Saida Sadouni no se ajusta a la imagen típica de una revolucionaria árabe. Pero esta mujer de 77 años acampó bajo el intenso frío tunecino durante más de dos semanas frente a las oficinas del primer ministro, liderando el histórico piquete de Kasbah que logró hacer salir al gobierno provisorio de Mohamed Ghannouchi. “Resistí a la ocupación francesa. Resistí a las dictaduras de Bourguiba y Ben Ali. No descansaré hasta que nuestra revolución logre sus objetivos”, dijo a miles de compañeros manifestantes que se unieron a ella.
Actualmente, es celebrada como la madre de la revolución tunecina , registro viviente de la historia moderna del país y de su lucha por la emancipación.
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Saida Sadouni no se ajusta a la imagen típica de una revolucionaria árabe. Pero esta mujer de 77 años acampó bajo el intenso frío tunecino durante más de dos semanas frente a las oficinas del primer ministro, liderando el histórico piquete de Kasbah que logró hacer salir al gobierno provisorio de Mohamed Ghannouchi. “Resistí a la ocupación francesa. Resistí a las dictaduras de Bourguiba y Ben Ali. No descansaré hasta que nuestra revolución logre sus objetivos”, dijo a miles de compañeros manifestantes que se unieron a ella.
Actualmente, es celebrada como la madre de la revolución tunecina , registro viviente de la historia moderna del país y de su lucha por la emancipación.
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