Como consecuencia de la política de hijo único de China, mujeres rechazan la agenda pronatalidad de Beijing
Source: CNN en Español
Fang, quien en ese entonces estaba en tercer grado, titubeó ante la simple pregunta mientras su maestra esperaba con impaciencia, sin saber que la niña, de 9 años, estaba atrapada en un dilema.
Desde preescolar, Fang había sido registrada oficialmente como hija de su tío mayor, un intento de sus padres biológicos de eludir las duras sanciones por tener un segundo bebé bajo la controvertida política de hijo único de China, que se aplicó entre 1980 y 2015.
“Realmente no tenía idea de qué padres debía nombrar”, dijo Fang a CNN años después, usando un seudónimo por razones de privacidad.
Desde entonces, Beijing ha levantado gradualmente el límite de natalidad de uno a dos hijos; luego, a tres en 2021, en un intento de detener una crisis demográfica inminente.
Las reglas del hijo único han desaparecido, pero las heridas del pasado proyectan largas sombras. Una nueva generación de mujeres como Fang, atormentadas por las luchas de sus padres y sus propios sacrificios como hijas bajo la política del hijo único, ahora ven la maternidad con reticencia, lo que hace que la actual campaña de Beijing a favor de la natalidad sea difícil de vender.
Fang nació en los años noventa, cuando el límite de hijos únicos era más estricto, y se convirtió en hermana mayor apenas un año después, cuando su madre volvió a quedar embarazada “ilegalmente”. Para evitar el castigo, la familia envió a Fang a vivir con otros miembros de su familia, mientras su madre fingía que su segundo embarazo era el primero.
Fang, quien ahora tiene 30 años y está casada, no quiere tener hijos en absoluto.
Lea aquí el artículo completo publicado por CNN en Español el 19 de agosto de 2024.
Imagen por CNN en Español
Fang, quien en ese entonces estaba en tercer grado, titubeó ante la simple pregunta mientras su maestra esperaba con impaciencia, sin saber que la niña, de 9 años, estaba atrapada en un dilema.
Desde preescolar, Fang había sido registrada oficialmente como hija de su tío mayor, un intento de sus padres biológicos de eludir las duras sanciones por tener un segundo bebé bajo la controvertida política de hijo único de China, que se aplicó entre 1980 y 2015.
“Realmente no tenía idea de qué padres debía nombrar”, dijo Fang a CNN años después, usando un seudónimo por razones de privacidad.
Desde entonces, Beijing ha levantado gradualmente el límite de natalidad de uno a dos hijos; luego, a tres en 2021, en un intento de detener una crisis demográfica inminente.
Las reglas del hijo único han desaparecido, pero las heridas del pasado proyectan largas sombras. Una nueva generación de mujeres como Fang, atormentadas por las luchas de sus padres y sus propios sacrificios como hijas bajo la política del hijo único, ahora ven la maternidad con reticencia, lo que hace que la actual campaña de Beijing a favor de la natalidad sea difícil de vender.
Fang nació en los años noventa, cuando el límite de hijos únicos era más estricto, y se convirtió en hermana mayor apenas un año después, cuando su madre volvió a quedar embarazada “ilegalmente”. Para evitar el castigo, la familia envió a Fang a vivir con otros miembros de su familia, mientras su madre fingía que su segundo embarazo era el primero.
Fang, quien ahora tiene 30 años y está casada, no quiere tener hijos en absoluto.
Lea aquí el artículo completo publicado por CNN en Español el 19 de agosto de 2024.
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