Pasar al contenido principal

Resumen del debate virtual sobre los desafíos para mujeres en política: los estereotipos en cuanto de la asignación de responsabilidades

Discussion Summaries

Back
October 2, 2013

Resumen del debate virtual sobre los desafíos para mujeres en política: los estereotipos en cuanto de la asignación de responsabilidades

iKNOW Politics organizó una discusión virtual sobre los estereotipos en la asignación de responsabilidades para mujeres en política en árabe, inglés, francés y español. La discusión se mantuvo abierta durante 3 semanas y se recibieron contribuciones de 13 miembros provenientes de distintos países incluyendo Argentina, Bolivia, Chile, Etiopía, Kenia, México, Nueva Zelanda, Nigeria y Perú.

La discusión virtual se produjo entre el 9 y el 27 de septiembre de 2013.

 

MENSAJE DE LANZAMIENTO:

"El principio de la igualdad de género puede promoverse si las mujeres ocupan puestos directivos como parlamentarias y como miembros del personal parlamentario, puesto que estarán en condiciones de influir en las orientaciones de política, cambiar los procedimientos y las prácticas, servir como ejemplo a otras mujeres y ofrecer una perspectiva diferente en los debates" – Plan de Acción para Parlamentos Sensibles al Género, UIP, 2013.

En todas partes las mujeres están superando los estereotipos mencionados previamente, pero sus voces siguen sin ser escuchadas y sus contribuciones todavía suelen ser dejadas de lado. En muchos lugares, las mujeres todavía son vistas como incapaces de asumir la responsabilidad en lo que se considerarían áreas típicamente masculinas como las finanzas, la energía, el desarrollo económico, el cambio climático, asuntos exteriores, defensa, comercio o infraestructura. Este suele ser el caso en los parlamentos donde a las mujeres se les asignan tareas “típicas de femeninas”, o sólo se les permite sentarse en los comités de asuntos de género a la vez que son apartadas de otros comités por ser mujeres.

No sólo los parlamentarios sino todos los niveles de gobierno deben adoptar medidas de acción positiva así como enmendar las reglas internas existentes en ellos para dar así preferencia a los mujeres sobre los hombres (en consonancia con sus capacidades) en cuanto a puestos de toma de decisiones (incluyendo ministerios, presidencias de comités, puestos de liderazgo en la mesa del parlamento) en los casos en que las cualificaciones sean iguales o proporcionales a su representación en el gobierno.

Según lo aducido en el Plan de Acción para Parlamentos Sensibles con el Género, los parlamentos deben promover una distribución proporcional y equitativa de las mujeres parlamentarias en todos los comités y no sólo en aquellos relacionados con mujeres, niños, familias, salud y educación.

  • ¿Deberían tener los comités parlamentarios así como los ministerios paridad de género  (incluso hasta el punto de tener a una mujer y un hombre como presidentes simultáneos en cada uno de los comités)? ¿O más bien crees que eso haría incrementar los recelos de los hombres hacia la participación de las mujeres? ¿Cómo afrontarías este asunto?
  • ¿Estás conforme con que se necesitan medidas de acción positiva para cambiar el actual rol en cuanto a participación y liderazgo que están ejerciendo las mujeres en parlamentos y ministerios?

 

  • ¿Tiene su país alguna medida de este tipo en marcha? ¿En caso afirmativo, ha demostrado ser exitosa?

 

El equipo de iKNOW Politics ha realizado un breve sumario con información específica de distintos países así como de informaciones extraídas del debate. La discusión completa puede ser leída en árabe, inglés, francés y español.

 

Argentina

Argentina tiene la representación femenina en los poderes legislativos más alta de Latinoamérica, cumpliéndose la norma que así lo determina. Sin embargo, la suma de mujeres no implica necesariamente que luchen y/o logren incorporar una agenda de género con políticas de largo plazo. Sigue pendiente la democratización de los propios partidos políticos, en especial en las provincias del interior del país donde es evidente que las políticas de igualdad de oportunidades se debilitan[1].

 

Bolivia

La paridad y la alternancia están reguladas al 50% entre hombre y mujeres a todos los niveles: municipal, regional o nacional. El problema no radica en medidas de acción positivas ya que en Bolivia ya existen todas las leyes necesarias. Hace falta el empoderamiento económico de las mujeres para que realmente puedan llegar a las posiciones de toma de decisiones.[2] Hay mujeres presidentas en las dos cámaras legislativas así como algunas ministras. Pero la sociedad de Bolivia sigue siendo machista, ya que en la vida real no existe la paridad y muchas mujeres tienen que trabajar a la sombra de los varones para poder continuar en la vida política. La falta de educación política o la lucha casi imposible contra la corrupción son algunos de los factores que impiden a más mujeres participar en política. [3]

 

Chile

A pesar de haber tenido a una mujer presidenta que ha contribuido a que se produzcan cambios culturas con respecto a los asuntos de las mujeres, Michelle Bachelet - ahora se presenta en la elecciones presidenciales de 2013 -, las mujeres aún tienen poco acceso a puestos de responsabilidad debido a una cultura que confina a la mujer al espacio privado. Además, los partidos políticos socavan las posibilidades de las mujeres para participar en una elección determinada. Las mujeres también sufren a menudo de la falta de apoyo financiero para sus campañas. Se considera que los candidatos deben ser elegidos en función de sus capacidades y las mujeres necesitan ser animadas, motivadas, apoyadas y capacitadas para convertirse en representantes y ocupar cargos políticos. Los medios de comunicación tienen un papel importante en este asunto. Las mujeres están sub-representadas en los medios de comunicación, por lo tanto, los periodistas deben colaborar y mejorar la visibilidad política de las mujeres. La situación de las mujeres políticas en Chile es similar en toda América Latina[4].

