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Phumzile Mlambo-Ngcuka - Es el momento de cumplir la promesa de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas

Editorial / Opinion Piece / Blog Post

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October 29, 2014

Phumzile Mlambo-Ngcuka - Es el momento de cumplir la promesa de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas

Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, ha dedicado su vida a cuestiones relacionadas con los derechos humanos, la igualdad y la justicia social; previamente ocupó el cargo de Vicepresidenta de Sudáfrica. En este mensaje, destaca que se puede y se debe poner fin a la violencia contra las mujeres, abordando su principal causa: la desigualdad de género. Asimismo, pide una mayor movilización para hacer frente a esta pandemia a varios niveles, desde aumentar el acceso a los servicios para las sobrevivientes de la violencia hasta implicar a todos los segmentos de la sociedad para cambiar las percepciones culturales. Esto incluye, por ejemplo, conseguir que los hombres alcen la voz sobre este tema a través de la campaña de ONU Mujeres #HeForShe.

Todos los años, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer nos recuerda que cada día hay mujeres y niñas que sufren de violencia en sus vidas.

Las mujeres sufren maltrato en sus hogares, intimidación en la calle, acoso en Internet. A escala mundial, una de cada tres mujeres sufrirá violencia sexual o física en algún momento de su vida. La Organización Mundial de la Salud ha declarado la violencia contra las mujeres como un problema de salud mundial de proporciones epidémicas.

La mayoría de veces, la violencia contra las mujeres es ejercida por un compañero sentimental. Prácticamente en la mitad de casos de mujeres asesinadas en 2012, el agresor fue un compañero sentimental o un familiar. No es exagerado – es un hecho que la mayor amenaza general para la vida de las mujeres son los hombres, y, a menudo, los hombres a los que quieren.

En algunas situaciones de conflicto, puede ser más peligroso ser una niña o una mujer que un soldado. La violencia contra las mujeres se ha convertido en una auténtica epidemia que debe detenerse.

Por otra parte, sabemos que se puede acabar con la violencia contra las mujeres. En 1995, hace casi 20 años, 189 gobiernos se reunieron en Beijing. Allí aprobaron la Plataforma de Acción que definía estrategias clave para que los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, las y los socios internacionales y todas las partes interesadas pusieran fin a la violencia contra las mujeres, lograran el empoderamiento de las mujeres, y alcanzaran la igualdad de género. El año pasado, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer amplió las soluciones que debían llevarse a cabo.

Esto supone contar con estrategias efectivas de prevención para abordar las principales causas de la desigualdad de género y la condición inferior de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. Tanto en el plano económico como en el político, las mujeres siguen estando marginadas o en situación de desventaja. En cambio, necesitamos familias, comunidades y naciones en las que se valore a las mujeres y los hombres de forma equitativa, y donde las mujeres puedan participar plenamente.

Esto supone contar con mejores servicios para las sobrevivientes de violencia. Debe haber líneas telefónicas de asistencia, refugios, consejo legal, acceso a la justicia, asesoramiento, protección policial y servicios sanitarios que puedan utilizarse sin miedo a la estigmatización o discriminación.

Esto supone contar con índices de denuncia más precisos, una mejor recopilación de datos y un análisis más riguroso sobre los factores de riesgo y prevalencia.

Esto supone ofrecer mayor asistencia a las organizaciones de mujeres, que a menudo se encuentran en la primera línea de ayuda. Estas organizaciones promueven el cambio de políticas, aportan experiencia técnica para mejorar la respuesta y prestan servicios a las sobrevivientes.

Esto supone que haya más hombres y niños que alcen la voz contra la violencia, la denuncien y la detengan. Los hombres dirigentes, incluidos los líderes religiosos y tradicionales, deben allanar el camino. Tienen que respaldar los esfuerzos para poner fin a la impunidad y asegurar la justicia para las sobrevivientes.

ONU Mujeres ha lanzado la campaña mundial #HeForShe para implicar a los hombres y los niños como defensores y agentes del cambio a favor de la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Ya han participado casi 200.000 hombres. Ahora necesitamos que los hombres que creen en la igualdad de género pasen a la acción.

Actualmente se está realizando un examen mundial sobre el progreso y las deficiencias en la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing y más de 150 gobiernos han enviado informes nacionales. Los datos preliminares reflejan que muchos países han incorporado leyes para prohibir, penalizar y prevenir la violencia contra las mujeres. Sin embargo, la aplicación y el cumplimiento de estas leyes no son adecuados. Los índices de denuncia de casos de violencia siguen siendo bajos y la impunidad de los agresores sigue siendo alta. Por otro lado, la asignación de recursos que faciliten servicios de calidad y estrategias efectivas de prevención es insuficiente. Debemos llamar a la acción y apoyar la implementación.

En todos los sitios que visito percibo una sensación de urgencia, la cual indica que este es el momento de revertir la tendencia de la violencia contra las mujeres y lograr la igualdad de género. El año que viene, tras alcanzar la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la comunidad internacional aprobará una nueva hoja de ruta para el desarrollo. Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas debe ocupar un lugar destacado en este nuevo marco.

Las promesas de hace 20 años siguen vigentes hoy en día. Juntas y juntos tenemos que hacer 2015 el año que marca el principio del fin de la desigualdad de género. Es hora de actuar. Ha llegado el momento de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.

