Las cuotas
Source: El Economista
México muestra que es posible regular el sistema político para que un mayor número de mujeres ocupen cargos relevantes de representación política.
Durante los últimos años México ha desarrollado una estricta legislación, y un conjunto de interpretaciones judiciales por parte de los tribunales electorales, para garantizar la paridad entre hombres y mujeres en las candidaturas a puestos de elección popular. Se trata de una de las legislaciones más estrictas en la materia entre los regímenes democráticos del mundo, ya que no solamente establece la paridad en los órganos legislativos, sino que también obliga a los partidos a postular el mismo número de hombres y de mujeres para posiciones ejecutivas, como alcaldías y gobernaturas. Eso ha generado discusiones polémicas, unas interesantes, aunque no necesariamente correctas, en torno a si se violan los derechos políticos de una comunidad, por la obligación de postular a una persona de cierto género en función de la decisión que se tomó en otra entidad o alcaldía. En realidad, es necesario que las legislaciones locales definan con precisión la manera en la que se aplica el criterio de equidad, para no depender de la interpretación del Tribunal Federal Electoral, al que se recurre por la falta de claridad en la norma.
Haga clic aquí para leer el artículo completo publicado por el Economista el 16 de noviembre de 2023.
México muestra que es posible regular el sistema político para que un mayor número de mujeres ocupen cargos relevantes de representación política.
Durante los últimos años México ha desarrollado una estricta legislación, y un conjunto de interpretaciones judiciales por parte de los tribunales electorales, para garantizar la paridad entre hombres y mujeres en las candidaturas a puestos de elección popular. Se trata de una de las legislaciones más estrictas en la materia entre los regímenes democráticos del mundo, ya que no solamente establece la paridad en los órganos legislativos, sino que también obliga a los partidos a postular el mismo número de hombres y de mujeres para posiciones ejecutivas, como alcaldías y gobernaturas. Eso ha generado discusiones polémicas, unas interesantes, aunque no necesariamente correctas, en torno a si se violan los derechos políticos de una comunidad, por la obligación de postular a una persona de cierto género en función de la decisión que se tomó en otra entidad o alcaldía. En realidad, es necesario que las legislaciones locales definan con precisión la manera en la que se aplica el criterio de equidad, para no depender de la interpretación del Tribunal Federal Electoral, al que se recurre por la falta de claridad en la norma.
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