 

Etiopía

Cuando los líderes de partidos (en su mayoría hombres) o del gobierno (también hombres), imponen políticas de acción positiva para aumentar la matriculación de las mujeres, notamos lealtad y adherencia a las reglas. Sin embargo las mujeres que no tienen dificultad para expresar lo que piensan son a menudo cooptadas y silenciadas. Las medidas de acción positiva van contra las mujeres y favorecen su mutismo. La mayoría de las mujeres que entraron en política fue debido a las acciones afirmativas emprendidas por el gobierno. Muchas son leales y pertenecen al partido gobernante. No entraron en política para cambiar las cosas, sino pensando en sus propias carreras. También se espera de estas mujeres que representen a todas las mujeres del país. Sin embargo, la mayoría desconoce las cuestiones de género (por falta de formación y educación en este asunto). Ser mujer es a menudo tomado como suficiente para representar los intereses del conjunto de mujeres del país, con resultados desastrosos. La situación actual es la monopolización de la agenda de género y los derechos de las mujeres por el Ministerio de la Mujer (después de silenciar y reprimir todo activismo de la sociedad civil sobre este tema).

El partido gobernante (EPRDF-TPLF) trató de aplicar las recomendaciones del CEDAW y otros tratados internacionales y regionales en cuanto a medidas de acción afirmativa. En realidad, esto se ha convertido en un instrumento al servicio del interés propio, mostrando buenas intenciones a la comunidad internacional mientras las mujeres siguen. Estas medidas de acción afirmativa se utilizan sólo como un escaparate y carecen de sostenibilidad. Cuando el partido gobernante salga, también lo harán las mujeres pertenecientes al mismo y que actualmente ocupan determinadas posiciones. Los partidos de oposición, lamentablemente, no se embarcaron en medidas de este tipo ni presentaron una política de género en sus programas electorales.

Con el fin de mantener una actitud vigilante en la incorporación y el aumento de las mujeres en política, el papel y el activismo de las organizaciones de mujeres de la sociedad civil son cruciales; son los únicos que pueden revertir la situación. Pueden ayudar a las mujeres líderes a entrar en política y que se mantengan a través de la realización continuada de consultas, orientación, apoyo y formación. Esto no sólo las hará más asertivas y abiertas, sino también aumentará su conocimiento político y su contribución a la sostenibilidad de las mujeres en la política. [5]

 

Kenia

En Kenia, la constitución establece que, a todos los niveles, no más de dos tercios de los designados sean del mismo sexo. Sin embargo, un nuevo techo de cristal emerge para las mujeres. En el gabinete, de dieciocho secretarios sólo seis son mujeres. La Corte Suprema tiene a dos mujeres y cinco hombres y el mismo escenario se repite a todos los niveles políticos y de gobierno. Hay un esfuerzo enérgico para mantener a las mujeres en un sólo tercio, desde el plano nacional hasta el local. Un gobernador de condado hizo lo contrario mediante el nombramiento de un gabinete que tenía mayoría de mujeres y fue amenazado con la destitución por los miembros de la asamblea del condado.

Las presidencias de las comisiones parlamentarias en Kenia no están equilibradas. La mayoría de las comisiones constitucionales están presididas por hombres. Lo mismo sucede con las comisiones parlamentarias, algunas de las cuales tienen a un hombre como presidente y vicepresidente. Aquí se detecta un límite para las mujeres; se da por hecho que ciertas posiciones las ocuparán hombres. Este tipo de estereotipo dificulta la lucha de las mujeres por la igualdad de género.

La contribuyente de Kenia manifestó que el equilibrio de género no crearía ningún tipo de animosidad hacia las mujeres si se aplicara de manera unilateral en todos los departamentos. Daría a las mujeres fuerza y poder para luchar por sus derechos y, finalmente, los hombres aprenderían a vivir con la realidad del equilibrio de género. El tipo de animosidad se debe a que ningún país tiene la voluntad política de practicar el equilibrio de género en la asignación de carteras.

Si bien las medidas de acción positiva cambiarían la participación de las mujeres y el papel de liderazgo en el parlamento y los ministerios, las creencias culturales siguen siendo un gran obstáculo. En Kenia hay 42 comunidades diferentes. Algunas de estas comunidades todavía creen que el lugar de la mujer está en la cocina. Muchas mujeres también tienen estas creencias muy arraigadas hasta el punto de que salen a competir por las diversas oportunidades políticas.

