, sea con quien sea el que las haga. Se trata de discriminaciones inaceptables. Es muy difícil cuando las y los hijos de una escuchan eso, no es fácil para la mayor parte de las mujeres, y sin embargo una tiene que enseñarle a las y los hijos a decir “sí ¿y qué?, mi vida privada es mi vida privada”. Se tiene que empezar a respetar la vida privada de las mujeres que estamos en política, no tiene por qué ser objeto de escarnio ni de debate político. Deberíamos ser más fuertes en la normativa. Debería considerarse como otra forma del acoso, como otra forma de discriminación, venga de donde venga. Por último, creo que es muy importante el asunto del financiamiento de las campañas de las mujeres. Es mucho más difícil para las mujeres que para los hombres conseguir financiamiento para sus campañas. Se vuelve complicado, se convierte en un asunto personal, habría que comenzar a pensar en este asunto.
iKNOW Politics: La Asociación de Mujeres Municipalistas de Ecuador (AMUME) ha elaborado un proyecto de ley sobre el acoso y violencia contra la mujer involucrada en política. ¿Qué piensa al respecto?
Conozco la iniciativa, me la presentó Margarita Carranco, presidenta de AMUME. Muchas mujeres han sido amenazadas. Quizás en los espacios parlamentarios pasa menos porque somos más visibles, pasa mucho en los espacios municipales, sobre todo con las concejalas. Yo tengo una amiga concejala, de mi propio movimiento, que en Santo Domingo ha sido intimidada, por denuncias que ella presentó por corrupción contra el Alcalde. La amenaza entonces forma parte del juego político, y en comunidades pequeñas es la amenaza física. En el caso de las mujeres es más grave aún, porque a la amenaza física se une la velada amenaza de otro tipo de agresiones, agresiones de tipo sexual, el comentario impropio, o el acoso.
iKNOW Politics: Los pueblos indígenas son muy relevantes en la región, y Ecuador es uno de los países más representativos al respecto. ¿Cómo ve la situación de las mujeres indígenas ecuatorianas en política? ¿Qué proyecciones les ve hacia el futuro?
Hay mujeres indígenas ecuatorianas en política como Mónica Chuji, representante no sólo de las mujeres indígenas sino de las mujeres en general, quien defiende con mucha fuerza los temas de salud sexual y reproductiva. Recuerdo la destacada participación de mujeres de los movimientos sociales del Chimborazo, por ejemplo la compañera Cucuri, que llegó a demandar que cuando se les reconociera los derechos a los pueblos ancestrales, se pusiera ahí también la salvedad de que ellos también tenían que respetar los derechos de las mujeres. Aquí, en Ecuador, hemos tenido una participación creciente y muy destacada, desde Nina Pacari, pasando por Lourdes Vivan, Dolores Cacuango, Blanca Chancoso, y muchas otras cuyos nombres se me escapan. Hay que alentar este proceso, las compañeras están demandando un espacio en sus comunidades y en la colectividad, ese espacio debe ser respetado por todas y todos.
iKNOW Politics: ¿Qué retos ha significado para usted el tener que desenvolverse en un ambiente predominantemente masculino como es la política? ¿Cómo superó esos retos?
Cuando llegué al Congreso Nacional éramos seis legisladoras(es) de la Red Ética y Democracia y decidieron nombrarme jefa de bancada. Esto resultó muy incómodo para algunos de los otros jefes de bloque; incluso uno de ellos no se dirigía a mí, se dirigía a sus compañeros cada vez que quería negociar algo. Ellos le decían: “no, la encargada de eso es Martha, tienes que hablar con Martha”, pero él no lo hacía porque habíamos tenido un impasse por otros temas. Al final su bloque lo tuvo que cambiar y pusieron a alguien que pudiera dialogar conmigo al igual que con las y los demás. Creo que una tiene que hacerse respetar, al principio cuesta trabajo, una llega tímida, como un poco asustada. Una de las cosas que una aprende cuando está en política es que no debe tener miedo de que digan que es una bruja. Una puede ser una bruja para las y los abusivos, y ser generosa, tener su corazón, su mente y sus manos abiertas, para las causas que la necesitan.
iKNOW Politics: ¿Y qué estrategias recomendaría para hacer alianza con los hombres en función de la equidad para las mujeres?
