Pasar al contenido principal

Liderazgo de las mujeres

“Inútil, caprichosa, infantil, soberbia, vuelve a tu pancarta, llorona, gritona, histérica, bruja, pederasta… si se lo pueden decir a una Ministra, ¿por qué no se lo voy a poder decir a la “loca feminista” con la que trabajo?”. Son las palabras que la ministra de igualdad de España, Irene Moreno, dijo tras recibir una serie de discursos de odio en su contra por parte de colegas opositores. En menos de 48 hrs le dijeron que estaba donde estaba porque había sido fecundada por un macho alfa - en referencia a su marido, el también político Pablo Iglesias- y que su único mérito “académico” era haberlo estudiado a él en profundidad. Dichos que Irene, en su réplica, categorizó no como “expresiones desafortunadas”, sino derechamente como violencia política hacia la mujer. “El problema de la violencia política es que no solo busca destruir personalmente o disciplinar a las que estamos al frente, busca diciplinarnos a todas, frenar los avances del conjunto de movimiento”.

Haga clic aquí para leer el artículo completo por La Tercera, el 1 de diciembre de 2022.

Los últimos choques verbales en el Congreso han tenido a las políticas como protagonistas: ellas no son las únicas que polarizan el debate, pero están bajo un mayor escrutinio.

¿Qué hay detrás del fenómeno? Los más recientes y sonados enfrentamientos en el Congreso, o los que han tenido mayor eco, han sido protagonizados por diputadas: la ministra de IgualdadIrene Montero, lanzando al PP la acusación de que "promueve la cultura de la violación" y la diputada de Vox Carla Toscano con su ataque machista previo a la titular de Igualdad, de quien dijo que su "único mérito" "es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias".

¿Hay algo singular en estos exabruptos de las diputadas? Se puede establecer un paralelismo con algo sucedido esta semana. La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, afeó a un periodista que preguntó si la reunión con su homóloga neozelandesa, Jacinda Ardern, se debía a "sus edades parecidas" y a sus "cosas en común". Marin contestó que el motivo de su encuentro no era cuestión de género, sino su condición de primeras ministras. De ese cariz es la respuesta de Ángeles Álvarez, exdiputada del PSOE: los choques son entre mujeres porque son ellas las que ocupan los cargos más prominentes del ámbito en discusión, las políticas de Igualdad.

Haga clic aquí para leer el artículo completo por Heraldo, el 2 de diciembre de 2022.

LA LEY MODELO INTERAMERICANA PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN LA VIDA POLÍTICA (CIM/OEA) establece tres elementos que configuran la violencia en el espacio público: que se dé en razón de ser mujer (basada en su género); que cause daño o sufrimiento a una o más mujeres; y que tenga por objeto menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos políticos (art. 3).

Desde 2012, 11 países regularon por diferentes vías este tipo de violencia[1]. Bolivia, Brasil, Perú, Panamá y Costa Rica, cuentan con una legislación específica. Argentina, El Salvador, Panamá, Paraguay y Uruguay introdujeron tipificaciones en sus leyes integrales para una vida libre de violencia. México hizo una reforma transversal para modificar y armonizar legislación relacionada con los derechos político electorales para incluir la violencia política de género; y Ecuador la tipificó en su Código de la Democracia como infracción electoral. Bolivia, Panamá y Ecuador, tuvieron primero modificaciones en sus leyes integrales, luego transitaron hacia regulaciones específicas. Solo en Bolivia, Brasil y México las sanciones están previstas también en el Código Penal[2].

Haga clic aquí para leer el artículo completo por Atenea Es Paridad, el 29 de noviembre de 2022.

La congresista del Pacto Histórico, María José Pizarro, lidera la iniciativa que busca erradicar y sancionar los diferentes tipos de violencia política que se ejercen en contra de las mujeres.

Este lunes 28 de noviembre, el Senado de la República aprobó en segundo debate el proyecto de ley que busca prevenir y sancionar la violencia política en contra de las mujeres. La iniciativa la lidera la congresista María José Pizarro, del Pacto Histórico junto con Nadia Blel, del partido Conservador.

“Después de 10 años, hoy estamos discutiendo esta iniciativa”, aseguró Nadie Blel durante su intervención en el Senado de la República. De acuerdo con la legisladora, la bancada conservadora ha intentado en tres ocasiones llevar una ley que sancionara y erradicara la violencia política contra las mujeres. “Este no es un tema menor —explicó la congresista—. Este es un tema que silencia las voces de muchas mujeres en nuestro país”.

Haga clic aquí para leer el artículo completo por Infobar, el 28 de noviembre de 2022.

Mientras el mundo seguía con interés las elecciones presidenciales de Kenia, algo extraordinario sucedía en este país de África oriental: en los ámbitos local y regional salieron elegidas más mujeres que nunca, un logro histórico y un paso más hacia la igualdad de género.

El mercado de Nakuru, una amplia ciudad en el tramo keniano del Gran Valle del Rift, está muy concurrido. Damaris y su amiga Ayaan charlan a voces mientras se abren paso entre la multitud que circula por los pequeños puestos. Aunque ya hace unas semanas que se celebraron las elecciones en Kenia, desde los postes, las paredes e incluso los árboles, las caras de los políticos siguen sonriendo a la pareja en los carteles de la campaña. Salta a la vista que muchas son de mujeres.

“Estas son las chicas de Nakuru”, señala Damaris, visiblemente orgullosa. Se refiere con ese apelativo a las mujeres que participan de manera activa en la política de la región. Damaris también votó por ellas. “Ahora les toca a ellas”, declara. “Es una oportunidad enorme”. En ningún otro lugar de Kenia han salido de las urnas tantas mujeres como en Nakuru. Las elegidas se sentarán en la asamblea del distrito, pero también habrá diputadas en el parlamento, senadoras, y hasta gobernadoras. “Traen desarrollo”, opina la joven.

Haga clic aquí para leer el artículo completo por El País, el 28 de noviembre de 2022.

En Colombia, las mujeres continúan siendo víctimas de la violencia por su liderazgo político y por defender los derechos humanos: entre 2018 y 2022, fueron asesinadas 131 lideresas sociales.

Un proyecto de paz auténtico y radical debe dar cuenta del fin de todas las violencias. De aquellas del conflicto armado, y de las otras: las violencias estructurales, llamadas también “sociales”. Estas últimas omnipresentes e ignoradas. El hecho es que, regularmente, la única violencia a tratar es la de la guerra y eso impide entender que precisamente una de sus causas es dejar de lado la conexión que tienen las violencias en el mundo privado con las violencias en la esfera política o pública.

La violencia que se practica contra las mujeres en nuestra sociedad es la más masiva, sistemática, atroz y, hasta hace poco, totalmente invisibilizada. Hace una década con relación a la impunidad y la negación en que se mantiene esta violencia, la Corte Constitucional colombiana afirmaba en el auto A – 092 de 2008 que la violencia generalizada en el país victimiza de manera diferencial y agudizada a las mujeres y que “la violencia sexual contra la mujer es una práctica habitual, extendida, sistemática e invisible”.

Haga clic aquí para leer el artículo completo por El País, el 27 de noviembre de 2022.