La introducción del representante de la mujer del condado en el Parlamento es lo que finalmente ha llevado a las mujeres de algunas de estas comunidades al parlamento. Si bien las acciones así como las políticas afirmativas son importantes, las mujeres no deben esperar pasivamente a que el gobierno genere un cambio, sino más bien salir y propiciarlo ellas mismas.[6]

 

México

Hoy podemos hablar de una mayor participación ciudadana de mujeres, de un mayor número de mujeres que muestran no solo su interés o deseo por competir por un puesto de elección popular, sino que también buscan los recursos para acceder a ellos. Si bien la presencia de las mujeres se ha ido incrementando, las diputadas o senadoras no ocupan las comisiones de asuntos estratégicos de cualquier país: económicos, hacendarios, tecnológicos, seguridad nacional, política exterior, etc. Lo mismo ocurre en las Secretarías de Estado, donde tres o cuatro mujeres están presentes en el gabinete y en secretarías que no son estratégicas. [7]

En el parlamento del Estado de Guanajuato, México, en total son 36 parlamentarios de los cuales solamente hay 8 mujeres, a pesar de que la ley dice que debe haber un 40% de mujeres.[8]

 

Nueva Zelanda

A principios de 1980 un grupo de mujeres del Partido Laborista decidió que se necesitaba una mejor representación en el Parlamento. Empezando por abajo, había un decreto por el que debía haber una mujer en cada comité. Un segundo nivel de gobierno dentro del partido se estableció para realizar política para mujeres hecha por mujeres, las cuales empezaron a prevalecer a menos que entrasen en conflicto con políticas más amplias. Una mujer fue designada como presidenta del Partido - para gran sorpresa del mismo ya que estaba dominado por hombres-. A partir de entonces más mujeres ganaron escaños en el Parlamento en los años siguientes, sobre todo porque se sintieron con fuerza gracias a los cambios que se habían producido recientemente. Más tarde Nueva Zelanda terminó teniendo a una mujer como primera ministra -aunque proveniente de otro partido-, y más tarde a una mujer como Gobernadora General, una ministra de Finanzas y una Fiscal General. Mucha gente pensó que se había roto el techo de cristal.

Sin embargo este no fue el caso y en este sentido valgan las siguientes recomendaciones[9]:

-Desarrollar una piel gruesa y estar preparadas para el odio y la ira que se producen cuando hay cambios en el poder.

-Celebrar el éxito de otras mujeres.

-Aumentar las habilidades de las mujeres para ser reconocidas como expertas

-Desarrollar redes sólidas

-Disponer de un fondo de dinero para apoyar a mujeres en sus campañas electorales

- Enseñar a las mujeres cómo hacer política

- Aprender habilidades de “gobernabilidad”

 

Nigeria

Una representación igualitaria no conlleva necesariamente el que haya un parlamento / gobierno sensible para con los temas de género. El parlamento de Nigeria, por ejemplo, está compuesto por un Congreso y un Senado. Hay unos 80 comités en el Congreso y cerca de 70 en el Senado. Mientras tanto, sólo hay 24 mujeres en el Congreso de un total de 360 y 8 en el Senado de un total de 109. Sería prácticamente imposible tener a mujeres copresidiendo en cada uno de esos comités. Lo que es más importante es garantizar la visibilidad de las mujeres dentro de las estructuras de liderazgo de cualquier rama del gobierno (tanto a nivel parlamentario como ejecutivo); también hay que garantizar que se desarrollen estrategias para que todos los parlamentarios, hombres y mujeres, sean custodios de los principios de la igualdad de género. [10]

Pocas mujeres parlamentarias consiguen las cosas por las que abogan en términos de comités parlamentarios. El factor importante es la afiliación política y el grado de interés de los otros miembros del comité y el nivel de apoyo de los líderes del senado cuando se postulan para sus cargos.

Hay asuntos que son considerados “asuntos de mujeres” y que prácticamente todas las mujeres deben comentar aunque no quieran. Si el asunto es considerado serio y de “hombres”, si una mujer levantaba la mano es ignorada. [11]

En Nigeria, la sociedad civil, asociaciones dedicadas al desarrollo y las comisiones parlamentarias de asuntos de la mujer establecieron la Unidad Técnica de Género (UTG) que se encuentra físicamente dentro del complejo parlamentario. La unidad técnica tiene la misión no sólo de capacitar a las mujeres parlamentarias, también de asegurar que la sensibilidad para con los asuntos de género se extiende a todos los procesos legislativos. La UTG lo hace proporcionando formación a legisladoras y reclutando a hombres que son líderes de opinión en ambas cámaras. También a través de compromisos con los procesos y estructuras legislativas. Un buen ejemplo fue la participación de la UTG en la revisión de las reglas internas de las cámaras. La UTG hizo patente la necesidad de reglas internas que aseguren la igualdad de género. Aunque la recomendación no fue tenida en cuenta, la iniciativa cimentó las bases para reclamaciones similares en otros ámbitos estatales.

