Respuesta consolidada de la discusión en línea sobre "Control parlamentario de la igualdad de género"

Resumen de las respuestas

Es necesario el establecimiento de mecanismos instrumentales para asegurar el adecuado control de la supervisión parlamentaria del género. Entre las estructuras identificadas como portadoras de un impacto positivo en el control parlamentario de la igualdad de género están las agrupaciones de mujeres o los comités de género y derechos humanos. De forma alternativa, el género puede tratarse como un asunto transversal, afectando a todas las áreas de políticas.

Cuatro modelos diferenciados para el control parlamentario de la igualdad de género han sido identificados:

1. El parlamento pregunta al gobierno por información: Cuestiones a todas las áreas de políticas son preguntadas tanto por hombres como mujeres parlamentarias. Las preguntas se refieren a los beneficiarios de las políticas gubernamentales y sus consecuencias sobre diferentes grupos.
2. El parlamento pregunta al gobierno por clarificación pública de las políticas: Centrado en el desarrollo de las políticas, el parlamento comprueba si los datos sobre los que están basadas las políticas están desagregados por género y revela si hubo suficientes consultas a mujeres en el desarrollo de las políticas.
3. El parlamento obtiene información de fuentes de fuera del gobierno, por ej., a través de comunicaciones sistemáticas con organizaciones de mujeres y expertos en género.
4. El parlamento expresa su visión al gobierno y al público: Haciendo recomendaciones dirigidas a eliminar discriminación de género, animando a la adopción de una perspectiva de género en los debates, y controlando los compromisos del gobierno con las reglas internaciones de igualdad de género (CEDAW, RCSONU 1325…).

Se acordó que los mecanismos de supervisión, a menudo limitados a las preguntas parlamentarias y peticiones de documentación, deben mejorarse y ampliarse. Algunos países han tomado medidas para hacer frente a esta deficiencia. En el parlamento español, por ejemplo, se desarrolló un procedimiento para controlar la eficacia de la Ley contra la Violencia de Género (LO 1/2014) y como resultado se obtuvo una mejora de la calidad del proceso de supervisión. Después de la aprobación de la Ley Integral contra la Violencia de Género y la Ley de Igualdad, ambas leyes declaran nuevos derechos, se articuló y aplicó con eficacia la jurisprudencia, junto con una reforma del Código Penal. Además, el papel desempeñado por las diecisiete comunidades autónomas de España a veces ha sido pionero en los avances de la igualdad de género a nivel nacional, proceso que culminó con la creación del Ministerio de Igualdad en 2008 y la discusión de cuestiones relacionadas con el género bajo la Comisión Legislativa de Igualdad.

En el contexto argentino, las leyes de igualdad de género son muy importantes; por ejemplo, Argentina fue el primer país latinoamericano en establecer cuotas legales, institucionalizando la marca del 30% para las candidatas en las listas de los partidos políticos. Un buen ejemplo para promover la igualdad de género puede hallarse en México, donde tanto la Cámara de Diputados y de Senadores del Congreso de la Unión tienen Comisiones de Igualdad de Género. Ambas cámaras tienen también estructuras específicas para la aplicación y la planificación de acciones de igualdad de género dentro del Congreso.

Una aportación desde el Parlamento Europeo hizo hincapié en que para que el proceso de integración de la perspectiva de género tenga éxito, debe ir más allá de los presupuestos sensibles al género. Por ejemplo, el Parlamento Europeo, con el apoyo de ONU Mujeres, estableció procesos de monitorización y presentación de informes para supervisar la aplicación de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW). Por ejemplo, el Comité de Derechos de la Mujer trabaja para garantizar que todas las políticas tengan en cuenta la "doble victimización" - las mujeres con discapacidad son vulnerables a la violencia basada en el género así como por su discapacidad. Además, el Parlamento Europeo votó recientemente un informe sobre la integración del género en la institución, incluyendo medidas específicas para promover el equilibrio entre la vida laboral y familiar. Estructuras tales como el Comité de la Unión Europea sobre los Derechos de la Mujer e Igualdad de Género jugaron un papel importante en la promoción de cambios legislativos.

Monitorización de la igualdad de género

Los parlamentos son catalizadores fundamentales en el desarrollo de procesos de supervisión sólidos de la igualdad de género y pueden sentar un precedente para otras instituciones.

Parlamentos con mayores tasas de igualdad de género han sido identificados como más eficaces en su función de supervisión [1]. Promover el equilibrio de género en el parlamento es, pues, esencial para aumentar la capacidad legislativa, la ejecución y la legitimidad. Las agrupaciones de mujeres, tales como la “Banca de la Mujer”, creada en el Senado de la Nación de Argentina en 2008, complementan los esfuerzos para mejorar el sistema de supervisión (artículos 2 y 4 de la constitución de la agrupación), así como la aplicación efectiva de los tratados internacionales relacionados con la igualdad de género. También la "Bancada femenina", agrupación de mujeres en Uruguay, se contempla como un referente regional [2]; esta agrupación ha ayudado a desarrollar la legislación relacionada con el servicio doméstico, el permiso parental por adopción, el acoso sexual en el trabajo, etc.