Yo trabajo muy bien con los hombres, con la mayor parte de ellos. Lo primero es tener sentido del humor, saber dialogar y ser franca, poner las cartas sobre la mesa: qué quiero, qué quieres tú. En la medida de que una no ande con rodeos, será capaz de fomentar las alianzas que quiere o necesita. Si alguien anda con rodeos probablemente esconde que no quiere ser aliado tuyo. Creo que en esta época los tiempos son breves y las causas urgentes. Tenemos que ir de frente con franqueza, con camaradería, con sentido del humor, eso es para mí lo más importante. Al principio pueden mirarla a uno por sobre el hombro, pero todos terminan reconociendo la capacidad de trabajo cuando una llega antes que ellos, sabe más que ellos y se va después que ellos. Claro que esto es muy difícil e injusto, porque una debería poder estar a la par y no estar haciendo más, pero al principio siempre es una tarea de hacer mucho más. Ese siempre ha sido el rol de las mujeres: hacer mucho más. De lo que se trata es de demostrar que una está tan o más preparada y capacitada que cualquiera de los hombres.
iKNOW Politics: En su trayectoria ha tenido la oportunidad de trabajar en redes, en alianzas, ¿qué han significado para usted?
He participado en redes más bien coyunturales, y he trabajado muy bien tanto con grupos de mujeres como con ambientalistas en diversos temas puntuales. Lo fundamental para que funcionen es que una demuestre compromiso con la causa común. Si es así, una puede estar impulsando o puede estar liderando, no interesa. Creo que las luchas por protagonismo son dañinas, hay que construir el liderazgo, sin buscarlo. Ahora una ve que hay muchos programas de liderazgo y a mí me parece que alimentan el arribismo político. Muchos de esos programas están vacíos de contenido, no hablan de las causas que tenemos que defender sino de los lugares que se pretende ocupar. Puede ser que se llegue muy arriba, pero vacíos, y al final de cuentas las y los “nuevos líderes” van a hacer lo mismo que hicieron los otros. Si una asume una causa y lo hace con pasión, con entrega, probablemente al final termine liderando. A mi no me gusta liderar ciertas causas, si alguien puede hacer algo mejor que yo, yo no tengo problema en dejarle el espacio. A veces, cuando una se compromete a fondo con una causa, se da cuenta que pocas personas están dispuestas a hacer lo que una está dispuesta a hacer. Ese es el liderazgo que vale la pena, el liderazgo que nace de abrazar realmente una causa. Y no el liderazgo que nace de que yo quiero poner mi nombre por arriba del de los demás. Estoy en política porque quiero que pasen ciertas cosas y que no pasen otras. En función de eso veré con quién me junto, con quién hablo; y también con quién no me junto, y con quién no hablo. Si me pongo a pensar a quién le tomaron la foto o quién habla ante las cámaras y me peleo por eso, entonces rompo las causas y estoy perdida, peor aún: las causas están perdidas.
iKNOW Politics: ¿Qué consejos le daría a aquellas mujeres jóvenes –no solamente del Ecuador sino de la región- que están interesadas en acceder a la política, pero lo ven como algo inaccesible?
Puede sonar curioso, pero muchos pensarán que mi caso es el de la niña que quiere ser trapecista porque toda su familia lo ha sido. Como que suena fácil. Otro es el caso de la niña que llega del circo a su casa y dice yo también quisiera estar en el circo. Sin embargo yo conozco muchas mujeres que están haciendo un gran papel en política, sin haber tenido historia familiar en la política. De hecho yo rechacé por mucho tiempo el hacer política y entré, no por el apellido, sino porque quería pelear por determinadas causas, porque tenía un programa que quería defender. Y eso fue más de veinte años después de la muerte de mis padres. Cuando una entra en algo es porque tiene pasión por lo que hace. Una va encontrando los caminos. Mi recomendación para cualquier persona, no solo para quienes entran en política, es que hagan lo que quieran hacer en esta vida, que busquen hacer lo que les apasione. No podría aguantar a alguna gente que tengo que aguantar, o pelearme con la que tengo que pelear, si no tuviera pasión, si no hubiera cosas que apasionadamente defiendo. Si no, mejor estaría en mi casa cuidando flores.
iKNOW Politics: ¿Tiene algún comentario final?