La política de género de Nigeria estipula que un debe haber un mínimo de 35% de mujeres en todas las posiciones. Sin embargo, esto es solo un documento y ha sido muy difícil que el Gobierno se mantenga responsable en este punto. También, algunos partidos políticos tienen declaraciones políticas que estipulan dar posiciones específicas a mujeres dentro de sus estructuras, pero esto se ha observado como algo simbólico.

En un país como Nigeria, donde los partidos políticos siguen siendo la única vía legítima para designar cargos, podría ser más estratégico conseguir que más mujeres se incorporen a los distintos partidos presentes en el país. A menudo, la decisión de quién se convierte en ministro está determinada por la dirigencia del partido. Dado que las mujeres están presentes en números muy pequeños, suelen perder en los nombramientos por esta misma causa. Los partidos tienen una enorme influencia en la composición de liderazgo parlamentario/legislativo por lo que si las mujeres no están en posiciones de toma decisión dentro de los partidos, no pueden tener voz en las cámaras legislativas. [12]

 

Contribuciones no regionales

Son los propios impulsores del “desarrollo” quienes a menudo tienen la culpa de asignar a diputadas a ocuparse de los “asuntos de mujeres” - por lo que gran parte de los parlamentos luego deciden asignar a los hombres a los otros comités. Esto da lugar a un grupo de diputadas ya marginadas dedicándose casi en exclusiva a asuntos de mujeres. Hay que aprender de este hecho y mejorar el contexto actual. Todos los comités deberían ser equilibrados en cuanto a género - aunque hay limitaciones ya que los hombres suelen ser la mayoría con excepción de Ruanda. Muchos parlamentos simplemente no tienen suficientes mujeres para que estén presentes en todos los comités, tampoco como copresidentas (véase, por ejemplo, a los Parlamentos del Pacífico, con dos parlamentos sin mujeres y 5 con  una).

Las lecciones aprendidas en todo el mundo apoyan el uso de acciones afirmativas para las mujeres, tanto en el poder legislativo como en la administración pública. Es evidente que hay un techo de cristal y tales medidas son necesarias para que las mujeres puedan romperlo. Dicho esto, debería prestarse atención a las medidas especiales de carácter temporal - señalando que las cuotas no deberían ser vistas como algo permanente sino como una "solución rápida", temporal, mientras se sigue trabajando en cuestiones más profundas como las culturales / sociales que representan un desafío hacia la mujer y su rol en el liderazgo público. La contribuyente cree que es útil hablar acerca de la importancia de las cuotas como "modelos" para otras mujeres - incluso ver a un puñado de mujeres en el Parlamento anima a otras mujeres a sentir que es posible para ellas ocupar posiciones de liderazgo similares. Por el contrario, la contribuyente explica haber dicho a muchos parlamentarios que las cuotas son útiles también debido a que mientras las mujeres podrían mirar a los parlamentos dominados por hombres y sentir que hay muy pocas opciones de ocupar un asiento (especialmente en lugares con una cultura masculina dominante), si supiesen que sólo competirían contra otras mujeres entonces sentirían tener más posibilidades y tomarían el riesgo de participar en un proceso electoral (teniendo en cuenta el tiempo, dinero y el posible coste laboral de embarcarse en una empresa de este tipo).

 

Conclusión

Todos los participantes en el debate coincidieron en señalar una tendencia a asignar un tipo de tareas a las mujeres en política. La mayoría de las contribuciones que recibimos indicaron que si bien la adopción de medidas de acción positiva es necesaria para aumentar la representación de las mujeres en las tomas de decisión así como en las instituciones, por sí mismas no garantizan un progreso sostenido. La mayoría de los participantes dijeron que los esfuerzos de sensibilización en el ámbito político se han centrado en el aumento de la presencia numérica de las mujeres en las instituciones pertinentes, pasando por alto la necesidad de garantizar la participación efectiva en los procesos de toma de decisiones estratégicas.

Los participantes de países en los que se aplicaron efectivamente las leyes de cuotas afirmaron que las cuotas no garantizan la participación de las mujeres en las decisiones más estratégicas/importantes y que hay una necesidad de cambio más profundo a nivel social. También se reiteró durante el debate que mientras la participación de las mujeres se garantice sólo a través de medidas deliberativas, las mujeres seguirán confinadas a un determinado rango tanto a nivel ejecutivo como legislativo. Algunos usuarios afirmaron que las mujeres elegidas para ocupar a través de políticas de acción afirmativa sólo satisfacen un propósito simbólico en lugar de contribuir de manera efectiva a la promoción de los derechos de las mujeres.

Parece haber un consenso en que los partidos políticos son los más capacitados para cambiar el statu quo y avanzar hacia candidaturas basadas en el mérito, lo que a su vez se traduciría en estructuras de gobernanza más equilibradas, representativas y eficaces. También se hicieron varias recomendaciones en la discusión. La independencia económica fue mencionada repetidamente como un factor importante en el acceso de las mujeres a la toma de decisiones así como la importancia de acceder a recursos para la financiación de campañas. Varios usuarios mencionaron la necesidad de incidir en el desarrollo de habilidades así como la formación de mujeres candidatas. También se recomendó aumentar la visibilidad de la labor y los logros de las mujeres y se destacó la necesidad de crear redes sólidas.

