La tortura franquista contra las mujeres: una violencia política y patriarcal aún sin justicia
Source: Diario Red
Durante los últimos años de la dictadura franquista, la tortura se aplicó de forma sistemática como instrumento de represión política. Sin embargo, cuando las víctimas eran mujeres, el castigo adquiría una dimensión específica: la humillación sexual, la burla del cuerpo, la amenaza de violación o la instrumentalización de la maternidad y los afectos como mecanismos de control. Esa violencia diferenciada, que se ejercía tanto en los calabozos de la Dirección General de Seguridad de Madrid como en la Jefatura de Vía Laietana en Barcelona, fue el eje de la segunda parte de las III Jornadas de Luchas y Resistencias de las Mujeres en el Tardofranquismo, organizadas por el Grupo de Mujeres de La Comuna.
El encuentro reunió a juristas, investigadoras y antiguas presas políticas que han dedicado años a documentar los métodos, las consecuencias y la impunidad de la tortura franquista. Entre ellas, especialistas del Centro SIRA, un equipo multidisciplinar que desde hace más de una década elabora informes periciales para víctimas de tortura en España, aplicando los estándares del Protocolo de Estambul, referencia internacional en la documentación de violaciones de derechos humanos.
Durante los últimos años de la dictadura franquista, la tortura se aplicó de forma sistemática como instrumento de represión política. Sin embargo, cuando las víctimas eran mujeres, el castigo adquiría una dimensión específica: la humillación sexual, la burla del cuerpo, la amenaza de violación o la instrumentalización de la maternidad y los afectos como mecanismos de control. Esa violencia diferenciada, que se ejercía tanto en los calabozos de la Dirección General de Seguridad de Madrid como en la Jefatura de Vía Laietana en Barcelona, fue el eje de la segunda parte de las III Jornadas de Luchas y Resistencias de las Mujeres en el Tardofranquismo, organizadas por el Grupo de Mujeres de La Comuna.
El encuentro reunió a juristas, investigadoras y antiguas presas políticas que han dedicado años a documentar los métodos, las consecuencias y la impunidad de la tortura franquista. Entre ellas, especialistas del Centro SIRA, un equipo multidisciplinar que desde hace más de una década elabora informes periciales para víctimas de tortura en España, aplicando los estándares del Protocolo de Estambul, referencia internacional en la documentación de violaciones de derechos humanos.