Guía para transversalizar la inclusión social y la equidad
Hacer transversalidad en perspectiva interseccional en el marco del proyecto “Medidas para la Inclusión Social y Equidad en Instituciones de Educación Superior en América Latina” –MISEAL–, implica adoptar una postura pedagógica feminista informada por la reflexividad, la autonomía y la experiencia, resultado de rupturas epistemológicas basadas en otros modos de conocer. Significa optar por formas deliberativas de análisis que contribuyan a estimular la reflexión y la acción entre personas interesadas (estudiantes, docentes, personal administrativo, investigadoras e investigadores), en torno a inquietudes sencillas y desencadenantes tales como: “¿qué cambia en mi proyecto cuando le incluyo la perspectiva interseccional?, ¿cómo se estremece mi campo de acción académico y laboral cuando considero la exclusión social entendida interseccionalmente?, ¿sentir y pensar de la manera situada condiciones de inclusión social y de equidad en la institución propia, puede desatar iniciativas que contribuyan a transformar la educación superior?” (Ana Yineth Gómez, 2013a).
Continuar transversalizando la inclusión social y la equidad en la formación y la investigación busca acompañar la problematización de los modos de analizar las diferencias humanas, la desnaturalización de las marcas diferenciadoras que devienen situacionalmente en desigualdades, y la elaboración de propuestas sobre cómo incluir, en su condición de subjetividades cognoscentes, a las poblaciones históricamente excluidas de la educación superior.
Hacer transversalidad en perspectiva interseccional en el marco del proyecto “Medidas para la Inclusión Social y Equidad en Instituciones de Educación Superior en América Latina” –MISEAL–, implica adoptar una postura pedagógica feminista informada por la reflexividad, la autonomía y la experiencia, resultado de rupturas epistemológicas basadas en otros modos de conocer. Significa optar por formas deliberativas de análisis que contribuyan a estimular la reflexión y la acción entre personas interesadas (estudiantes, docentes, personal administrativo, investigadoras e investigadores), en torno a inquietudes sencillas y desencadenantes tales como: “¿qué cambia en mi proyecto cuando le incluyo la perspectiva interseccional?, ¿cómo se estremece mi campo de acción académico y laboral cuando considero la exclusión social entendida interseccionalmente?, ¿sentir y pensar de la manera situada condiciones de inclusión social y de equidad en la institución propia, puede desatar iniciativas que contribuyan a transformar la educación superior?” (Ana Yineth Gómez, 2013a).
Continuar transversalizando la inclusión social y la equidad en la formación y la investigación busca acompañar la problematización de los modos de analizar las diferencias humanas, la desnaturalización de las marcas diferenciadoras que devienen situacionalmente en desigualdades, y la elaboración de propuestas sobre cómo incluir, en su condición de subjetividades cognoscentes, a las poblaciones históricamente excluidas de la educación superior.