¡Por último, muchas gracias a todos los participantes!

 

Tipo de recurso
Autor
iKNOW Politics
Año de publicación
2013

iKNOW Politics organizó una discusión virtual sobre los estereotipos en la asignación de responsabilidades para mujeres en política en árabe, inglés, francés y español. La discusión se mantuvo abierta durante 3 semanas y se recibieron contribuciones de 13 miembros provenientes de distintos países incluyendo Argentina, Bolivia, Chile, Etiopía, Kenia, México, Nueva Zelanda, Nigeria y Perú.

La discusión virtual se produjo entre el 9 y el 27 de septiembre de 2013.

 

MENSAJE DE LANZAMIENTO:

"El principio de la igualdad de género puede promoverse si las mujeres ocupan puestos directivos como parlamentarias y como miembros del personal parlamentario, puesto que estarán en condiciones de influir en las orientaciones de política, cambiar los procedimientos y las prácticas, servir como ejemplo a otras mujeres y ofrecer una perspectiva diferente en los debates" – Plan de Acción para Parlamentos Sensibles al Género, UIP, 2013.

En todas partes las mujeres están superando los estereotipos mencionados previamente, pero sus voces siguen sin ser escuchadas y sus contribuciones todavía suelen ser dejadas de lado. En muchos lugares, las mujeres todavía son vistas como incapaces de asumir la responsabilidad en lo que se considerarían áreas típicamente masculinas como las finanzas, la energía, el desarrollo económico, el cambio climático, asuntos exteriores, defensa, comercio o infraestructura. Este suele ser el caso en los parlamentos donde a las mujeres se les asignan tareas “típicas de femeninas”, o sólo se les permite sentarse en los comités de asuntos de género a la vez que son apartadas de otros comités por ser mujeres.

No sólo los parlamentarios sino todos los niveles de gobierno deben adoptar medidas de acción positiva así como enmendar las reglas internas existentes en ellos para dar así preferencia a los mujeres sobre los hombres (en consonancia con sus capacidades) en cuanto a puestos de toma de decisiones (incluyendo ministerios, presidencias de comités, puestos de liderazgo en la mesa del parlamento) en los casos en que las cualificaciones sean iguales o proporcionales a su representación en el gobierno.

Según lo aducido en el Plan de Acción para Parlamentos Sensibles con el Género, los parlamentos deben promover una distribución proporcional y equitativa de las mujeres parlamentarias en todos los comités y no sólo en aquellos relacionados con mujeres, niños, familias, salud y educación.

  • ¿Deberían tener los comités parlamentarios así como los ministerios paridad de género  (incluso hasta el punto de tener a una mujer y un hombre como presidentes simultáneos en cada uno de los comités)? ¿O más bien crees que eso haría incrementar los recelos de los hombres hacia la participación de las mujeres? ¿Cómo afrontarías este asunto?
  • ¿Estás conforme con que se necesitan medidas de acción positiva para cambiar el actual rol en cuanto a participación y liderazgo que están ejerciendo las mujeres en parlamentos y ministerios?

 

  • ¿Tiene su país alguna medida de este tipo en marcha? ¿En caso afirmativo, ha demostrado ser exitosa?

 

El equipo de iKNOW Politics ha realizado un breve sumario con información específica de distintos países así como de informaciones extraídas del debate. La discusión completa puede ser leída en árabe, inglés, francés y español.

 

Argentina

Argentina tiene la representación femenina en los poderes legislativos más alta de Latinoamérica, cumpliéndose la norma que así lo determina. Sin embargo, la suma de mujeres no implica necesariamente que luchen y/o logren incorporar una agenda de género con políticas de largo plazo. Sigue pendiente la democratización de los propios partidos políticos, en especial en las provincias del interior del país donde es evidente que las políticas de igualdad de oportunidades se debilitan[1].

 

Bolivia

La paridad y la alternancia están reguladas al 50% entre hombre y mujeres a todos los niveles: municipal, regional o nacional. El problema no radica en medidas de acción positivas ya que en Bolivia ya existen todas las leyes necesarias. Hace falta el empoderamiento económico de las mujeres para que realmente puedan llegar a las posiciones de toma de decisiones.[2] Hay mujeres presidentas en las dos cámaras legislativas así como algunas ministras. Pero la sociedad de Bolivia sigue siendo machista, ya que en la vida real no existe la paridad y muchas mujeres tienen que trabajar a la sombra de los varones para poder continuar en la vida política. La falta de educación política o la lucha casi imposible contra la corrupción son algunos de los factores que impiden a más mujeres participar en política. [3]

 

Chile

A pesar de haber tenido a una mujer presidenta que ha contribuido a que se produzcan cambios culturas con respecto a los asuntos de las mujeres, Michelle Bachelet - ahora se presenta en la elecciones presidenciales de 2013 -, las mujeres aún tienen poco acceso a puestos de responsabilidad debido a una cultura que confina a la mujer al espacio privado. Además, los partidos políticos socavan las posibilidades de las mujeres para participar en una elección determinada. Las mujeres también sufren a menudo de la falta de apoyo financiero para sus campañas. Se considera que los candidatos deben ser elegidos en función de sus capacidades y las mujeres necesitan ser animadas, motivadas, apoyadas y capacitadas para convertirse en representantes y ocupar cargos políticos. Los medios de comunicación tienen un papel importante en este asunto. Las mujeres están sub-representadas en los medios de comunicación, por lo tanto, los periodistas deben colaborar y mejorar la visibilidad política de las mujeres. La situación de las mujeres políticas en Chile es similar en toda América Latina[4].