Tengo la experiencia de que una nunca sabe si al día siguiente va a estar viva o muerta. Esa es una lección de vida. Por eso, siempre trato de hacer lo mejor que puedo con lo que tengo, en el tiempo que tengo. No sé dónde estaré dentro de algunos meses, probablemente siga en política, tengo muchas cosas por las que quiero pelear, tengo un país al que amo profundamente. He vivido en muchas partes con gente muy buena. En general las y los latinos son gente muy buena, son gente a la que uno ama, con la que se compromete entrañablemente. Aunque es gente que a veces no protesta como debería, cosa que me indigna. Recuerdo cuando hablaba con unas y unos trabajadores muy explotados de las plantaciones bananeras, y uno me decía que le había caído un tóxico y había perdido la vista de un ojo y todo el cabello.
Y con gran sencillez me dice: “bueno, parece que tuve mala suerte y se me maduró el ojito”. Eso no es mala suerte, le dije, “a usted lo han explotado, a usted lo han hecho usar un tóxico que internacionalmente está prohibido, a usted nadie le avisó”. Eso es una injusticia. Y da ganas de seguir peleando. En mi vida he hecho muchas cosas, he sido estudiante, he sido profesora, he hecho encuestas, parte de la infancia de mi hija estuve solamente de ama de casa. Una siempre puede tener etapas en la vida, hay un camino que me ha traído hasta acá, y que probablemente me siga llevando más allá. Invito a la gente que quiera pelear por causas a participar en política, a los que quieran ver su nombre en la marquesina, solamente eso, mejor que se dediquen al show business.
“Estoy en política porque quiero que pasen ciertas cosas y que no pasen otras. En función de eso veré con quién me junto, con quién hablo; y también con quién no me junto, y con quién no hablo. Si me pongo a pensar a quién le tomaron la foto o quién habla ante las cámaras y me peleo por eso, entonces rompo las causas y estoy perdida, peor aun: las causas están perdidas”. - Martha Roldós
iKNOW Politics: Usted viene de una familia de políticos, ¿cómo influencian esos antecedentes en su participación en política?
Mi padre, Jaime Roldós Aguilera, siendo presidente del Ecuador (1979-1981), murió junto con mi madre en 1981. Su avión se estrelló en circunstancias que nunca fueron esclarecidas. Un hermano de mi madre también fue presidente de la república, Abdalá Bucarám (1996-1997). A éste yo le hice oposición. Mi ex esposo, es sobrino de Omar Torrijos, ex presidente de Panamá. Si bien estuve al margen de la política activa, ésta siempre me interesó. Estudié economía, política internacional y sociología. He estado todo el tiempo leyendo, siguiendo la política del país. El hermano de mi padre, León Roldós, fue socialista y llegó a ser vicepresidente de la república (1981-1984). Él fundó un movimiento que es justamente la Red Ética y Democracia en el que yo milito. Si bien yo hice política universitaria en su momento, recién con las elecciones del 2006 ingresé a la política nacional.