Phumzile Mlambo-Ngcuka-Photo ONU Femmes/Marc Grob

Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, ha dedicado su vida a cuestiones relacionadas con los derechos humanos, la igualdad y la justicia social; previamente ocupó el cargo de Vicepresidenta de Sudáfrica. En este mensaje, destaca que se puede y se debe poner fin a la violencia contra las mujeres, abordando su principal causa: la desigualdad de género. Asimismo, pide una mayor movilización para hacer frente a esta pandemia a varios niveles, desde aumentar el acceso a los servicios para las sobrevivientes de la violencia hasta implicar a todos los segmentos de la sociedad para cambiar las percepciones culturales. Esto incluye, por ejemplo, conseguir que los hombres alcen la voz sobre este tema a través de la campaña de ONU Mujeres #HeForShe.

Todos los años, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer nos recuerda que cada día hay mujeres y niñas que sufren de violencia en sus vidas.

Las mujeres sufren maltrato en sus hogares, intimidación en la calle, acoso en Internet. A escala mundial, una de cada tres mujeres sufrirá violencia sexual o física en algún momento de su vida. La Organización Mundial de la Salud ha declarado la violencia contra las mujeres como un problema de salud mundial de proporciones epidémicas.

La mayoría de veces, la violencia contra las mujeres es ejercida por un compañero sentimental. Prácticamente en la mitad de casos de mujeres asesinadas en 2012, el agresor fue un compañero sentimental o un familiar. No es exagerado – es un hecho que la mayor amenaza general para la vida de las mujeres son los hombres, y, a menudo, los hombres a los que quieren.

En algunas situaciones de conflicto, puede ser más peligroso ser una niña o una mujer que un soldado. La violencia contra las mujeres se ha convertido en una auténtica epidemia que debe detenerse.

Por otra parte, sabemos que se puede acabar con la violencia contra las mujeres. En 1995, hace casi 20 años, 189 gobiernos se reunieron en Beijing. Allí aprobaron la Plataforma de Acción que definía estrategias clave para que los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado, las y los socios internacionales y todas las partes interesadas pusieran fin a la violencia contra las mujeres, lograran el empoderamiento de las mujeres, y alcanzaran la igualdad de género. El año pasado, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer amplió las soluciones que debían llevarse a cabo.

Esto supone contar con estrategias efectivas de prevención para abordar las principales causas de la desigualdad de género y la condición inferior de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. Tanto en el plano económico como en el político, las mujeres siguen estando marginadas o en situación de desventaja. En cambio, necesitamos familias, comunidades y naciones en las que se valore a las mujeres y los hombres de forma equitativa, y donde las mujeres puedan participar plenamente.

Esto supone contar con mejores servicios para las sobrevivientes de violencia. Debe haber líneas telefónicas de asistencia, refugios, consejo legal, acceso a la justicia, asesoramiento, protección policial y servicios sanitarios que puedan utilizarse sin miedo a la estigmatización o discriminación.

Esto supone contar con índices de denuncia más precisos, una mejor recopilación de datos y un análisis más riguroso sobre los factores de riesgo y prevalencia.

Esto supone ofrecer mayor asistencia a las organizaciones de mujeres, que a menudo se encuentran en la primera línea de ayuda. Estas organizaciones promueven el cambio de políticas, aportan experiencia técnica para mejorar la respuesta y prestan servicios a las sobrevivientes.

Esto supone que haya más hombres y niños que alcen la voz contra la violencia, la denuncien y la detengan. Los hombres dirigentes, incluidos los líderes religiosos y tradicionales, deben allanar el camino. Tienen que respaldar los esfuerzos para poner fin a la impunidad y asegurar la justicia para las sobrevivientes.

ONU Mujeres ha lanzado la campaña mundial #HeForShe para implicar a los hombres y los niños como defensores y agentes del cambio a favor de la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Ya han participado casi 200.000 hombres. Ahora necesitamos que los hombres que creen en la igualdad de género pasen a la acción.

Actualmente se está realizando un examen mundial sobre el progreso y las deficiencias en la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing y más de 150 gobiernos han enviado informes nacionales. Los datos preliminares reflejan que muchos países han incorporado leyes para prohibir, penalizar y prevenir la violencia contra las mujeres. Sin embargo, la aplicación y el cumplimiento de estas leyes no son adecuados. Los índices de denuncia de casos de violencia siguen siendo bajos y la impunidad de los agresores sigue siendo alta. Por otro lado, la asignación de recursos que faciliten servicios de calidad y estrategias efectivas de prevención es insuficiente. Debemos llamar a la acción y apoyar la implementación.

En todos los sitios que visito percibo una sensación de urgencia, la cual indica que este es el momento de revertir la tendencia de la violencia contra las mujeres y lograr la igualdad de género. El año que viene, tras alcanzar la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la comunidad internacional aprobará una nueva hoja de ruta para el desarrollo. Poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas debe ocupar un lugar destacado en este nuevo marco.

Las promesas de hace 20 años siguen vigentes hoy en día. Juntas y juntos tenemos que hacer 2015 el año que marca el principio del fin de la desigualdad de género. Es hora de actuar. Ha llegado el momento de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.