 

Etiopía

Cuando los líderes de partidos (en su mayoría hombres) o del gobierno (también hombres), imponen políticas de acción positiva para aumentar la matriculación de las mujeres, notamos lealtad y adherencia a las reglas. Sin embargo las mujeres que no tienen dificultad para expresar lo que piensan son a menudo cooptadas y silenciadas. Las medidas de acción positiva van contra las mujeres y favorecen su mutismo. La mayoría de las mujeres que entraron en política fue debido a las acciones afirmativas emprendidas por el gobierno. Muchas son leales y pertenecen al partido gobernante. No entraron en política para cambiar las cosas, sino pensando en sus propias carreras. También se espera de estas mujeres que representen a todas las mujeres del país. Sin embargo, la mayoría desconoce las cuestiones de género (por falta de formación y educación en este asunto). Ser mujer es a menudo tomado como suficiente para representar los intereses del conjunto de mujeres del país, con resultados desastrosos. La situación actual es la monopolización de la agenda de género y los derechos de las mujeres por el Ministerio de la Mujer (después de silenciar y reprimir todo activismo de la sociedad civil sobre este tema).

El partido gobernante (EPRDF-TPLF) trató de aplicar las recomendaciones del CEDAW y otros tratados internacionales y regionales en cuanto a medidas de acción afirmativa. En realidad, esto se ha convertido en un instrumento al servicio del interés propio, mostrando buenas intenciones a la comunidad internacional mientras las mujeres siguen. Estas medidas de acción afirmativa se utilizan sólo como un escaparate y carecen de sostenibilidad. Cuando el partido gobernante salga, también lo harán las mujeres pertenecientes al mismo y que actualmente ocupan determinadas posiciones. Los partidos de oposición, lamentablemente, no se embarcaron en medidas de este tipo ni presentaron una política de género en sus programas electorales.

Con el fin de mantener una actitud vigilante en la incorporación y el aumento de las mujeres en política, el papel y el activismo de las organizaciones de mujeres de la sociedad civil son cruciales; son los únicos que pueden revertir la situación. Pueden ayudar a las mujeres líderes a entrar en política y que se mantengan a través de la realización continuada de consultas, orientación, apoyo y formación. Esto no sólo las hará más asertivas y abiertas, sino también aumentará su conocimiento político y su contribución a la sostenibilidad de las mujeres en la política. [5]

 

Kenia

En Kenia, la constitución establece que, a todos los niveles, no más de dos tercios de los designados sean del mismo sexo. Sin embargo, un nuevo techo de cristal emerge para las mujeres. En el gabinete, de dieciocho secretarios sólo seis son mujeres. La Corte Suprema tiene a dos mujeres y cinco hombres y el mismo escenario se repite a todos los niveles políticos y de gobierno. Hay un esfuerzo enérgico para mantener a las mujeres en un sólo tercio, desde el plano nacional hasta el local. Un gobernador de condado hizo lo contrario mediante el nombramiento de un gabinete que tenía mayoría de mujeres y fue amenazado con la destitución por los miembros de la asamblea del condado.

Las presidencias de las comisiones parlamentarias en Kenia no están equilibradas. La mayoría de las comisiones constitucionales están presididas por hombres. Lo mismo sucede con las comisiones parlamentarias, algunas de las cuales tienen a un hombre como presidente y vicepresidente. Aquí se detecta un límite para las mujeres; se da por hecho que ciertas posiciones las ocuparán hombres. Este tipo de estereotipo dificulta la lucha de las mujeres por la igualdad de género.

La contribuyente de Kenia manifestó que el equilibrio de género no crearía ningún tipo de animosidad hacia las mujeres si se aplicara de manera unilateral en todos los departamentos. Daría a las mujeres fuerza y poder para luchar por sus derechos y, finalmente, los hombres aprenderían a vivir con la realidad del equilibrio de género. El tipo de animosidad se debe a que ningún país tiene la voluntad política de practicar el equilibrio de género en la asignación de carteras.

Si bien las medidas de acción positiva cambiarían la participación de las mujeres y el papel de liderazgo en el parlamento y los ministerios, las creencias culturales siguen siendo un gran obstáculo. En Kenia hay 42 comunidades diferentes. Algunas de estas comunidades todavía creen que el lugar de la mujer está en la cocina. Muchas mujeres también tienen estas creencias muy arraigadas hasta el punto de que salen a competir por las diversas oportunidades políticas.