En ese año fui electa como diputada del Congreso Nacional, junto con el gobierno del presidente Rafael Correa Delgado (el gobierno entró en funciones en enero de 2007). Estuve seis meses como diputada y luego renuncié para lanzar mi candidatura a la Asamblea Nacional Constituyente. Se trataba de un proyecto que impulsamos desde la Red Ética y Democracia. La Asamblea Constituyente era una aspiración de los movimientos sociales, de los movimientos políticos progresistas, de muchas y muchos ciudadanos. Fui electa como miembro de la Asamblea que funcionó entre noviembre del 2007 y julio del 2008. Después de aprobada la nueva constitución (2008) entró en funciones un régimen de transición que incluía una Comisión Legislativa de Fiscalización (octubre 2008 - febrero 2009) en la que algunas(os) de las(os) asambleístas continuamos cumpliendo funciones de legislar y fiscalizar. Siempre he estado en una línea de centro izquierda, creo que cada vez más hacia la izquierda, con un profundo interés por los temas ambientales, por los temas de género. Para mí los temas ambientales son vitales, la defensa del ambiente es la defensa de la vida. Se trata de una de las causas más importantes de los movimientos sociales, de los movimientos indígenas. Es una vertiente de la política con la que yo me identifico enormemente.
iKNOW Politics: En estos años Ecuador ha vivido acelerados cambios, ¿cómo ve usted el proceso de la agenda de las mujeres, en particular en relación con su participación política?
Creo que en Ecuador, en los últimos años, hemos avanzado. Hemos estado buscando la paridad a través de la ley, pero lo más importante es que hemos avanzado en la práctica: el momento en que más participación femenina hemos tenido ha sido justamente la Asamblea Constituyente. Se presentaron muchas listas lideradas por mujeres. Eso significó un cambio cualitativo. Allí logramos no sólo la paridad, sino también la alternabilidad en las listas. Porque antes en una lista, digamos de dieciocho, ponían a las nueve mujeres al final. Ahora hay que alternar. De hecho en la Asamblea Constituyente llegamos a cerca del 40%. Cuando se eligió la Comisión Legislativa de Fiscalización, algunas(os) nos opusimos a que se recortara el número de asambleístas, porque considerábamos que era muy difícil mantener a la vez la proporcionalidad de provincias, la proporcionalidad por fuerza política y la proporcionalidad por género.
Para variar fue sacrificada la proporcionalidad por género. Ahora bien, no necesariamente la presencia de mujeres implica que la agenda de mujeres avance. Quienes más presionaron contra la agenda de las mujeres, en términos de salud sexual y reproductiva, fueron otras mujeres, las mujeres de los partidos de la derecha. Tenían un programa, yo diría un menú, igual al que vemos en otros países de América Latina, inspirado en las posiciones de El Vaticano, de ciertas iglesias protestantes y del gobierno de George Bush (ex presidente de Estados Unidos, 2001-2009). Sus posiciones eran contrarias a las de agencias internacionales como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que fue una de las fuentes de inspiración para muchas asambleístas en materia de mujer y género.
iKNOW Politics: Las cuotas no bastan, dicen un gran número de especialistas y los estudios lo demuestran; otras leyes afirmativas en favor de las mujeres que tampoco bastan, tendrían que estar acompañadas de toda una estructura socio normativa. En base a su experiencia ¿qué estrategias cree que deberían implementarse para avanzar en cambios estructurales en este terreno?
Efectivamente no basta con las cuotas en las candidaturas, aquí el logro más grande que tuvimos fue el obtener la alternabilidad en las listas. Hay que buscar que se designen más mujeres y que éstas lleguen al parlamento. Creo que debería haber una normativa interna dentro de los propios partidos políticos para que tomen con seriedad las candidaturas de las mujeres. En muchos casos las candidaturas son ofrecidas a las reinas de belleza, como una forma de atraer votos. Para que la cuota sea efectiva los partidos deben tener canales de participación de las mujeres que están en sus filas, así se evitaría que las candidaturas femeninas vayan a manos de mujeres ajenas a los partidos pero que tienen notoriedad o un espacio en los medios de comunicación.
