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Liderazgo de las mujeres

Por Tarcila Rivera Zea

En América Latina y el Caribe vivimos aproximadamente 55 millones de mujeres y hombres indígenas. Representamos 11.5% de los 476 millones de personas indígenas a nivel mundial, pero para nuestra población la democracia es una promesa incumplida.

Los 28 millones de mujeres indígenas de la región constatamos a diario que eso acarrea muerte, invisibilidad, subrepresentación política y social, y ver postergados los sueños por falta de oportunidades. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, los pueblos indígenas constituimos 8.5% de la población en la región, pero 30% de las personas en pobreza extrema. La tasa de trabajo informal también es alta: 82.6%, cuando para el resto de la población es 51.1%. Estas diferencias acentuadas nos llevan a preguntarnos: ¿Qué mecanismos se deben operar a nivel social, político y económico para superarlas, y qué papel podemos desempeñar las organizaciones indígenas para ese cambio?

Haga clic aquí para leer el artículo completo por The Washington Post, el 8 de noviembre de 2021.

Afirmó que no existe mejor sanción a una persona que cometió violencia política en razón de género que quitarle la posibilidad de continuar con una carrera de carácter político.

La consejera del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), Blanca Estela Parra Chávez, hizo un llamado a denunciar la violencia política en razón de género, dijo que las instituciones públicas de los tres niveles de gobierno y la sociedad en general tienen que ser contundentes en la prevención, denuncia, investigación y sanción.

Haga clic aquí para leer el artículo completo por el Heraldo de Chiapas, el 2 de noviembre de 2021.

Este informe mundial presenta los datos nacionales disponibles y un análisis de los obstáculos a la representación equitativa de las mujeres y su presencia en los puestos decisorios de la administración pública. Asimismo, destaca ejemplos de actuaciones susceptibes de ser eficaces y propone recomendaciones para acciones futuras.

Fuente: PNUD

El libro 'El tratamiento de la violencia contra las mujeres en los programas electorales', de Lidia Fernández, analiza las distintas propuestas de las formaciones políticas para concluir que algo no está funcionando. 

Si la violencia contra las mujeres es una realidad insoportable e intolerable en nuestro día a día, mayo y junio están siendo absolutamente demoledores. A la semana negra de mayo sumamos el asesinato de dos niñas de Tenerife a manos de un progenitor con custodia legalmente reconocida y el descuartizamiento de una joven. Cuesta asumir tanta crueldad y tanta desidia frente a la misma.

Aunque nuestro país se encuentra entre el centenar de naciones con una legislación especializada orientada a luchar contra algunas formas de violencia y, en concreto contra la ejercida por parejas o exparejas, todos los años siguen siendo asesinadas más de sesenta mujeres a manos de éstas. Desde que disponemos de datos de la mascare machista (2003), el cómputo es absolutamente desolador: 1.097 mujeres asesinadas y 41 niñas y niños víctimas de violencia vicaria.

De fechas anteriores, poco se sabe. Inexplicablemente, no debió considerarse una información relevante. No obstante, incluso con las deficiencias en el cómputo de víctimas y victimarios, la magnitud de las cifras de asesinatos y denuncias convierten la violencia contra las mujeres en la mayor vulneración de derechos humanos a escala planetaria. Su erradicación representa una carrera de fondo que afecta a múltiples ámbitos de las políticas públicas donde el diseño certero de las mismas y el compromiso político se tornan cruciales.

El análisis de las mismas es, precisamente, el objetivo que aborda la monografía El tratamiento de la violencia contra las mujeres en los programas electorales publicada en Comares por Lidia Fernández Montes.

Haga clic aqui para leer el artículo completo por El País el 17 de junio de 2021.

El papel democrático de los medios de comunicación y los espacios de diálogo e información con perspectiva de género es clave para la construcción de cohesión social en el que es transversal la participación de las mujeres.

En la primera jornada desarrollada este martes del foro "Mujer y prensa", organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia y la Agencia EFE, se analizó la situación del periodismo con enfoque de género en los medios de comunicación.

DOBLE DISCRIMINACIÓN

Gabriela Alcón, viceministra de Comunicación, lamentó que en Bolivia las mujeres vivan la doble discriminación solo por el hecho de ser mujeres y ser indígenas.

Alcón recordó que la Ley 348, que protege a la mujer contra toda forma de violencia, es una conquista de las mujeres bolivianas y que pese a que aún falta mucho por hacer en el país, hay espacios en los que las "mujeres empoderadas construyen otro sentido común".

Haga clic aqui para leer el artículo completo por Swiss Info el 21 de mayo de 2021.

La premio Nobel de la Paz ve avances en la inclusión de indígenas en el sistema de partido, pero consideró se deben perfeccionar.

La premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum, resaltó la necesidad de fortalecer la política de equidad de género para aumentar la participación de las mujeres indígenas para que transformen su entorno y empoderarse, además de que falta perfeccionar la inclusión de los pueblos originarios en los partidos en México.

La activista participó virtualmente en una conferencia en el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), en el que ratificó que está en contra del voto nulo y pidió no poner de excusa la pandemia por Covid-19.

En su mensaje, Menchú Tum reconoció que las mujeres indígenas viven discriminación y machismo, aunque ahora hay mecanismos para denunciar violencia.

Haga clic aqui para leer el artículo completo por Heraldo de México el 25 de mayo de 2021.