La introducción del representante de la mujer del condado en el Parlamento es lo que finalmente ha llevado a las mujeres de algunas de estas comunidades al parlamento. Si bien las acciones así como las políticas afirmativas son importantes, las mujeres no deben esperar pasivamente a que el gobierno genere un cambio, sino más bien salir y propiciarlo ellas mismas.[6]

 

México

Hoy podemos hablar de una mayor participación ciudadana de mujeres, de un mayor número de mujeres que muestran no solo su interés o deseo por competir por un puesto de elección popular, sino que también buscan los recursos para acceder a ellos. Si bien la presencia de las mujeres se ha ido incrementando, las diputadas o senadoras no ocupan las comisiones de asuntos estratégicos de cualquier país: económicos, hacendarios, tecnológicos, seguridad nacional, política exterior, etc. Lo mismo ocurre en las Secretarías de Estado, donde tres o cuatro mujeres están presentes en el gabinete y en secretarías que no son estratégicas. [7]

En el parlamento del Estado de Guanajuato, México, en total son 36 parlamentarios de los cuales solamente hay 8 mujeres, a pesar de que la ley dice que debe haber un 40% de mujeres.[8]

 

Nueva Zelanda

A principios de 1980 un grupo de mujeres del Partido Laborista decidió que se necesitaba una mejor representación en el Parlamento. Empezando por abajo, había un decreto por el que debía haber una mujer en cada comité. Un segundo nivel de gobierno dentro del partido se estableció para realizar política para mujeres hecha por mujeres, las cuales empezaron a prevalecer a menos que entrasen en conflicto con políticas más amplias. Una mujer fue designada como presidenta del Partido - para gran sorpresa del mismo ya que estaba dominado por hombres-. A partir de entonces más mujeres ganaron escaños en el Parlamento en los años siguientes, sobre todo porque se sintieron con fuerza gracias a los cambios que se habían producido recientemente. Más tarde Nueva Zelanda terminó teniendo a una mujer como primera ministra -aunque proveniente de otro partido-, y más tarde a una mujer como Gobernadora General, una ministra de Finanzas y una Fiscal General. Mucha gente pensó que se había roto el techo de cristal.

Sin embargo este no fue el caso y en este sentido valgan las siguientes recomendaciones[9]:

-Desarrollar una piel gruesa y estar preparadas para el odio y la ira que se producen cuando hay cambios en el poder.

-Celebrar el éxito de otras mujeres.

-Aumentar las habilidades de las mujeres para ser reconocidas como expertas

-Desarrollar redes sólidas

-Disponer de un fondo de dinero para apoyar a mujeres en sus campañas electorales

- Enseñar a las mujeres cómo hacer política

- Aprender habilidades de “gobernabilidad”

 

Nigeria

Una representación igualitaria no conlleva necesariamente el que haya un parlamento / gobierno sensible para con los temas de género. El parlamento de Nigeria, por ejemplo, está compuesto por un Congreso y un Senado. Hay unos 80 comités en el Congreso y cerca de 70 en el Senado. Mientras tanto, sólo hay 24 mujeres en el Congreso de un total de 360 y 8 en el Senado de un total de 109. Sería prácticamente imposible tener a mujeres copresidiendo en cada uno de esos comités. Lo que es más importante es garantizar la visibilidad de las mujeres dentro de las estructuras de liderazgo de cualquier rama del gobierno (tanto a nivel parlamentario como ejecutivo); también hay que garantizar que se desarrollen estrategias para que todos los parlamentarios, hombres y mujeres, sean custodios de los principios de la igualdad de género. [10]

Pocas mujeres parlamentarias consiguen las cosas por las que abogan en términos de comités parlamentarios. El factor importante es la afiliación política y el grado de interés de los otros miembros del comité y el nivel de apoyo de los líderes del senado cuando se postulan para sus cargos.

Hay asuntos que son considerados “asuntos de mujeres” y que prácticamente todas las mujeres deben comentar aunque no quieran. Si el asunto es considerado serio y de “hombres”, si una mujer levantaba la mano es ignorada. [11]

En Nigeria, la sociedad civil, asociaciones dedicadas al desarrollo y las comisiones parlamentarias de asuntos de la mujer establecieron la Unidad Técnica de Género (UTG) que se encuentra físicamente dentro del complejo parlamentario. La unidad técnica tiene la misión no sólo de capacitar a las mujeres parlamentarias, también de asegurar que la sensibilidad para con los asuntos de género se extiende a todos los procesos legislativos. La UTG lo hace proporcionando formación a legisladoras y reclutando a hombres que son líderes de opinión en ambas cámaras. También a través de compromisos con los procesos y estructuras legislativas. Un buen ejemplo fue la participación de la UTG en la revisión de las reglas internas de las cámaras. La UTG hizo patente la necesidad de reglas internas que aseguren la igualdad de género. Aunque la recomendación no fue tenida en cuenta, la iniciativa cimentó las bases para reclamaciones similares en otros ámbitos estatales.

La política de género de Nigeria estipula que un debe haber un mínimo de 35% de mujeres en todas las posiciones. Sin embargo, esto es solo un documento y ha sido muy difícil que el Gobierno se mantenga responsable en este punto. También, algunos partidos políticos tienen declaraciones políticas que estipulan dar posiciones específicas a mujeres dentro de sus estructuras, pero esto se ha observado como algo simbólico.