Por otro lado, y esto es muy interesante, la participación política de las mujeres no se reduce a los partidos y las elecciones. Hay otras formas de participación como la que yo realizo, por ejemplo, al vincularme con los grupos que están contra la ley minera. Gran parte de quienes lideran la defensa de las comunidades contra la minería son mujeres, y son mujeres a las que hay que darles un mayor espacio. Creo que eso es interesante. Cuando una va a las luchas comunitarias, por soberanía alimentaria, por el agua, en contra de la minería, ahí es cuando una encuentra más mujeres con un nivel de compromiso y decisión muy alto. Tenemos muchas compañeras que han sido criminalizadas como Lina Solano, por su lucha contra la minería, o Esther Landeta, amenazada de muerte por sicarios. Es interesante ver como en esos otros espacios de la política, las mujeres han cobrado mucha relevancia y son usualmente las más perseguidas.
iKNOW Politics: Y en relación con la sociedad ¿qué estrategias le parecen las más efectivas para contrarrestar las visiones machistas, patriarcales, que deslegitiman el reclamo de equidad por parte de las mujeres?
Creo debería haber una estrategia comunicacional que contrarreste los contenidos machistas que están generalizados en la sociedad. Pero también las mujeres que estamos en política tenemos que empoderarnos en nuestro rol y no dejarnos intimidar. La forma más común de intimidar a una mujer es amenazarla con que van a revelarse aspectos de su vida personal, asuntos que en la vida de un hombre no tendrían ninguna relevancia. Es momento de que las mujeres en política empecemos a decir: sí, ¿y qué? Yo supe de una mujer de la derecha que dejó de hacer oposición en el momento que el presidente de Ecuador (Rafael Correa Delgado) dijo en una cadena radial que era una mujer de dudosa reputación. No estoy de acuerdo con ninguna de las posiciones de esa mujer, pero nadie tiene derecho a atacarla de esa manera.
Nosotras no estamos cuestionando la reputación de nadie, ni aludiendo a los compañeros o compañeras sexuales que tengan los hombres que están en política. Una de las primeras cosas que habría que hacer es tomar medidas de fuerte sanción frente a estas campañas, sea con quien sea el que las haga. Se trata de discriminaciones inaceptables. Es muy difícil cuando las y los hijos de una escuchan eso, no es fácil para la mayor parte de las mujeres, y sin embargo una tiene que enseñarle a las y los hijos a decir “sí ¿y qué?, mi vida privada es mi vida privada”. Se tiene que empezar a respetar la vida privada de las mujeres que estamos en política, no tiene por qué ser objeto de escarnio ni de debate político. Deberíamos ser más fuertes en la normativa. Debería considerarse como otra forma del acoso, como otra forma de discriminación, venga de donde venga. Por último, creo que es muy importante el asunto del financiamiento de las campañas de las mujeres. Es mucho más difícil para las mujeres que para los hombres conseguir financiamiento para sus campañas. Se vuelve complicado, se convierte en un asunto personal, habría que comenzar a pensar en este asunto.
iKNOW Politics: La Asociación de Mujeres Municipalistas de Ecuador (AMUME) ha elaborado un proyecto de ley sobre el acoso y violencia contra la mujer involucrada en política. ¿Qué piensa al respecto?
Conozco la iniciativa, me la presentó Margarita Carranco, presidenta de AMUME. Muchas mujeres han sido amenazadas. Quizás en los espacios parlamentarios pasa menos porque somos más visibles, pasa mucho en los espacios municipales, sobre todo con las concejalas. Yo tengo una amiga concejala, de mi propio movimiento, que en Santo Domingo ha sido intimidada, por denuncias que ella presentó por corrupción contra el Alcalde. La amenaza entonces forma parte del juego político, y en comunidades pequeñas es la amenaza física. En el caso de las mujeres es más grave aún, porque a la amenaza física se une la velada amenaza de otro tipo de agresiones, agresiones de tipo sexual, el comentario impropio, o el acoso.
iKNOW Politics: Los pueblos indígenas son muy relevantes en la región, y Ecuador es uno de los países más representativos al respecto. ¿Cómo ve la situación de las mujeres indígenas ecuatorianas en política? ¿Qué proyecciones les ve hacia el futuro?