Varias instituciones pueden apoyar al Parlamento en el proceso de monitorización, tales como la sociedad civil, las instituciones de auditoría y otros órganos de toma de decisiones. Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS), por ejemplo, pueden facilitar la adopción de presupuestos sensibles al género mediante la recopilación y el intercambio de la información necesaria a través de todo el ciclo presupuestario. En las etapas de planificación, los Ministerios de Finanzas necesitan proyecciones de ingresos fiables para delinear los marcos de política macro-económicas y adoptar asignaciones realistas. El Parlamento necesita acceder a datos y cifras de forma habitual para revisar las proyecciones de ingresos, evaluar asignaciones propuestas y controlar el gasto. La Comisión Europea trabaja con los estados miembros de la UE para incorporar y aplicar la legislación de la UE que se refiere a la igualdad y a la no discriminación. En este sentido, la Directiva sobre la lucha contra la trata de seres humanos se llevó a cabo con éxito.

La sociedad civil, y en particular los grupos de mujeres son importantes motores de cambio y, en colaboración con el Parlamento, inician procesos con resultados positivos en materia de igualdad de género. Un mayor número de mujeres en el Parlamento por lo general fortalece la colaboración con grupos feministas y de mujeres. Los Consejos Nacionales de la Mujer y ONGs pueden apoyar los esfuerzos realizados por las mujeres parlamentarias, por ejemplo mediante la promoción de la creación de sistemas de cuotas.

Experiencias de los Miembros del Parlamento en las actividades de control

El diálogo entre la sociedad civil y los representantes públicos para garantizar los avances constantes en materia de igualdad de género es clave para la supervisión, con representantes elegidos, asesores y asistentes estableciendo consultas periódicas con los grupos de mujeres en las políticas relacionadas con el género. La naturaleza de estos diálogos puede ser tanto nacional como internacional. Una de las participantes, por ejemplo, viajó a Etiopía con otras tres colegas del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos y se reunió con mujeres políticas y con grupos por los derechos de las mujeres de todo el mundo. La creación de redes y el conocimiento sobre las tendencias mundiales pertinentes para hacer frente a las necesidades y problemas de las mujeres se identificaron como elementos importantes para un mayor apoyo a cambios en la legislación nacional. A nivel nacional, los días de puertas abiertas se consideran útiles para mejorar la relación entre el Parlamento y la sociedad civil y, en particular, con las asociaciones de mujeres.

En Argentina, por ejemplo, las reuniones en el Parlamento con las organizaciones de mujeres que abogan por la igualdad de género y las cuotas tuvieron un impacto positivo sobre otras leyes importantes para el contexto nacional, como la de violencia de género, asuntos relacionados con la comunidad LGBTI, y el tráfico de mujeres.

Sobre la importancia de hacer la integración del enfoque de género un tema transversal, se hizo un llamamiento a asumir una perspectiva enfocada. En España, por ejemplo, el trabajo de las Comisiones de Igualdad, junto con las campañas de promoción realizadas por mujeres activistas, lograron que la igualdad de género se perciba como una condición previa al funcionamiento de un sistema democrático inclusivo.

La inclusión de una perspectiva de género en cada uno de los ámbitos de actuación del parlamento, como la salud, la educación, la seguridad, las relaciones internacionales, sigue siendo, sin embargo, un reto en muchos países. El papel de las ideologías y las estructuras de los partidos políticos influye en la manera en que los parlamentarios trabajan en la agenda de igualdad de género y cómo participan en las actividades de supervisión. El ser parte de una agrupación femenina en el parlamento se ha identificado como una posibilidad para superar las potenciales barreras. Dada su naturaleza transpartidaria, las agrupaciones de mujeres permiten alianzas en temas como la salud sexual y reproductiva o la lucha contra la violencia de género, entre otros. En Moldavia, por ejemplo, la Plataforma de Mujeres parlamentarias mejoró la participación de las mujeres en la toma de decisiones, a través de consultas políticas regulares con mujeres infrarrepresentadas. Con la ayuda del PNUD, se organizaron cinco foros regionales en los que se han debatido cuestiones relativas a los ODS, permitiendo por primera vez en la historia que más de 200 mujeres pertenecientes a grupos vulnerables contasen con la oportunidad de abordar sus preocupaciones directamente en la toma de decisiones.

El apoyo externo de organismos especializados fue reconocido como esencial para que los parlamentarios y parlamentarias desarrollen y mejoren los mecanismos de supervisión. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), por ejemplo, ayudó a asegurar que las mujeres tengan las habilidades y los apoyos para trabajar con eficacia tanto dentro de los partidos políticos y el parlamento como en relación a ellos. 39 de los 68 proyectos de fortalecimiento parlamentario del PNUD promueven específicamente la supervisión parlamentaria de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Los proyectos incluyen, por ejemplo, la incorporación del enfoque de género en el Parlamento (cuotas, reglas de procedimientos, etc.), revisiones legales centradas en el género y promoción de leyes sensibles al género, formación de candidatos, programas de asesoramiento y campañas de concienciación para luchar contra los estereotipos de género de candidatos y candidatas. Buenos ejemplos de países en los que el PNUD ha implementado diferentes programas que facilitan los mecanismos de control parlamentario de la igualdad de género incluyen a los PALOP, Colombia, Suazilandia, Nepal, Guinea-Bissau, Moldavia, Ruanda, Kosovo, Bosnia y Herzegovina, El Salvador, Nigeria, Jordania, Líbano, Somalia, Sudán, Gambia, Túnez, Argentina, e Irak.

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