Mujeres y política en Guatemala
Source: La Hora
Por Javier Monterroso,
Sin ninguna duda Guatemala es un país superconservador, no solo en el aspecto religioso sino también en los aspectos económico, cultural, social y político, este conservadurismo es interclasista e intergeneracional, son conservadores desde los más poderosos hasta los más pobres y tanto adultos mayores como también los jóvenes. El conservadurismo se manifiesta en diversas formas, desde opiniones en las redes sociales hasta estrategias de venta y campañas publicitarias, y se presenta tanto en el sector público como en el privado, por ejemplo algunas de las más importantes farmacias del país no venden preservativos por cuestiones morales, es entonces cuando las políticas públicas deben sustituir a los proveedores privados por lo que en otros países es común encontrar expendedores de preservativos en los restaurantes o en la misma calle, sin embargo en nuestro país las políticas de salud también tienen un enfoque moral.
El machismo, entendido como la creencia de la superioridad del hombre sobre la mujer es sin lugar a dudas uno de los elementos centrales del conservadurismo, y el mismo se manifiesta también en muchas formas, desde el hogar, la escuela, la iglesia, el trabajo, el transporte público y también en la política, en cada uno de los espacios donde se interactúa entre mujeres y hombres encontramos patrones de conducta para la disminución del papel de la mujer y la sobrevalorización del rol masculino. Claro que el machismo encuentra su máxima expresión en la violencia contra la mujer y el delito de femicidio, y en los miles de casos de embarazos de niñas y adolescentes, que por cierto tampoco reconoce cuestiones culturales como lo demuestra el caso de Alta Verapaz, un departamento predominantemente indígena pero que tiene los índices más altos en violencia contra la mujer y embarazos de adolescentes.
Haga clic aquí para leer el artículo completo publicado por La Hora el 16 de agosto de 2018.
Por Javier Monterroso,
Sin ninguna duda Guatemala es un país superconservador, no solo en el aspecto religioso sino también en los aspectos económico, cultural, social y político, este conservadurismo es interclasista e intergeneracional, son conservadores desde los más poderosos hasta los más pobres y tanto adultos mayores como también los jóvenes. El conservadurismo se manifiesta en diversas formas, desde opiniones en las redes sociales hasta estrategias de venta y campañas publicitarias, y se presenta tanto en el sector público como en el privado, por ejemplo algunas de las más importantes farmacias del país no venden preservativos por cuestiones morales, es entonces cuando las políticas públicas deben sustituir a los proveedores privados por lo que en otros países es común encontrar expendedores de preservativos en los restaurantes o en la misma calle, sin embargo en nuestro país las políticas de salud también tienen un enfoque moral.
El machismo, entendido como la creencia de la superioridad del hombre sobre la mujer es sin lugar a dudas uno de los elementos centrales del conservadurismo, y el mismo se manifiesta también en muchas formas, desde el hogar, la escuela, la iglesia, el trabajo, el transporte público y también en la política, en cada uno de los espacios donde se interactúa entre mujeres y hombres encontramos patrones de conducta para la disminución del papel de la mujer y la sobrevalorización del rol masculino. Claro que el machismo encuentra su máxima expresión en la violencia contra la mujer y el delito de femicidio, y en los miles de casos de embarazos de niñas y adolescentes, que por cierto tampoco reconoce cuestiones culturales como lo demuestra el caso de Alta Verapaz, un departamento predominantemente indígena pero que tiene los índices más altos en violencia contra la mujer y embarazos de adolescentes.
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