Hay mujeres indígenas ecuatorianas en política como Mónica Chuji, representante no sólo de las mujeres indígenas sino de las mujeres en general, quien defiende con mucha fuerza los temas de salud sexual y reproductiva. Recuerdo la destacada participación de mujeres de los movimientos sociales del Chimborazo, por ejemplo la compañera Cucuri, que llegó a demandar que cuando se les reconociera los derechos a los pueblos ancestrales, se pusiera ahí también la salvedad de que ellos también tenían que respetar los derechos de las mujeres. Aquí, en Ecuador, hemos tenido una participación creciente y muy destacada, desde Nina Pacari, pasando por Lourdes Vivan, Dolores Cacuango, Blanca Chancoso, y muchas otras cuyos nombres se me escapan. Hay que alentar este proceso, las compañeras están demandando un espacio en sus comunidades y en la colectividad, ese espacio debe ser respetado por todas y todos.
iKNOW Politics: ¿Qué retos ha significado para usted el tener que desenvolverse en un ambiente predominantemente masculino como es la política? ¿Cómo superó esos retos?
Cuando llegué al Congreso Nacional éramos seis legisladoras(es) de la Red Ética y Democracia y decidieron nombrarme jefa de bancada. Esto resultó muy incómodo para algunos de los otros jefes de bloque; incluso uno de ellos no se dirigía a mí, se dirigía a sus compañeros cada vez que quería negociar algo. Ellos le decían: “no, la encargada de eso es Martha, tienes que hablar con Martha”, pero él no lo hacía porque habíamos tenido un impasse por otros temas. Al final su bloque lo tuvo que cambiar y pusieron a alguien que pudiera dialogar conmigo al igual que con las y los demás. Creo que una tiene que hacerse respetar, al principio cuesta trabajo, una llega tímida, como un poco asustada. Una de las cosas que una aprende cuando está en política es que no debe tener miedo de que digan que es una bruja. Una puede ser una bruja para las y los abusivos, y ser generosa, tener su corazón, su mente y sus manos abiertas, para las causas que la necesitan.
iKNOW Politics: ¿Y qué estrategias recomendaría para hacer alianza con los hombres en función de la equidad para las mujeres?
Yo trabajo muy bien con los hombres, con la mayor parte de ellos. Lo primero es tener sentido del humor, saber dialogar y ser franca, poner las cartas sobre la mesa: qué quiero, qué quieres tú. En la medida de que una no ande con rodeos, será capaz de fomentar las alianzas que quiere o necesita. Si alguien anda con rodeos probablemente esconde que no quiere ser aliado tuyo. Creo que en esta época los tiempos son breves y las causas urgentes. Tenemos que ir de frente con franqueza, con camaradería, con sentido del humor, eso es para mí lo más importante. Al principio pueden mirarla a uno por sobre el hombro, pero todos terminan reconociendo la capacidad de trabajo cuando una llega antes que ellos, sabe más que ellos y se va después que ellos. Claro que esto es muy difícil e injusto, porque una debería poder estar a la par y no estar haciendo más, pero al principio siempre es una tarea de hacer mucho más. Ese siempre ha sido el rol de las mujeres: hacer mucho más. De lo que se trata es de demostrar que una está tan o más preparada y capacitada que cualquiera de los hombres.
iKNOW Politics: En su trayectoria ha tenido la oportunidad de trabajar en redes, en alianzas, ¿qué han significado para usted?
