Recuperar la historia de nuestras ancestras nos ayuda a comprender que nuestras luchas actuales contra toda forma de opresión y discriminación pueden fortalecerse si unificamos nuestros esfuerzos y construimos solidaridades políticas y epistémicas para luchar contra la violencia patriarcal racista, sexista y clasista que viola los derechos humanos y la dignidad de las mujeres en Guatemala y en todos los países del mundo. En Guatemala es innegable que la violencia patriarcal, racista y clasista nos oprime, nos subalterniza y nos excluye con mayor fuerza a nosotras las mujeres mayas, garífunas y xinkas. Especialmente porque el racismo estructural está fuertemente enquistado en las instituciones del Estado y en el pensamiento oligárquico.
Recuperar la historia de nuestras ancestras nos ayuda a comprender que nuestras luchas actuales contra toda forma de opresión y discriminación pueden fortalecerse si unificamos nuestros esfuerzos y construimos solidaridades políticas y epistémicas para luchar contra la violencia patriarcal racista, sexista y clasista que viola los derechos humanos y la dignidad de las mujeres en Guatemala y en todos los países del mundo. En Guatemala es innegable que la violencia patriarcal, racista y clasista nos oprime, nos subalterniza y nos excluye con mayor fuerza a nosotras las mujeres mayas, garífunas y xinkas. Especialmente porque el racismo estructural está fuertemente enquistado en las instituciones del Estado y en el pensamiento oligárquico.
Invitamos a nuestros usuarios a que lean la noticia completa publicada el 25 de septiembre del 2013