En un país como Nigeria, donde los partidos políticos siguen siendo la única vía legítima para designar cargos, podría ser más estratégico conseguir que más mujeres se incorporen a los distintos partidos presentes en el país. A menudo, la decisión de quién se convierte en ministro está determinada por la dirigencia del partido. Dado que las mujeres están presentes en números muy pequeños, suelen perder en los nombramientos por esta misma causa. Los partidos tienen una enorme influencia en la composición de liderazgo parlamentario/legislativo por lo que si las mujeres no están en posiciones de toma decisión dentro de los partidos, no pueden tener voz en las cámaras legislativas. [12]

 

Contribuciones no regionales

Son los propios impulsores del “desarrollo” quienes a menudo tienen la culpa de asignar a diputadas a ocuparse de los “asuntos de mujeres” - por lo que gran parte de los parlamentos luego deciden asignar a los hombres a los otros comités. Esto da lugar a un grupo de diputadas ya marginadas dedicándose casi en exclusiva a asuntos de mujeres. Hay que aprender de este hecho y mejorar el contexto actual. Todos los comités deberían ser equilibrados en cuanto a género - aunque hay limitaciones ya que los hombres suelen ser la mayoría con excepción de Ruanda. Muchos parlamentos simplemente no tienen suficientes mujeres para que estén presentes en todos los comités, tampoco como copresidentas (véase, por ejemplo, a los Parlamentos del Pacífico, con dos parlamentos sin mujeres y 5 con  una).

Las lecciones aprendidas en todo el mundo apoyan el uso de acciones afirmativas para las mujeres, tanto en el poder legislativo como en la administración pública. Es evidente que hay un techo de cristal y tales medidas son necesarias para que las mujeres puedan romperlo. Dicho esto, debería prestarse atención a las medidas especiales de carácter temporal - señalando que las cuotas no deberían ser vistas como algo permanente sino como una "solución rápida", temporal, mientras se sigue trabajando en cuestiones más profundas como las culturales / sociales que representan un desafío hacia la mujer y su rol en el liderazgo público. La contribuyente cree que es útil hablar acerca de la importancia de las cuotas como "modelos" para otras mujeres - incluso ver a un puñado de mujeres en el Parlamento anima a otras mujeres a sentir que es posible para ellas ocupar posiciones de liderazgo similares. Por el contrario, la contribuyente explica haber dicho a muchos parlamentarios que las cuotas son útiles también debido a que mientras las mujeres podrían mirar a los parlamentos dominados por hombres y sentir que hay muy pocas opciones de ocupar un asiento (especialmente en lugares con una cultura masculina dominante), si supiesen que sólo competirían contra otras mujeres entonces sentirían tener más posibilidades y tomarían el riesgo de participar en un proceso electoral (teniendo en cuenta el tiempo, dinero y el posible coste laboral de embarcarse en una empresa de este tipo).

 

Conclusión

Todos los participantes en el debate coincidieron en señalar una tendencia a asignar un tipo de tareas a las mujeres en política. La mayoría de las contribuciones que recibimos indicaron que si bien la adopción de medidas de acción positiva es necesaria para aumentar la representación de las mujeres en las tomas de decisión así como en las instituciones, por sí mismas no garantizan un progreso sostenido. La mayoría de los participantes dijeron que los esfuerzos de sensibilización en el ámbito político se han centrado en el aumento de la presencia numérica de las mujeres en las instituciones pertinentes, pasando por alto la necesidad de garantizar la participación efectiva en los procesos de toma de decisiones estratégicas.

Los participantes de países en los que se aplicaron efectivamente las leyes de cuotas afirmaron que las cuotas no garantizan la participación de las mujeres en las decisiones más estratégicas/importantes y que hay una necesidad de cambio más profundo a nivel social. También se reiteró durante el debate que mientras la participación de las mujeres se garantice sólo a través de medidas deliberativas, las mujeres seguirán confinadas a un determinado rango tanto a nivel ejecutivo como legislativo. Algunos usuarios afirmaron que las mujeres elegidas para ocupar a través de políticas de acción afirmativa sólo satisfacen un propósito simbólico en lugar de contribuir de manera efectiva a la promoción de los derechos de las mujeres.

Parece haber un consenso en que los partidos políticos son los más capacitados para cambiar el statu quo y avanzar hacia candidaturas basadas en el mérito, lo que a su vez se traduciría en estructuras de gobernanza más equilibradas, representativas y eficaces. También se hicieron varias recomendaciones en la discusión. La independencia económica fue mencionada repetidamente como un factor importante en el acceso de las mujeres a la toma de decisiones así como la importancia de acceder a recursos para la financiación de campañas. Varios usuarios mencionaron la necesidad de incidir en el desarrollo de habilidades así como la formación de mujeres candidatas. También se recomendó aumentar la visibilidad de la labor y los logros de las mujeres y se destacó la necesidad de crear redes sólidas.

¡Por último, muchas gracias a todos los participantes!

 

Tipo de recurso
Autor
iKNOW Politics
Año de publicación
2013