He participado en redes más bien coyunturales, y he trabajado muy bien tanto con grupos de mujeres como con ambientalistas en diversos temas puntuales. Lo fundamental para que funcionen es que una demuestre compromiso con la causa común. Si es así, una puede estar impulsando o puede estar liderando, no interesa. Creo que las luchas por protagonismo son dañinas, hay que construir el liderazgo, sin buscarlo. Ahora una ve que hay muchos programas de liderazgo y a mí me parece que alimentan el arribismo político. Muchos de esos programas están vacíos de contenido, no hablan de las causas que tenemos que defender sino de los lugares que se pretende ocupar. Puede ser que se llegue muy arriba, pero vacíos, y al final de cuentas las y los “nuevos líderes” van a hacer lo mismo que hicieron los otros. Si una asume una causa y lo hace con pasión, con entrega, probablemente al final termine liderando. A mi no me gusta liderar ciertas causas, si alguien puede hacer algo mejor que yo, yo no tengo problema en dejarle el espacio. A veces, cuando una se compromete a fondo con una causa, se da cuenta que pocas personas están dispuestas a hacer lo que una está dispuesta a hacer. Ese es el liderazgo que vale la pena, el liderazgo que nace de abrazar realmente una causa. Y no el liderazgo que nace de que yo quiero poner mi nombre por arriba del de los demás. Estoy en política porque quiero que pasen ciertas cosas y que no pasen otras. En función de eso veré con quién me junto, con quién hablo; y también con quién no me junto, y con quién no hablo. Si me pongo a pensar a quién le tomaron la foto o quién habla ante las cámaras y me peleo por eso, entonces rompo las causas y estoy perdida, peor aún: las causas están perdidas.
iKNOW Politics: ¿Qué consejos le daría a aquellas mujeres jóvenes –no solamente del Ecuador sino de la región- que están interesadas en acceder a la política, pero lo ven como algo inaccesible?
Puede sonar curioso, pero muchos pensarán que mi caso es el de la niña que quiere ser trapecista porque toda su familia lo ha sido. Como que suena fácil. Otro es el caso de la niña que llega del circo a su casa y dice yo también quisiera estar en el circo. Sin embargo yo conozco muchas mujeres que están haciendo un gran papel en política, sin haber tenido historia familiar en la política. De hecho yo rechacé por mucho tiempo el hacer política y entré, no por el apellido, sino porque quería pelear por determinadas causas, porque tenía un programa que quería defender. Y eso fue más de veinte años después de la muerte de mis padres. Cuando una entra en algo es porque tiene pasión por lo que hace. Una va encontrando los caminos. Mi recomendación para cualquier persona, no solo para quienes entran en política, es que hagan lo que quieran hacer en esta vida, que busquen hacer lo que les apasione. No podría aguantar a alguna gente que tengo que aguantar, o pelearme con la que tengo que pelear, si no tuviera pasión, si no hubiera cosas que apasionadamente defiendo. Si no, mejor estaría en mi casa cuidando flores.
iKNOW Politics: ¿Tiene algún comentario final?
Tengo la experiencia de que una nunca sabe si al día siguiente va a estar viva o muerta. Esa es una lección de vida. Por eso, siempre trato de hacer lo mejor que puedo con lo que tengo, en el tiempo que tengo. No sé dónde estaré dentro de algunos meses, probablemente siga en política, tengo muchas cosas por las que quiero pelear, tengo un país al que amo profundamente. He vivido en muchas partes con gente muy buena. En general las y los latinos son gente muy buena, son gente a la que uno ama, con la que se compromete entrañablemente. Aunque es gente que a veces no protesta como debería, cosa que me indigna. Recuerdo cuando hablaba con unas y unos trabajadores muy explotados de las plantaciones bananeras, y uno me decía que le había caído un tóxico y había perdido la vista de un ojo y todo el cabello.
Y con gran sencillez me dice: “bueno, parece que tuve mala suerte y se me maduró el ojito”. Eso no es mala suerte, le dije, “a usted lo han explotado, a usted lo han hecho usar un tóxico que internacionalmente está prohibido, a usted nadie le avisó”. Eso es una injusticia. Y da ganas de seguir peleando. En mi vida he hecho muchas cosas, he sido estudiante, he sido profesora, he hecho encuestas, parte de la infancia de mi hija estuve solamente de ama de casa. Una siempre puede tener etapas en la vida, hay un camino que me ha traído hasta acá, y que probablemente me siga llevando más allá. Invito a la gente que quiera pelear por causas a participar en política, a los que quieran ver su nombre en la marquesina, solamente eso, mejor que se dediquen al show business.