La remodelación del Gabinete anunciada el martes por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha provocado más preocupación que alivio en la clase política argentina, inquieta ante lo que considera un enroque de los Kirchner y una demostración de su escasa voluntad de diálogo, pese a la derrota sufrida en las elecciones del 28 de junio.
Los cambios ministeriales han dado todavía más poder al núcleo duro leal a Néstor Kirchner y ha dejado a los peronistas críticos con la impresión de que no habrá negociación. "Los Kirchner están desorientados. No hay oxígeno ni caras nuevas y así no habrá forma de recuperar la confianza, imprescindible para atajar la crisis económica", criticó el senador radical Ernesto Sanz.Para leer el artículo completo, por favor visita el sitio web de El País
La remodelación del Gabinete anunciada el martes por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha provocado más preocupación que alivio en la clase política argentina, inquieta ante lo que considera un enroque de los Kirchner y una demostración de su escasa voluntad de diálogo, pese a la derrota sufrida en las elecciones del 28 de junio.
Los cambios ministeriales han dado todavía más poder al núcleo duro leal a Néstor Kirchner y ha dejado a los peronistas críticos con la impresión de que no habrá negociación. "Los Kirchner están desorientados. No hay oxígeno ni caras nuevas y así no habrá forma de recuperar la confianza, imprescindible para atajar la crisis económica", criticó el senador radical Ernesto Sanz.Para leer el artículo completo, por favor visita el sitio web de El País